Cuaderno de notas: Sentada frente a un hermoso edificio.


Sentada frente a un hermoso edificio de mi ciudad reflexiono sobre los protagonismos ¿Quiénes lo construirían? Gentes sin firma –me respondo- el monumento no las tiene por ningún sitio.
Lo primero que miro es la fachada, espléndida, acapara toda la atención, pero los contrafuertes son los que la sujetan.
Hay tantas pequeñas cosas anónimas que no se mencionan, en las que apenas reparas… pero una olla a presión no funciona sin su diminuta válvula, una gran mansión no se abre sin su pequeña llave, un cochazo imponente no anda sin una pequeña tuerca imprescindible en su interior.
No sé quiénes comenzaron a inculcar la idea de sobresalir, de ser el mejor, de destacar, de competir… Es una falsa premisa que produce demasiada frustración y unos enormes cólicos de ombligo que nos inflaman el ego.
Somos parte de… y sin los contrafuertes no nos sostenemos. Cuando vemos una fachada suelta o una columna aislada es que estamos contemplando una ruina. Formamos parte del ensamblaje de un todo y saberlo es lo que nos vuelve importantes.
Hace muy poco tiempo que estoy usando Facebook, puede que pronto le vea los inconvenientes, pero en este momento me parece una metáfora de lo anteriormente dicho: hay tanta gente interesante en cualquier campo que estoy deslumbrada y la mejor medicina contra los ataques de ombligo es la humildad.


Pili Zori

No hay comentarios:

Publicar un comentario