CUADERNO DE NOTAS

Pili Zori

Voy a ir directa al grano.
Nuestro gobierno está formado por el partido socialista, izquierda Unida y Podemos, es un gobierno de coalición con miembros sobradamente preparados al que le ha tocado padecer la tristeza más grande jamás contada nada más estrenarse; todas y cada una de las PERSONAS que lo forman han sido votadas y elegidas. Que yo sepa hasta ahora ninguna ha delinquido en sentido alguno, y ni el honor ni la honestidad de dichas personas deberían estar puestos en cuestión.
Lamento la pataleta de quienes no sepan aceptar dichos resultados. Muchos hemos acatado durante años otros muy distintos a nuestros deseos, y lo hemos hecho sin dar la nota y sin mostrar mal perder, y lo más importante: sin menoscabar los afectos puesto que somos conscientes de que nuestro alrededor es plural incluso en familia.
Da lo mismo si una parte del gobierno es la importante fachada y los demás los contrafuertes, aunque tras la unidad lo suyo sería ir y sentir el "todos a una" -y me refiero en este caso a los votantes que también han de acostumbrase, si hay que pedir solidaridad y apoyo yo la pido por todos además de por el Presidente- lo que sí sé a ciencia cierta es que tanto ese frontispicio como la nave sin los contrafuertes no se sostiene, y si se horada en unos o en otra el edificio se derrumba y los cascotes y pedruscos matan a quienes estamos debajo. ¿Acaso es lo que queremos que ocurra?
Voy a concretar más todavía: pulula por las redes entre otros bulos -con mis propios oídos lo he escuchado en WhatsApp- un audio manipulado con la voz de Pablo Iglesias, -naturalmente sin la imagen, porque con ella no podrían hacerlo- el montaje está perfectamente logrado con palabras de aquí y de allí elegidas entre muchas de sus manifestaciones o intervenciones y colocadas de modo que el discurso se convierte en una barbaridad, como si le hubiesen pillado infraganti, pues bien, la trola tan bien urdida es un delito además de una canallada, tanto por parte de quien lo ha creado como de quienes difunden, y de antemano aviso que por ley está penado.
No me duele algo que de lejos -si te paras a pensar un poco- ves y sabes que no le cuadra, y que conste que en esta afirmación mía no entra ni filia ni fobia, si Pablo Iglesias es carismático como si no, si cae más simpático o menos me da igual, tengo por costumbre no nublarme y mucho menos obnubilarme, y sí escuchar sin embargo y comprobar por mí misma. Pero lo que me daña profundamente es que personas bondadosas y de talla caigan en la intoxicación y en la ingenuidad de creer semejantes patrañas.
Al parecer aquello de "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque de ella serán hartos" ya no se aplica y hasta me parece que no es cierto. A no ser que la vida se explique más tarde y a su manera como suele hacerlo.
Se ve que lo de "Calumnia que algo queda" funciona mejor.
Ahora mismo todos los ministros -los de Izquierda Unida, los de Podemos y los del Partido Socialista- están aguantando de pie derecho los bestiales embates de este destrozo, con una soledad que hiere, con miembros de sus familias enfermos... y mientras tanto la oposición -quienes se salven que no se den por aludidos- con orejeras arengando por lo bajini a seguidores para que caigan en el error de protagonizar comportamientos de chusma a ritmo de cacerola y cazo, guarecidos en sus casas pero con el dedo incendiario en las teclas. Mujeres y hombres hechos y derechos con personas a su cargo, que educan a hijos y a nietos, con trabajos de responsabilidad... No hay resentimiento que valga para devolver las cuentas que consideren pendientes, este es un contexto terrible y desconocido que a ninguna otra afrenta del pasado equivale. No se trata de probar la misma medicina, de hecho, aún no se ha creado el antídoto.
¿Qué sacamos con esa conducta?, ¿desgastar y desgastarnos?, ¿escupir al cielo para que nos caiga en la cara cuando deberíamos estar dándole a la sesera para ayudar con la misma herramienta?
En fin, despotricar y desahogarse sirve de poco. El maremoto es mucho más grande. Y en el fondo sabemos que están trabajando a tiempo real, mientras sucede, y que nadie sabríamos hacerlo mejor, de hecho, confesemos todos nuestra incredulidad del principio, la confianza en nuestras fuerzas hasta que vimos las orejas al lobo.
Sigamos ocupándonos de los vivos, me dijo hace unos días una gran doctora que perdió a su marido, el mejor amigo del mío, "momentos" antes de la pandemia y que sí le pudo enterrar, pero no llorar porque al poco tiempo su hermano era poseído por el asqueroso bicho. Ahora no hay nada que importe más, sólo faltaría que se derrumbase el gobierno y nos quedásemos a la intemperie y en total y absoluto desamparo.
Todas las tardes a las ocho también aplaudo por ellos.

Pili Zori

CUADERNO DE NOTAS

De verdad que lo intento, procuro cada día, como una jaculatoria, decirme que la ideología no tiene por qué ser el ingrediente que te hace amigo o te convierte en enemigo de alguien; que se gobierna -insisto- para todos dentro del espacio democrático y que cada persona es un voto soberano. Me repito que lo importante es que el otro sepa como piensas, y tú cómo piensan él o ella para que no pille por sorpresa que en determinados aspectos estarás al otro lado y no en el suyo, pero que el afecto seguirá garantizado. Me reafirmo en que defenderemos cosas distintas ante problemas iguales buscando soluciones diferentes, en que tal vez seremos adversarios, pero nunca enemigos. Pero me enervo cuando veo montajes para ganar con trampas, con subterfugios que los demás creen a pie juntillas. Los hay tan sofisticados como el de juntar varias conversaciones sonoras -sin la imagen- de una misma persona que cortando y pegando -como se hacía en viejas películas con los anónimos maléficos- terminan por formar el relato que se le antoje al montajista, hoy en día quedan perfectos.
Cuando se produce dicha artimaña me encorajino preguntándome por qué la persona dañada en el honor no desmiente. Es posible -me respondo- que ni se entere y más tarde me planteo preocupada si no seré cobarde por no aclararlo yo, y no sé si las mentiras de ese calibre me duelen por sentido de justicia, o es que soy sectaria por más que me empeñe en evitarlo. Pero qué casualidad que siempre anden basureando los mismos.
Me defrauda porque en el fondo se transparentan los soterrados instintos bajos y bélicos que encubren el deseo de salirse con la suya, de aprovechar en beneficio propio lo que convenga al egoísmo, a la necesidad de odio, incluso en quienes van de perdonavidas estirando el virtuoso cuello, y es que me canso, tengo las uñas roídas de tanto rascar para ver los verdaderos motivos que se ocultan bajo las palabras y estoy muy mayor para tantos acertijos, y harta de desconfiar.
También hago examen de conciencia para averiguar si me enfadaría igualmente por mis antagónicos en caso de que fuesen atacados con los mismos hechos torticeros, y sí, sí que me molestaría, y no, no todos los políticos y sus partidos son iguales, en algunos la auto crítica brilla por su ausencia y en otros por exceso.
Las ansias de poder a toda costa nos las ha tirado un microscópico bicho con cualidades de termita, mira tú qué paradoja, y ha dejado en evidencia los rotos y los descosidos. Algunas formaciones se han enterado, pero otras no, deberían llamarse erre que erre en vez de la doble letra anterior. Ahora toca remar a favor, dejando atrás los dardos envenenados, toca remangarse y aprovechar la situación para crear una nueva era, un nuevo mundo, para revisar las prioridades, ni teocéntricas ni antropocéntricas -ya no somos el ombligo del planeta- la naturaleza habla a través de todos sus minerales, vegetales y animales, de su agua, de su tierra, de su fuego, de su aire... y grita la estrofa de la vieja canción de Víctor Manuel: "¡¡O aquí cabemos todos, o no cabe ni Dios!! El desprecio y la indiferencia hacia el otro es lo que trae: guerras y pandemias.
Así que hala, a reeducarnos, a reinsertarnos, y todo aquel que sepa arreglar esta hecatombe en alguna medida que se remangue y se ponga a ello en vez de presumir o jactarse de que gobernaría mejor que quienes lo están haciendo porque si no va al tajo a demostrarlo nadie le va a refrendar, porque si no se apea de la burra de sus privilegios lo van a derribar.
Estos días pulula por facebook un pensamiento que comparto y dice algo así: "Los inútiles buscan culpables, los demás tratan de arreglar los problemas". Tal vez como individuos seamos un poco idiotas y también como colectividad, pero hay otras leyes ancestrales e instintivas -de instinto alto no bajo- como las del pájaro guía cuando junto a sus compañeros y compañeras migra en forma de victoriosa V, inherentes, a las que también respondemos, son leyes organizativas que están insertadas en nosotros para sobrevivir cuando salta la emergencia.
De modo que ¡fuera vendas! y un poquito de humildad, ahora no toca estar machacando a quien gobierna
sino defender a tu especie ¿o es que eres tonto de remate y te quieres extinguir? Deja de jugar a matar marcianitos y de linchar desde tu ventana y a buen recaudo. Aguanta la incontinencia verbal y piensa, reflexiona, analiza... que a lo mejor se nos ocurre algo.
Sé que es predicar en el desierto porque nadie convence a nadie que no quiera ser persuadido. Alguien me saldrá con que vivo en los mundos de yupi, o eso otro del buenismo que me pone enferma. Pero al menos...

Pili Zori