¿QUIÉN CONSPIRA?
No voy a entrar en teorías intrigantes en la sombra, pero tampoco me parece normal caer en la simplicidad de considerar que esta oleada mundial de ultraderechistas es un cambio de ciclo sin más, un deseo legítimo del pueblo, con la excusa de que están hartos, ¿un hartazgo real u orquestado? ¿repentino? No sé, ¿cómo lo veis vosotros?
¿Acaso de pronto dejas de pensar como lo hacías y te das la vuelta como un calcetín, sin tener un ejemplo delante que te indique que para ti es mejor involucionar? No me lo creo.
Tiene que haber una trastienda, una habitación de atrás en la que un grupo conciba dicho cambio en su propio beneficio y lance las esporas, de hecho es tremendamente sospechoso que tantas personas repitan y extiendan las mismas consignas en el mundo entero. Algunas son sutiles y otras parecen artillería pesada y tosca: calumnia que algo queda, busca los trapos sucios, o repite la mentira hasta que parezca una verdad. Crea grupos para que haya separaciones y listo: se matarán entre ellos, el divide y vencerás tan manido.
Y mientras nosotros -la plebe- nos distraemos con la bronca -creyéndonos patricios-, el tunel se va extendiendo bajo nuestros pies y los sin rostro trabajan duro para apoderarse de los tesoros de brillo real y no de oropel que encuentran los poderosos de verdad: su petróleo, allá donde quiera que estalle el borbotón, acero, aluminio, expertos para las aleaciones...
¡Hale!, que no falte la munición en los campos de exterminio, ganancia rápida, pero antes hay que realizar un atentado como excusa ¿a quién se lo atribuímos?
-¿Y qué les decimos para que nos de tiempo a urdir? -pregunta el subalterno del tunel al jefazo.
-Pues... que la causa procede de la demografía, los éxodos..., de todos los que vienen, diles que no hay sitio, busca expertos creíbles, de los que saben señalar culpables, mira en los archivos encritpados, págales bien, y extiende unos pocos productos para que gasten las prebendas en fruslerías, ya sabes: ropa, bolsos de imitación, comida adictiva, pan y espectáculos..., pero no me entretengas que se rompe la cadena. -Sacude la mano con impaciencia.
Os pido mil disculpas por mi especulación tan simplona, es lo que tiene no comprender lo que de verdad ocurre por detrás o por debajo, que haces conjeturas ¿imaginarias? tal vez, pero la intuición no falla, aunque no encuentres palabras para explicarlo.
No es mi deseo pontificar sin tener conocimientos, pero se admite el desahogo.
En los tiempos de vacas gordas te dan lo que sobra por no tirarlo, o te lo ponen a precio de saldo, porque la avariciosa acumulación de la élite de los cuatro multibillonarios se desborda, y vas y te crees rico, y para entonces ya te has hecho adicto y adepto al espejismo del manantial que creías inacabable, pero después vienen las flacas para ti, no para ellos, y como no tienes ejemplos sobre la correcta y justa distribución de la riqueza que te has ganado a pulso de esclavo sin tiempo para pensar, pues dale que dale al "soma" como avisaba Aldous Huxley en su Mundo feliz.
Han cerrado el grifo, y la fuente se ha secado. ¡Ay! ¿Qué pensabas?,¿que tenías algún control sobre algo?
Y ahora no sabes vivir sin comprar, el consumo se ha colocado por encima de tus verdaderas necesidades, ya no es un trueque justo -como creíste que era- el que te deja sin la oportunidad de tener casa, dinero para pañales, para cuidar las bocas y los ojos de tus hijos, para comer chuletas de vez en cuando sin tener que simular vegetarianismo o dieta, y caes en la cuenta de que no eras querido sino abusado, y que nada obtenías con tu fuerza de trabajo en absoluto apreciada, y comprendes que sólo respiras con su permiso, ya sabes lo que decía la canción: "A la derecha mi amo contabilizando el aire".
Y si tú no entras en ese baremo -como es mi caso- no importa porque no puedes dar la espalda o mirar para otro lado, estás obligado a empatizar, por tus hijos, por tus nietos, familiares, amigos, compañeros..., porque sólos no podemos pero juntos nos salvamos y no está permitido que no nos importen los sufrimientos de los demás. Quienes los provocan no tienen rostro, pero sabemos que están ahí, como topos infiltrados.
Descuida que no va la cosa de ser ong, ni de renunciar a tu privacidad albergando a todos los inmigrantes que puedas en tu casa, sino de algo más sencillo y eficaz: crear una red social de leyes protectoras, previsoras. Generaremos más riqueza, y si no somos estrechos de miras le veremos las ventajas a ser más y no menos: vivienda social sin chupópteros, casas tuteladas, geriátricos que no les succionen la sangre a los hijos, sin lista de espera, cuidadores a domicilio..., porque si hay peculio para metralletas, con mayor motivo ha de haber para las PERSONAS y dicho entretenimiento y oficio de programar es más sano: Trabajar para la paz y no para las guerras generadas por chiflados.
Seguid enumerando vosotros, seguro que tenéis más cabeza que yo para pormenorizar el progreso y comprender cómo se realiza el
Making off.
Mientras tanto, continuaremos contemplando estupefactos a quienes creen que ser de ultraderecha es revolucionario, esos que nunca fueron a una huelga y que confunden el minucioso orden con el que éstas se hacían, con el desmadre, pataleo y gamberrismo vandálico. Vaya ejemplo.
Estoy hasta las narices de tanta gresca parlamentaria, ¿En qué trabaja la oposición cuando no gobierna?, ¿acaso acuden al hemiciclo para sentarse e insultar? no merecen el honor, y lo mismo va para todos, también para quienes sí gobiernan, os recuerdo que vuestros egos no importan, que la gente os pone ahí, no para patear y silbar en el teatro, en el patio de butacas sino porque ha confiado en vuestro buen hacer, y ha dado por supuesto que gozáis de un gran nivel ejecutivo. Si no "Pa qué", mantenidos ya hay de sobra en la vida cotidiana.
Cuando murieron asesinados los abogados laboralistas de Atocha, guardaron silencio hasta las sirenas de los coches de la policía por lo impresionante que fue el servicio de orden y el respeto de los participantes en la manifestación.
Pili Zori