Hace
ya algunas semanas que llegó una carta a un programa de televisión manuscrita
por la mujer que le quitó la vida al pequeño Gabriel.
(Me permito este inciso para enviar desde aquí mi abrazo a
los padres del niño compartiendo su enorme sentimiento de pérdida irreparable,
con el ferviente deseo de que puedan convertir los preciosos años vividos con
su hijo en un generador de alegría íntima, y que los bellos recuerdos empujen
cada uno de sus pasos para que puedan seguir caminando, y pido perdón de
antemano por adosar este comentario, para ellos contaminante ya que como es
comprensible quieren salvaguardar la memoria de su pequeño eliminando cualquier
alusión a su asesina.)
Prosigo:
En la tertulia de dicho programa se encontraba un psicólogo con conocimientos
de grafología, la carta era de arrepentimiento; tras su lectura los
contertulios especularon desde un principio con la falta de sinceridad que tenían las
palabras que dicha carta contenía, y todos los participantes dieron por sentado que el fin que buscaba la protagonista, sin duda –según ellos- aconsejada por
su abogado, era reducir la condena; resultó evidente que el carruaje previo con
todo lo retransmitido en televisión pesaba; no voy a entrar en las evidencias entre asesinato u homicidio, que quedaron más que claras,
ni siquiera en mi propia sentencia, pero vamos a imaginar por un instante que
no se tratase de ella, de Ana Julia y que le entregaran al experto un texto
escrito a mano por cualquier otra persona que él no conociera con antelación y que contuviese las mismas grafías, sin tener en cuenta el contenido, ¿cambiarían
sus conclusiones?
Concretaré
para que se entienda lo que intento decir. El grafólogo se fijó especialmente
en que la carta había sido escrita por entero en letras mayúsculas, y otro de
los componentes que se hallaban sentados alrededor de la mesa subrayó que
estaba escrita por una sola cara y en dos folios, al parecer el detalle también
refleja –a juicio del “experto”- algún desorden mental, la propia presentadora
aclaró que se trataba de dos epístolas distintas, y que por ello ambos folios aparecían
separados, pero les dio igual, el psicólogo con conocimientos de grafología extrajo toda una
retahíla de disfunciones psicopáticas a partir del hecho de que la misiva
estuviera confeccionada con mayúsculas. En ese momento pensé que yo misma, que
no tengo dificultad para hablar sin mirar papeles, cuando he ido a la radio, o me
han propuesto algún encuentro o evento en el que he de hablar en público, escribo
lo que voy a expresar en mayúsculas de gran tamaño como si se tratara de mi
cue, o teleprómpter particular, y lo hago así entre otras razones porque el
papel me da seguridad y me parapeta y protege, tanto si lo uso después como si no, aclaro
para los ingenuos que nadie improvisa, todo el mundo se aprende el bolo
previamente escrito y lo ensaya en silencio, artistas, periodistas,
conferenciantes, profesores, alumnos por si les sacan a la palestra o tarima
para dar la lección… o retiene en la memoria las líneas maestras para que le sirvan como
recordatorio que ayuda a tirar del hilo, porque al contrario de lo que piensa
una gran mayoría de personas la palabra escrita es una muestra de respeto, que
busca la precisión del lenguaje y en mi opinión es absurdo devaluar a alguien
que lee sus propios textos; también preparo mis escritos por una sola cara y
deslizo hacia un lado el folio dejando a la vista el siguiente porque así el
micrófono no recoge el sonido que se produce al darle la vuelta al papel, ni
distraes la visión de quienes están a tu lado o frente a ti con el movimiento
de brazos, pero los principales motivos por los que monto esa pequeña parafernalia son que veo menos que un gato de
escayola, y que si no estoy en confianza prefiero esconder la timidez entre
renglones. De modo que me asusté un poco al ver y escuchar las deducciones del
psicólogo La presentadora también le dijo entre risas que nunca le iba a dar
nada manuscrito por ella. Hace tiempo que la artrosis en general y la
rizartrosis de mis pulgares en particular me machacan y anquilosan los dedos,
y mi letra ha variado, en el teclado cuesta menos, si ese detalle se desconoce vaya usted a saber qué
terribles intenciones o delitos me podrían atribuir, añadiré que como deferencia, algunas
personas de letra ilegible en minúscula optan por la de palo para que los demás
puedan entenderla. Bromas aparte, lo que quiero indicar es que supongo que la grafología es una disciplina
seria pero no autónoma y que probablemente requiere la compañía de otros estudios porque no constituye
el suero de la verdad por sí misma. No estamos dentro de los demás para saber
si se arrepienten sinceramente o no de los males que infligen, pero aunque en
estos momentos no sea muy aplaudido mi deseo, me gustaría que la asesina de
Gabriel, cumpliera con la justicia, pero también que se arrepintiera de verdad en
su interior, porque la contrición acarrea el remordimiento que es tremendamente doloroso y éste conduce a la
catarsis y por tanto a la purificación.
La
verdad es que siempre ando perdida en las fronteras y matices, me preocupa no
saber establecer la diferencia entre justicia o venganza, entre linchamiento o
reivindicación, que me falten datos… y me detengo a cada paso aun siendo mujer
de acción, y me invade la desconfianza, y eso no me ocurría antes, y si encima das por buenas sin comprobarlas las pequeñas cosas de este tipo porque aparecen en la pantalla de tu televisor que le da una pátina de credibilidad al "charlista" titulado de turno pues apaga y vámonos porque apañados estamos.
Con
independencia de que si robas unas cremas, falsificas documentos, y colaboras
en asuntos corruptos tengas que apencar con las consecuencias, (cleptomanías y
neurosis aparte que ya te tratarán dentro o fuera de las rejas, si es que vas o no a
prisión) no me gustaría que alguien fuera a la cárcel por los cadáveres que guardan
en los frigoríficos periodistas carroñeros al servicio de… querría que fueran por la realidad
palpable y demostrada del delito que han cometido, del mal que han hecho. Es muy triste pensar que si no
hubiera conflicto de intereses no nos enteraríamos de casi nada, de vez en
cuando nos arrojan las migajas para que calmemos la sed de conocimientos y nos damos por conformes.
Desearía que la vida fuera más nítida y que no me hubiesen destruido la fe. Que la política no fuese el vehículo hacia el poder y que éste no
atrajera y acogiera a personas con serios problemas psicopáticos en un lugar
“oKupado” ex profeso para dar rienda suelta a la megalomanía, la soberbia, la
frialdad, la indiferencia, el latrocinio… y es que se han apoderado del espacio
de todos pensando que el corral es sólo suyo y no entiendo por qué hay que
estar recalcandoles a cada minuto que sirven a… no que se sirven de…, nos hemos dejado
arrebatar el concepto: mandamos nosotros, los electores, y no se nos puede faltar al respeto, ni al bolsillo, no está permitido meter mano en la hucha colectiva, porque robar en cualquiera de sus rudas o sofisticadas formas ¡¡¡¡es delito!!!! y paradójicamente estamos gritando de nuevo y sin saberlo ¡Vivan las
cadenas!; todo está invertido, y admiro a los pocos que lo tienen claro e incansables se
desgañitan, y apelo aunque parezca que me subo a un púlpito -que también está
ocupado por fariseos- a la bienaventuranza que dice “Bienaventurados quienes
tienen hambre y sed de justicia porque de ella serán saciados”, já, hasta a
Jesús le llevan la contraria, y por ahí andan los santos ateos intentando
apagar la sed mientras acarrean cubos hasta el agotamiento aguantando improperios. En fin… se trata de que
esto tan raro y que está tan del revés en las cabezas abducidas cambie, no de entrar en el cercado para formar parte del
chiringuito dando la espalda a quienes quedamos fuera, deseo que tenga arreglo y encontrar a quien me explique por qué pasa
lo que pasa en nuestro país, eso sí, que no lo haga un grafólogo de la tele con
ganas de rellenar silencios más elocuentes. Habrá que pedirle a Berlanga que
baje y se los lleve a todos a la cárcel a ver si allí les entra la cordura y
hacen acto de contrición, y mientras ellos están encerrados pues nosotros nos ocupamos de poner orden en
cada uno de los armarios aunque sea con el método Kon Mary.
Un abrazo.
Pili Zori
Pili Zori
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