Pili Zori
Pienso en las personas que tiran la
piedra y también se ponen la venda, y me hastío, y si acaso estoy entre ellas
sin ser consciente pues también me harto de mí.
Unos dicen que el odio proviene de
los otros y los otros de los unos. Y ahí me tenéis con el desbroce para
arbitrar en soledad utilizando las pocas neuronas que todavía no me patinan con
tanto bufido y desgaste de armas arrojadizas, porque el ruido es agobiante y
aturdidor.
A ver, -me pregunto- ¿se ha perdido
la pieza que nos servía para distinguir en el examen de conciencia cuándo
tenemos o no razón?, o ese examen ya no se hace y no me he enterado. No sé si
continúa siendo importante conocer el detalle de quién o quiénes comienzan la
pelea, porque si todos alegan que se defienden ¿dónde está quien ataca?, sin
duda alguien miente, y la balanza para medir el peso del daño ¿quién la tiene?
porque los agravios no están siendo equivalentes, y que el sol no se puede
tapar con un dedo queda claro, no es lo mismo matar a un mosquito a cañonazos
que una lucha entre dos rinocerontes (perdón por utilizar tanto lugar común).
Aquéllos están con la pataleta y el
mal perder, pero si todavía faltan años para unas nuevas elecciones, no sé a
qué ton ni a que son viene un ensayo tan anticipado ¿o es que sólo saben hacer
eso y confían en la reiteración venga y dale, venga y dale, hasta que caiga el
árbol? Y los otros con tanta lupa bajo los rayos del sol llenitos de ampollas y
así no se puede, también hay diferencia entre pecas y lunares y todos sabemos
verla ¿o nos hemos vuelto lelos de repente?
De modo que como los conflictos sólo
se resuelven bien en las películas y no estoy hecha para argumentos con trampa
ni para los malabares verbales, seguiré dando la razón a quien creo que la
tiene porque en mi derecho de opinar en una urna estoy aunque sea
subjetivamente, y como no me gustan las pandas de abusones ni el "A por
ellos oé", ni el cuerpo a cuerpo, ni los campos de batalla, ni las cóleras
contenidas o explotadas, ni las soberbias ni las iras, ni las filias ni las
fobias a ultranza pues fuera auriculares porque a palabras necias oídos sordos,
no creo que porque me aparte de la bulla las tertulias cambien, ni mejoren el
nivel o se llenen de intelectuales pero...
Me voy a dedicar a leer el Boletín
Oficial del Estado y ya sacaré mis conclusiones, y hasta aquí, porque estoy
hasta las narices y eso que las llevo tapadas, y no me merezco estar así.
Os dejo como regalo un fragmento del
poema Odios de Mario Benedetti:
Ya no nos queda tiempo
para el odio
ni para la tirria o el
desdén
los odiantes se roen a
sí mismos
y mueren de metástasis
de odios
es natural que los
odiantes
se transformen a veces
en odiosos
sin embargo no es
aconsejable
odiar a los odiosos ex
odiantes
ya que aquel pobre que
desciende a odiar
nunca saldrá del pozo
de los odios.
Un abrazo.
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