tag:blogger.com,1999:blog-68945699727572240602024-03-18T10:01:10.715+01:00PILI ZORIComentarios sobre libros, cine, TVLuisefehttp://www.blogger.com/profile/00420477083277712599noreply@blogger.comBlogger253125tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-64103168968484067342024-03-08T13:33:00.008+01:002024-03-18T10:00:36.146+01:00"La mujer helada", de ANNIE ERNAUX<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> Feliz día de la mujer.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">“El coraje y la agudeza clínica con la que descubre los extrañamientos y las restricciones colectivas de la memoria personal”</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Anderson Olson.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Así es como presentaron en el Premio Nobel de literatura a Annie Ernaux. La mujer octogenaria que afirma que “lo personal es político”.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La mujer helada transcurre desde la infancia de la protagonista -que en este caso es la propia Annie Ernaux escribiendo su autobiografía-, hasta que ésta tiene 35 años, y la composición y estructura, a mi juicio, es como si ella, la autora, estuviese contemplando desde una ventana a esa mujer joven del pasado que fue ella misma y la viera en esa etapa en la que cambió, para adaptarse, tras haber recibido una educación no sexista, basada en la igualdad de sus padres sin roles específicos a la hora de llevar su negocio –una tienda bar- y las tareas de la casa en un ambiente rural en el que la madre fomentaba la lectura y el desarrollo de su hija por encima de costumbres de orden y limpieza y presiones sociales y de repartos impuestos, Annie vivió una maravillosa infancia en la que la madre, cuando salían de paseo o para ir al cine, le ofrecía el regalo de los libros como objetos de deseo frente a un escaparate que bien podría parecer una pastelería ¿Cuál te gusta?, ¿qué novela quieres que te compre? </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Después vendría el despertar sexual, la entrada en la pubertad y adolescencia y la confusión entre quién eres y quien quieren los demás que seas. Si todo el mundo está de acuerdo en determinadas actitudes que se hacen institucionales es difícil ponerlas en duda, ya sabéis, por aquello de “coma caca que cien millones de moscas no pueden estar equivocadas” de manera que se llega a la juventud admitiendo que esa es la ley natural de la convivencia a falta de otros ejemplos, y se acepta en ambos sentidos, para hombre y para mujer, ya que si tienes inculcado como varón que ese es tu papel, difícilmente te vas a apear de la burra de los privilegios cuando hacerlo supone incluso la hilaridad y mofa de tus colegas. </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJALTU-4c0r0uhn84Uk2i39_SHi1x3I5CLm_d-22wOAYL39XdqnwN9y_SRgskXss8IMyua8h-Mx5WZYc_e3onve3Q09ipEUUkcKRs8EpI15CGiHKkSx4j7Io4pA1mHaw3W05zrrl6H4CYdQTRFUrrj-kQCE0lOoHkn_CqF1-NC7uKIvYTeUNzbEFGGSKs/s300/LMH.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="199" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJALTU-4c0r0uhn84Uk2i39_SHi1x3I5CLm_d-22wOAYL39XdqnwN9y_SRgskXss8IMyua8h-Mx5WZYc_e3onve3Q09ipEUUkcKRs8EpI15CGiHKkSx4j7Io4pA1mHaw3W05zrrl6H4CYdQTRFUrrj-kQCE0lOoHkn_CqF1-NC7uKIvYTeUNzbEFGGSKs/s1600/LMH.jpg" width="199" /></a></span></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Annie Ernaux en mi opinión no juzga, simplemente expone, y lo hace sin escatimar la autocrítica a la joven que fue, el subrayado que traza es para recalcar las partes negativas de esa etapa en la que se casa intentando ser perfecta esposa, perfecta madre y perfecta reina del hogar. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">¿Cómo llegó hasta ahí pensando como pensaba? se pregunta el lector. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La mirada de Annie Ernaux es honrada porque no escatima las partes en las que ella queda mal, dado que son necesarias para comprender lo que ocurre cuando vives en el deseo del otro y cómo ese deseo incondicional de satisfacer al orden establecido es imposible y por ello iba congelándose como mujer y como persona. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La clase dirigente decide sin consultarle cuál es el sitio que le corresponde a una mujer y cuál debe ser su comportamiento a todos los niveles: como descanso del guerrero, con la postura del misionero en el amor, con métodos anticonceptivos rudimentarios como el ogino, o el interruptus…, hay que tener en cuenta que los anticonceptivos como la píldora que pudieran concederle el control de su natalidad a la mujer aún no se distribuían para todas ni se divulgaban, y más en un ambiente católico muy parecido al nuestro en aquella zona de Francia que describe el libro. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El control de la natalidad nunca ha sido libre ni inocente ya que cuando se necesitan más nacimientos las sociedades los fomentan y cuando es a la inversa prácticamente se penalizan, lo mismo ocurría en el mundo laboral cuando así convenía en el que se incentivaba con dote la marcha y el despido de la esposa tras el casamiento y se inculcaba la idea de que la mujer que tenía que trabajar fuera del hogar era porque el marido no podía mantenerla, y aunque ese tiempo parece lejano, dentro de la historia es muy reciente. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Trabajar en una fábrica no era femenino y sin embargo tras una guerra ellas subitamente dejaban de ser marimachos poniendo tuercas como mano de obra barata o voluntaria para sustituir a los hombres que estaban en el frente.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En apariencia podría resultar que el contenido de la novela esté superado, pero eso sería hablar desde el privilegio de la mujer que vive en occidente dado que en otros países el camino aún está por recorrer y no hay que olvidar que lo que les pasa nos pasa porque repercute y que aquí sigue quedando mucho por hacer. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Es verdad que la mirada de Ernaux hacia aquella mujer joven que fue, es pesimista y frustrada, pero doy por supuesto que tan sólo hace hincapié en las partes injustas y que ella fue feliz a pesar de darse cuenta de la desigualdad que la cernía, y lo que me gustó de la novela –para mí sí lo es ya que el rigor de las autobiografías deja de serlo cuando tienes que elegir unas escenas y omitir otras para remarcar lo que quieres exponer- es que pormenoriza de forma muy simple alegando que el día tiene 24 horas, y si cuida de las tareas del hogar y de los hijos, acude a su trabajo de docente, aunque lo ejerciera desde casa ya que lo impartía para la universidad a distancia, prepara y corrige exámenes y demás, hace comida, va a la compra para la intendencia… ¿cuándo saca tiempo y espacio para desarrollar su carrera, prosperar o escribir? </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En otras áreas laborales se estudian las horas de duración que conlleva cada trabajo. Y que encima A. Ernaux tuviera que aguantar que el marido le recriminara que no se organizaba mientras lo decía sosteniendo con dos dedos escrupulosos y aprensivos un trapo de limpieza, pues tiene bemoles el asunto. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Aquel alto ejecutivo junto a tantos “hombres de la casa” no debía ser molestado por el griterío de los niños ya que volvía al hogar cansado y era el rey del mambo que siempre encontraba en el armario las camisas planchadas por arte de magia. También es verdad que si no tienes otros ejemplos consideras normal esas formas de actuar, y si nunca has compartido dichas tareas pues desconoces el esfuerzo que requieren, por tanto no es que disculpe a los hombres de la época, culpo a la época en sí y a la clase dirigente que impuso ese modo de adocenar para vivir en aquel orden de cosas. Los hombres de hoy ya han experimentado que se gana mucho más humanamente compartiendo.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMNUFBwrvNwfdzGqf17_u7LNvXo5BZSMsKTB7zgyAB_eH8miqUIkVFy4mZwirB4eeNNQrLxZMnulgzflxeluesb4hLXhYFiV07hGjfnlBwZb-ENJDmolARv6-35jKu2J1pAOr47gHMe6JAqcMRiB8q4hRED6oWxqcw0WmjqdbLJWU342na24pye-8EVsY/s1706/AE.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="1706" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMNUFBwrvNwfdzGqf17_u7LNvXo5BZSMsKTB7zgyAB_eH8miqUIkVFy4mZwirB4eeNNQrLxZMnulgzflxeluesb4hLXhYFiV07hGjfnlBwZb-ENJDmolARv6-35jKu2J1pAOr47gHMe6JAqcMRiB8q4hRED6oWxqcw0WmjqdbLJWU342na24pye-8EVsY/s320/AE.jpg" width="320" /></a></span></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">¿Cómo se conseguía hacer creer a las mujeres que ese modo de pensar era propio de ellas y no inculcado?, pues muy sencillo: llamando guarras a quienes se salen del redil, y digo el peyorativo en todas sus acepciones no hace falta entrar en más detalles de sobra conocidos, también si eran festivas en el amor, tenían iniciativa y reclamaban atenciones a su gusto, resultaban sospechosas. Ha sido un trabajo de pico y pala, que con pico y pala por fortuna vamos cambiando.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">He reservado esta reseña para hoy 8 de marzo de 2024 porque me parece muy representativa aunque a muchas mujeres la lectura de “La mujer helada” les resulte la explosión de una madre y esposa joven insatisfecha y frustrada como ya he dicho en renglones anteriores. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Reitero que Annie Ernaux de manera muy valiente firmó con nombre y apellidos todas las etapas de su vida y prefirió la autobiografía a la ficción, sin encubrimientos y a pecho descubierto. Es verdad que las páginas son frías, que echas de menos en ellas la calidez, los sentimientos afectuosos que sin duda tuvo y que no pongo en duda, pero quiso que el espejo reflejase esas facetas y fue fiel a dicha frialdad o frigidez de cuando una mujer no se siente querida, apreciada y tenida en cuenta y por ello no puede entregar el cuerpo en el amor no correspondido. De ahí el título elegido.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Annie Ernaux refleja en su obra el mundo obrero, a la clase trabajadora, y el enfoque completa aquel tiempo que parte de los años cincuenta del siglo XX, en el que las pocas mujeres que escribían eran de clase acomodada pero también eligieron ser reivindicativas y eso las honra.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Los padres de Annie, como tantos otros pensaban que los estudios abrirían de par en par las puertas de la libertad a sus hijas, lo que no sabían es que la grieta era y sigue siendo mucho más profunda y tanto en barrio alto como en bajo la mujer continuaría siendo supeditada y sobrecargada con la misma explotación en casa y fuera de ella.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Hoy y gracias a todas las pioneras quiero destacar que el trabajo incesante que se ha seguido haciendo en favor de la igualdad no ha conllevado agresiones físicas por parte de las mujeres, ni resentimiento, ni guerra de sexos, como algunos decimonónicos quieren hacer ver, el feminismo ha sido y es inclusivo siempre, y al menos en la calle entre las mujeres de a pie se realiza de forma cariñosa, acogedora y agradable, otra cosa es el Parlamento donde por desgracia y no hace mucho, nos han hecho asistir a vejaciones verbales muy duras en algunos casos pronunciadas por mujeres, es muy triste, no señalaré para que esta fiesta sea preciosa, pero sí recordaré, como es lo correcto en esta fecha, que se conmemora por el fallecimiento de 129 obreras de la fábrica textil Cotton que en 1857 ardió, murieron abrasadas en el incendio mientras se manifestaban en contra de las largas jornadas, de los salarios bajos y de las condiciones de inseguridad en el trabajo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Un abrazo muy grande queridas mujeres de todo el mundo, es difícil que nosotras no sepamos entendernos y esa compenetración con nuestras distintas formas de pensar y de ser es en sí misma el mejor logro: la comprensión y la empatía, con todos sus matices, ha de ser siempre nuestro sello, así como la ausencia de agresividad que deja claro el contraste.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Feliz día</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pili Zori. </span></p>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-44039902740691066322024-03-07T20:40:00.005+01:002024-03-08T09:41:29.514+01:00"Gente normal", de SALLY ROONEY<p style="text-align: justify;"> <span style="font-family: arial;">La adolescencia a menudo tratada como un mal inevitable es sin embargo una etapa fundamental en nuestras vidas, el umbral que nos conduce hacia el mundo adulto, y no admite tópicos, es cierto que hay sentimientos comunes y esenciales en todas las generaciones salvo por las circunstancias variables y particulares de cada una que como es lógico producen cambios importantes en formas de pensar y de vivir. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En esta novela los protagonistas son millennials, personas nacidas entre 1981 y 1993, en ese tiempo el mundo laboral se volvió más inestable y los objetivos anteriores, tales como enamorarse, tener un trabajo continuo en el que poder ejercer los estudios y conocimientos realizados, comprar una casa y formar familia se han quedado fuera de las prioridades, aunque éstas sigan siendo deseables, pero por supervivencia las relaciones sexuales y amorosas cambian la mirada hacia futuros más inmediatos que admiten sin lucha ciertas precariedades para quienes no tienen detrás el colchón familiar. No sé si son actitudes conformistas o ineludibles, lo que sí es real es que son circunstancias más duras y los millennials y también las generaciones posteriores las sobrellevan con estoicismo y como buenamente pueden. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Las intrincadas claves del amor siempre han sido complicadas, y el enamoramiento desde que el mundo es mundo es un maremágnum de sentimientos que no tiene pautas ni normas de conducta a las que aferrarse, porque la intimidad nos hace vulnerables y hay que tirarse sin red, igual que la comunicación –que también es cada día más compleja- tanto en las relaciones familiares, las de amistad, como en las impuestas: las estudiantiles y laborales…</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDcXBJcKuE4l9qWRnYloiM7j2W63HFuts-oLvHvDSMWIq87sBON8plzUFrm_8UWyz8MNz_McQp7IlgvKdNUFh4kgERC2gdp6igi_5UMVkbjGud4FfkjdxEMfDpGg8gfOd-YSJPD0wMoPAkOuzKE_XxDsMB8ASyY4bLzeql84OiGz2GbBYsoYHhx682vjE/s341/GN.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="341" data-original-width="200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDcXBJcKuE4l9qWRnYloiM7j2W63HFuts-oLvHvDSMWIq87sBON8plzUFrm_8UWyz8MNz_McQp7IlgvKdNUFh4kgERC2gdp6igi_5UMVkbjGud4FfkjdxEMfDpGg8gfOd-YSJPD0wMoPAkOuzKE_XxDsMB8ASyY4bLzeql84OiGz2GbBYsoYHhx682vjE/s320/GN.jpg" width="188" /></a></span></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Gente normal disecciona haciendo que el lector acompañe y sienta en sí mismo lo que los protagonistas experimentan. La novela toca con delicadeza y positividad los problemas psicológicos. Y a mí personalmente me ha cambiado la forma superficial de ver una etiqueta que siempre había considerado un rasgo de conducta sexual sin más, una variante, oscuro si quieres, pero sin meterme en honduras, en estas páginas los comportamientos sadomasoquistas adquieren otra dimensión más profunda que responde a un pasado, la necesidad de dañar o de que te dañen, de dominar o de someterse tiene un origen que no produce necesariamente placer físico ni anímico en la novela, pero que utiliza la sexualidad para darle cuerpo a una malentendida necesidad de guía puesta en las manos y en la voluntad del otro, es decir: dejarse llevar acatando. Como es natural, y no es un concepto manido, por suerte el amor con toda su complejidad es la tabla de salvación, el aire puro que limpia y que se respira durante el recorrido de esta historia tan preciosa.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">También es cierto que las páginas están llenas de alcohol, en toda Europa se bebe mucho y se normaliza la ingesta asociándola a la fiesta y a las relaciones sociales para que sean más desinhibidas, pero a la larga tendrá su precio imagino, ¡ojalá que no sea alto!, no me quiero poner en plan frau Rottenmeier.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La novela es bellísima, con un juego concreto y condensado que va partiendo de fechas en las que leemos y vemos primero el acontecimiento, el detonante psicológico e íntimo que ha marcado un cambio por dentro en los protagonistas, una incertidumbre, un dolor, o una inmensa alegría en la relación de los dos personajes a la que aún no saben ponerle nombre, ni palabras o explicaciones a lo que sienten el uno por el otro y a su vez por sí mismos… y después, páginas más adelante contemplamos el desarrollo, y el por qué, de dicha turbulencia, todo el crecimiento personal se produce dentro de ese embarullado descubrimiento -que van desmenuzando por separado y a su vez juntos- de lo que sucede en ellos cuando están en contacto: no saben de qué están compuestos su inercia hacia el otro, la atracción mutua, ni el tándem tan potente que forman. </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjv2A1GCFEHNLSTZRLqHeCIExAkLNXtR1u0ffm18ujp6RMtc51UctbHPlV7yF7UGx5YfNbCi7uewH3FHc1vWGP-c9O7zRQGpyF2MAPXyzBF9xQ0n0U8qBxyUK77XscoAqCRk3r1Ann32vr2w9bPLEXIyJknwMOR7GwW_1nqUOEgpIikPI1I2GxyaHNbvVQ/s1706/SR.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="1706" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjv2A1GCFEHNLSTZRLqHeCIExAkLNXtR1u0ffm18ujp6RMtc51UctbHPlV7yF7UGx5YfNbCi7uewH3FHc1vWGP-c9O7zRQGpyF2MAPXyzBF9xQ0n0U8qBxyUK77XscoAqCRk3r1Ann32vr2w9bPLEXIyJknwMOR7GwW_1nqUOEgpIikPI1I2GxyaHNbvVQ/s320/SR.jpg" width="320" /></a></span></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La cobardía de Conell al negarla como Judas, y no invitarla al baile de graduación, para seguir perteneciendo al grupo de populares ¿superficiales? en el que él es una estrella, es humillante, y la conformidad de Marianne que no cree merecer la atención del “selecto” marcada como está por una infancia y un entorno familiar complicados, marginada como un verso suelto y excluida de cualquier grupúsculo estudiantil, ¿por envidia?, ¿por bullyng?, ¿por personalidad y valentía a las que no renuncia por afán de aprobación aunque sufra?, a mi juicio merece un debate pormenorizado y reflexivo que cambie los conceptos de inclusión y de exclusión, y que elimine el puñetero "qué dirán" que tanto daño nos hace.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Ambos, Conell y Marianne son muy inteligentes. Él, hijo de madre soltera –el personaje de Lorraine es maravilloso y fundamental para poner a su hijo en su sitio sin paños calientes, de forma amorosa pero justa- y ella Marianne perteneciente a una familia acomodada para la que la madre de Conell trabaja como limpiadora. La madre del protagonista, como ya intuiréis, es una extraordinaria guía y un gran apoyo para él, le dio a luz con 17 años. Marianne sin embargo está completamente desamparada en un entorno de clase alta, despectivo y sutilmente cruel. Los lectores recorremos los renglones deseando tenerla abrazada. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Acompañamos a los protagonistas Marianne y Conell desde la adolescencia desarrollada en el instituto hasta la universidad. En la universidad cambian las tornas, allí ella es la destacada, aceptada y querida en el grupo, y su belleza, más sutil y llena de matices de estilo y su personalidad son bien acogidas. En el instituto gustaban más las barbies tetonas y de sensualidad más tosca y evidente, como es lógico en el despertar al sexo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Como véis he sido cuidadosa para no desvelar detalles intensos y relevantes.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Deseo que os quedéis con ganas de adentraros en esta novela que generó a su vez una serie televisiva muy aclamada que tengo muchas ganas de ver porque fue muy exitosa. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Un abrazo y hasta el próximo encuentro con los libros, el cine y las series.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pili Zori</span></p>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-91443176644686485862024-02-06T20:02:00.020+01:002024-02-07T11:56:33.373+01:00LA AMIGA ESTUPENDA, serie de TV<p style="text-align: justify;"> <span style="font-family: arial;">Basada en la trilogía de la ¿autora? Elena Ferrante, (enseguida explico las interrogaciones).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Vaya por anticipado que no conocía ni el éxito tan meteórico de las novelas ni tampoco el de la serie, de modo que me la he bebido con mirada virgen y sin estorbos circundantes externos a ella, he caminado con ansia al lado de todos los personajes y acontecimientos completamente entregada y sin salirme de la pantalla ni un segundo para analizar pasajes, fotogramas, planos, diálogos, voz en off… como suelo hacer, llevaba mucho tiempo sin sentir tanto interés apasionado por piezas de cine, pero al terminar de verla he cometido el error de buscar bibliografía de la escritora, también de los directores y equipo de la serie y, cómo no, del magnífico elenco de intérpretes, y me he topado con varias incertidumbres desasosegantes que me han hecho sentirme engañada, ingenua y estafada, hasta que pasados esos primeros sentimientos y sensaciones me dispongo a ir por partes como diría Jack el destripador. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Antes de comentar la serie hablaré primero del hallazgo que supusieron los libros de Elena Ferrante como éxito sin precedentes.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">EL ESCÁNDALO.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Me pregunto: ¿Fue un producto editorial elaborado a propósito para mujeres lectoras, con estudio de mercado incluido y toda la veneranda que asegure el llenado de la buchaca? </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Puestos a pensar mal… Enseguida lo desarrollo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No me parece de recibo que ahora los hombres tengan que parapetarse tras nombres de mujer para ser leídos como ocurrió con las mujeres escritoras en otro tiempo, nadie, ni ellos ni ellas han de recurrir hoy a ese subterfugio, es más, me parece una mofa irrespetuosa hacia todos los avances conseguidos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">BAJO PSEUDÓNIMO.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Al parecer se produjo un gran alboroto en su día, porque se puso en duda si Elena Ferrante era en realidad un hombre, dado que la susodicha se mantenía en el anonimato y sólo aceptaba entrevistas que pudiera responder por email y no mostraba imágenes de sí misma.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Según cuentan o especulan (porque una vez sembrada la duda una ya no sabe si todo puede formar parte de la misma creación artificiosa de un producto editorial con fines exclusivamente lucrativos) u</span><span style="font-family: arial;">n periodista depredador y sin escrúpulos a la hora de traspasar los límites deontológicos, escarbó y siguió el rastro de las cuentas bancarias y afirmó que había descubierto que la verdadera Elena Ferrante era Anita Raja, una escritora, más conocida como ensayista y traductora de obras literarias alemanas que como novelista, y esposa del aclamado narrador Doménico Starnone. Así fue como, supuestamente, el fisgón desbarató el misterio. Pero la</span><span style="font-family: arial;"> falta de credibilidad de dicho "periodista", al que no nombro para no darle más cobertura porque no me parecen honestos sus métodos -explico con un ejemplo por qué lo digo: por lo visto, entre sus muchas virtudes, el fake news se inventaba entrevistas morbosas con famosos-, hizo que otros investigadores -también del periodismo- finalmente confirmasen dicha identidad siguiendo la pista de las suculentas ganancias por los derechos de autor, de modo que en este caso tuvo razón -naturalmente hablo de oídas y “leídas”, pues no me extrañaría que el rastreo a su vez también formase parte del engorde del producto ya que montajes más rocambolescos y prolongados en el tiempo se han visto, que se lo pregunten a Tele 5 que proviene de allí. De todas maneras, la escritora es una persona privada, no es una política que tenga que dar explicaciones de su patrimonio, ni delinque por ganar dinero con su trabajo, ya se esconda o se exhiba en público. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Es lo que tiene la pérdida de la credibilidad, que te estropea la fe. No sé qué es cierto o mentira en este asunto, pero la duda está sembrada y crea desconfianza en todo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Me pregunto ¿y qué trabajo cuesta decir la verdad?, si lo escriben entre dos, o entre cuarenta y la madre, ¿cuál es el demérito? ¿lo de siempre?, ¿que la literatura escrita para mujeres no merece la pluma o la rúbrica de un renombrado?, ¿a qué viene este juego –si es que lo fue- que hace que el lector o espectador se sienta manipulado desde púlpitos o altas esferas? nadie es quién para situarse por encima, ¡qué se han creído!, un libro como he dicho en otras ocasiones lo puede leer igual un rey que un mendigo, intelectuales o autodidactas... En fin, todo el mundo puede entrar en las páginas que le plazcan sin que tengan que decidir por él o por ella lo que le va a conmover, tiene derecho a elegir aunque se vea limitado a hacerlo dentro de la oferta que hay, pero escoge al fin y al cabo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">FEMINISMO</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Aclaro -aunque a estas alturas no debería hacer falta- que no me molesta en absoluto que un hombre sepa usar voz de mujer, al igual que una escritora puede utilizar voz de hombre, al contrario, celebro ambas, y partiendo del feminismo tampoco creo que sea necesario esclarecer que la noble lucha por la igualdad incluye a los hombres, ni pienso que a estas alturas haya que volver a explicar que no es una guerra de sexos, ya cansa. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Me mosqueo mucho si pienso que se han reído de mí o que han decidido a qué clase de público lector pertenezco, y si existe dicha clase, o que se crean con derecho a experimentar conmigo como pigmaliones pensando que seré previsible y decidiendo lo que me conviene. Por esa misma razón no he querido leer nada del famoso trío tramposo "Carmen Mola" en general sentó como un tiro que les salió por la culata. Aquí se firma con nombre y apellidos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Añado que me parece genial el trabajo en equipo y que tanto para la literatura como para el cine la recopilación, la labor documental, testimonial o las historias referidas son imprescindibles como alimento y materiales de construcción para la estructura y no restan valor creativo al escritor o escritora. En los talleres del Renacimiento había aprendices y ayudantes para el trazo gordo. ¿Por qué no reflejarlo, entonces?, ¿por qué ocultarse bajo pseudónimo?, ¿acaso es escritura menor para todo un señor premio Strega?, si es que el prestigioso “marido de…” tiene algo que ver, ya he dicho que no afirmo, tan sólo conjeuro a tenor de lo que he leído, ¿o es que ella -la esposa de...- es menos que él y esa sombra de éxito comercial empaña la categoría del galardonado? Lamento ser tan mal pensada. Y como deseo estar equivocada yo también juego y ahora argumentaré lo contrario </span><span style="font-family: arial;">dando paso a mis contradicciones:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">¿QUIÉN SE PUEDE PERMITIR EL LUJO DE NO HACER BOLOS?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">He comentado que iba por partes como Jack el destripador, por ello doy un giro al despiece y sigo especulando, esta vez a la inversa. Vamos con el juego.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Otra hipótesis:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Es cierto que un autor o autora pueden ser brillantísimos con el lenguaje escrito, puesto que permite corregir, subir bajar, colocar párrafos en lugares distintos, quitar, poner…, pero no tiene por qué resultar igual de deslumbrante con el lenguaje oral en el que los interlocutores producen interrupciones y mil cosas que influyen y afectan a la conversación y a la agilidad mental y verbal, es expuesto, da vértigo y comprendo perfectamente que algunos autores prefieran escribir, que es lo suyo, y quedarse en su casa, se supone que el trabajo de promoción le corresponde a la editorial, pero actualmente los narradores han de ir de encuentro en encuentro como el arca del turronero, y a la gran mayoría le gusta ese contacto con sus lectores, ese periplo se le da bien y suma, pero no a otros con mayor timidez y menor disponibilidad, y los bolos no tienen por qué ir incluidos en el sueldo, no somos estrellas del rock, ni reyes del mambo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Así que a partir de aquí voy a ser bien pensada, y a seguir con otra suposición, me pongo en el lugar de Anita Raja y si ella prefirió parapetarse bajo el pseudónimo de Elena Ferrante y estar tranquila en su despacho y el misterio ha favorecido su escritura, pues me alegro y retiro lo dicho pidiendo perdón, que su narrativa sea más populachera o al contrario, más elevada, queda a criterio del lector que es soberano.</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: arial;">***</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">LA AMIGA ESTUPENDA</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2-xj9jOr_dGpga-MbY7n-iPOgllmc8y-OEDzCCKMgZdDVo5fe32EjRQz5VWUe2xaqyJsgsS86M-RiR2lUqCYIwjNHWFeYzqdelE1DohaTZKNv9WdlWVIRDI5PlXUwH9lRhJIZO8Kig6ecjbpV5iqWwct8JWt8WA9Rh-Nzyn-3QwliBntVVYl3-24gUJg/s340/LAE.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="340" data-original-width="340" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2-xj9jOr_dGpga-MbY7n-iPOgllmc8y-OEDzCCKMgZdDVo5fe32EjRQz5VWUe2xaqyJsgsS86M-RiR2lUqCYIwjNHWFeYzqdelE1DohaTZKNv9WdlWVIRDI5PlXUwH9lRhJIZO8Kig6ecjbpV5iqWwct8JWt8WA9Rh-Nzyn-3QwliBntVVYl3-24gUJg/s320/LAE.jpg" width="320" /></a></span></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Ahora sí, ya puedo hablar de la serie que me ha encantado incluso con las pequeñas pegas que podría ponerle en partes sociales que me parecen algo esquemáticas y resumidas, porque el global es impresionante en todos los sentidos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Es el retrato de un tiempo en evolución desde los años cincuenta del siglo XX, tan parecido al nuestro en los barrios de clase trabajadora que la similitud apabulla, esta vez contado y protagonizado por mujeres, que desmenuzan su interior descarnadamente, sin importarles si quedan bien o mal, pero con enorme ternura de fondo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Contemplamos todas las relaciones de dominio y sumisión que se producían en los hogares, vemos como se institucionalizaba y se aceptaba el maltrato físico y anímico porque no había otros ejemplos posibles y se admitía como normal esa conducta hegemónica, observamos la lucha de clases y también el desclasamiento cuando los hijos se avergonzaban de sus padres, cuando legítimamente querían dejar atrás su origen sin salidas e intentaban entrar en otro estatus supuestamente mejor, pero cuando lo conseguían descubrían con tristeza que para la mujer no había muchos cambios en una posición o en otra, en una ideología de izquierdas o en otra conservadora, a ellas invariablemente siempre se les hacía caer en lo mismo: dejarlas relegadas a la crianza de los hijos, al cuidado de la casa, y que se buscaran la vida y el hueco para seguir estudiando si así lo deseaban o ejerciendo su carrera entre fregado y planchado. Talentos dolorosamente perdidos de la época e irrecuperables en pro, a menudo, de parejas más mediocres.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Dos niñas extienden su amistad durante toda la vida con un vínculo irrompible en el que se salpican alternativamente las envidias y los estímulos mutuos, pero bajo los pequeños odios y rivalidades siempre está el gran amor que las sostiene, una es superdotada pero la precariedad y el pensamiento obtuso de la familia le impiden estudiar, no ve el modo de salir del pozo de la miseria, e intenta, acertada o equivocadamente, abrirse paso de distintas maneras, siempre se tira sin red, y cuando puede estudia por su cuenta, la otra sí consigue llegar a la universidad con beca y escribir y que su obra se publique gracias a la editorial de su suegra, privilegio que le viene dado por casamiento aunque su literatura sea buena, se ha arrimado a un buen árbol como se suele decir, pero no hay gran diferencia en el reparto de tareas o estimas entre el barrio alto y el bajo, ni en las imposiciones. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Me encantan los descubrimientos de las dos, lo que se cuentan y lo que deciden omitir, su brutal sinceridad tan odiosa a veces, las amas a ratos y otros las detestas. Las interpretaciones son magníficas, cada minúsculo gesto introspectivo captado por la cámara es hipnótico. Nadie nace enseñado, los abusos y el descubrimiento del cuerpo y del placer propio dentro de sentimientos ambivalentes está plasmado con maestría insuperable, se iban descubriendo a sí mismas a base de caídas y tropiezos, de desilusiones muy duras, de aprender mirando a los demás para interiorizar, no para imitar, puesto que son genuinas, una es más instintiva, más echada para delante, en apariencia, pero también le resulta difícil saber lo que quiere sin replegarse al deseo que despierta en los hombres usándolo mal a veces, dominante, caprichosa e incluso malvada en algunos momentos, pero siempre dispuesta a asumir los errores pagando todas las consecuencias, la otra es la dependiente, también en apariencia, la dulce, la sensata, la prudente la que sosiega y calma, hasta que comprendemos que sus escollos son iguales o mayores, y que hace menos ruido pero se impone del mismo modo cuando aprende a escucharse por dentro, ambas prueban lo que se espera de ellas hasta que comienzan -tras humillaciones sutiles y también toscas- a encontrar su propia voz.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Las dos provienen de un barrio pobre situado en Nápoles en el que transcurrió la infancia de una generación que ya empezaba a romper con la anterior, un microcosmos cerrado en el que se anticipan las revueltas fascistas, el poder de las familias mafiosas, a las que se les rinde pleitesía por miedo y también por admiración hacia su dinero y por deseo de tenerlo sin venderte o la rendición hacia quienes lo tienen, la lucha universitaria junto a la obrera en la que también había que limar el soterrado desprecio mutuo u orgullo mal entendido, clasista, puede que de ida y vuelta y por ambas partes, antes de saber caminar juntos, también el "obrerismo" se subió a la cabeza. Y ellas prisioneras en cualquiera de los ámbitos dirigidos por el modo de pensar preponderante de los hombres que ellos no sabían poner en cuestión, con la ley del embudo lo ancho para mi y lo estrecho para ti, yo sí puedo tener amantes pero tú no, así pasaba, que quedaban sumidos en la perplejidad cuando eran abandonados por desamor. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Un mundo puesto patas arriba en la búsqueda valiente de ellas que se tiraron al vacío, porque tanto si trabajaban dentro o fuera de la casa, tanto si tenían bellas jaulas y hermosa ropa en los armarios, como si no, la explotación resultaba similar y la necesidad de aprobación y de recibir permiso para ser, no para tener, también. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A las claras o con trampas se las ingeniaban para rebelarse tirándose sin paracaidas, porque como he dicho otras veces la represión, institucional o privada, termina por reventar a las personas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Encontraremos la forma de entendernos como sociedad, metiendo también las piezas íntimas de hombres y mujeres para que el puzle se pueda terminar y que todo encaje, sólo así podremos verle las ventajas a prosperar amándonos sin dominios ni sumisiones, buscando la comprensión y la forma de hacer equipo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Mientras tanto seguiremos escuchando la voz de las mujeres y mirándonos de verdad y sin miedo en espejos como éste, el arte sirve para pulir el azogue en el que se reflejan con nitidez cualidades y defectos, vergüenzas y también dignidades. Mi generación perdió mucho para darselo todo a los que vinieron después. La gratitud no está de sobra.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Un abrazo y hasta el próximo encuentro con los libros, las series o el cine.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pili Zori</span></p>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-28186297127194090932024-01-21T18:51:00.021+01:002024-01-25T10:47:16.433+01:00"La familia", de SARA MESA<p style="text-align: justify;"> <span style="font-family: arial;">Me ha impactado, me ha robado el sueño y la he leído en tres atacadas con cara de fastidio cuando tenía que salir de las páginas por atender otras tareas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Es la primera novela de esta escritora que he tenido entre las manos, y ahora me apetecen todas, tengo tanta lectura pendiente que me agobio con la larga lista, lo cierto es que el señuelo me lo puso Isabel Coixet al adaptar para su cine “Un amor”, otra de las obras de Sara Mesa. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Coixet es para mí “Palabra de diosa, te alabamos señora”, otra magnífica de la introspección: la sutileza más difícil del séptimo arte, ella la logra con la imagen captando siempre el interior de sus actores a los que dirige y pauta con una sensibilidad estratosférica, y Sara Mesa con la palabra.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Escuché a Isabel decir que su nuevo largometraje "Un amor" -usó el título homónimo- se hallaba a caballo entre sus filmes anteriores “La vida secreta de las palabras” y “La librería” así que para qué os cuento, tengo ansia por verla, y con la humildad que la caracteriza se mostró preocupada por si a la autora no le gustaba cómo la había adaptado. Por suerte a Sara Mesa le encantó, según dicen. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Si hubiera que especificar con exactitud qué es la introspección en literatura el diccionario enciclopédico definiría: Sara Mesa. Dicho buceo es diferente al monólogo interior que hace que el lector escuche y lea los pensamientos que se producen en la cabeza del personaje, la introspección sin embargo es el escáner cuyos resultados quienes leen piensan que deducen por sí mismos ante los hechos y la analítica que les muestran -sin juicio aparente por parte del autor- ahí está la gracia de la complicidad, y esa herramienta, construida sólo con lenguaje escrito es la maestría: hay que crear la atmósfera sin apenas describirla y también el subliminal con hondura de iceberg, dicho en términos sencillos: hay que conseguir que entre las líneas esté situado el párrafo más largo, principal e invisible en apariencia y que el lector lo vea tal y como su autora -en este caso- ha querido que él lo mire para hacerlo visible. En definitiva, se trata de escribir pero sin plasmar en el papel, esa es la creación de ambientes y atmósferas a las que me refiero y que consigue que entremos y caminemos junto a los personajes como unos más ocupando nuestro lugar.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Sólo de ese modo se pueden ver desde tan cerca las grietas de los enigmas que acarrea esta narración en la que el patriarca proclama: “En mi familia no hay secretos”, y por ello prohibe que Martina use el diario con candado que con tanta ilusión compró. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Respiramos el mar de fondo de intolerancia que anida bajo esa férrea educación que en realidad no es otra cosa que control y poder del padre además de doma y sometimiento con obediencia incuestionable. La soberbia y la altivez no son patrimonio exclusivo de los adinerados: Damián proviene de una familia de "intelectuales", pero no hay nada más lejos de la intención de la cultura que la de ser usada como arma arrojadiza o rasgo de superioridad, precisamente es lo contrario, el conocimiento nos iguala. La buena imagen que este matrimonio ostenta de cara al exterior es impostada, ¡Oh!, ¡son tan corteses y educados! -dice la vecina peluquera a la que Damián mira por encima del hombro y con desprecio sin que ella lo perciba. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Cuántas veces culpamos al que responde a gritos y pierde los papeles sin tener en cuenta el torniquete al que le someten los de a la chita callando, los "educaditos tan distinguidos" -pico y pala, pico y pala con constancia inusitada-, esos que guardan las formas mientras te pisan el cuello, los que meten el dedo en la llaga y lo retuercen. Después el malo o la mala es el que explota o la que revienta. Tiene narices el asunto.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Sara Mesa desenmascara una forma de conducta institucionalizada y bien vista de enorme falsedad que es muy dañina, aunque tampoco deja títere con cabeza en la balanza ecuánime porque sabe matizar y no es maniquea, en sus páginas ninguno de los protagonistas se salva de la reprimenda implícita, y ella nos presenta la luz y la sombra de cada miembro del curioso clan. No sé si los odia o los ama, para amar hay que aceptar al otro con el equipaje completo, tampoco sé si es o no compasiva y comprensiva con cada uno de ellos por separado o con la familia entera en sí, o si simplemente se limita a exponer o denunciar la hipocresía de las apariencias y los estragos que éstas causan, no sé si señala la mala energía que subyace bajo la intimidad de esta coral; o los complejos de superioridad disfrazados cuando en el fondo tal vez lo que el "jefe de la casa" oculta es el sentimiento de fracaso por querer y no poder, o todo junto, quizá la autora tira de la manta para que sepamos de una vez por todas que hay formas de vida obsoletas, ella hace su crónica, el lector decidirá sus conclusiones, por mi parte creo que la novela saca a la clara luz del sol las grandezas dentro de las miserias, pero también redime porque en el pecado ya va incluida la penitencia, si se me permite la expresión antigua, y quien esté libre que tire la primera piedra. </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQ9UWFayFiGerRgRSCwOc61VV0LE8FdcQaxM86chijoonqDUwHpegT07XRqNwWIX4exMGU_U2nYlzXFohR85x2fU8vZbAERRWmbBRw6vow1i79NeoxYOVXwJXkKeUNtkYbRLL1hdypALZWbP-w6vCYBcCUMOME-NBEuKlaILe5dUA29y8Xe58XJJR2h-o/s567/LF.jpeg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="567" data-original-width="360" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQ9UWFayFiGerRgRSCwOc61VV0LE8FdcQaxM86chijoonqDUwHpegT07XRqNwWIX4exMGU_U2nYlzXFohR85x2fU8vZbAERRWmbBRw6vow1i79NeoxYOVXwJXkKeUNtkYbRLL1hdypALZWbP-w6vCYBcCUMOME-NBEuKlaILe5dUA29y8Xe58XJJR2h-o/s320/LF.jpeg" width="203" /></a></span></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Mesa nos habla de los infiernos del hogar, de los acorralamientos psicológicos infligidos subrepticiamente por alguien que sólo en su casa se puede erigir como rey con la fuerza de sus argumentos manipuladores y amparado en sus creencias – y es que hay también “religiones” laicas e ideológicas que algunos usan con igual fundamentalismo- y me gusta que el libro recalque ese matiz. Fuera de la casa es posible que Damián sea un pusilánime y sus aires de grandeza se esfumen. Dejo ahí la especulación para no desvelar. Vosotros mismos sacaréis vuestras propias deducciones. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Otro tema interesantísimo para debate es el del capítulo Uña y carne, en ese compartimento están fotografiados los entresijos de la amistad: cuando no sabes si significas lo mismo para la otra persona que ella para ti, es decir, se pone en cuestión la reciprocidad, y en ese punto me surge la pregunta ¿es necesaria o basta con saber a quién quieres tú sin tener en cuenta si eres correspondido o no? ahí lo vuelvo a dejar. También señala el chantaje emocional de quien se siente víctima y apela a la culpabilidad del otro, no deja de ser una forma más de abuso de poder invertido, la otra cara de la moneda.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A lo largo de la narración Sara Mesa nos irá mostrando los ingredientes de dominio o sumisión -en mayor o menor escala- que se producen en todos los ámbitos, no sólo en la casa. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La composición de la novela es muy bonita, armoniosa y equilibrada en sus detalles simétricos, la escritora alterna en forma de pulsera pasajes de la infancia con otros que se producen cuando los protagonistas son adultos, y establece engarces de estructura que conjuntan y cuadran con métrica equilibrada de prosa poética, en ellos vemos claramente las consecuencias de todo lo inculcado en la niñez y que todavía no ha sido liberado.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Por fin, asistimos a las catarsis tan deseada de todos los hijos en su etapa adulta, cada uno en un lugar y momento distintos y aplaudimos hasta con las orejas mientras respiramos con alivio su libertad interior. Y con asombro tomamos conciencia de que la lectura nos ha tenido en vilo y en tensión como si estuviéramos ante un thriller psicológico sin serlo, pero que reúne todos los ingredientes de suspense, incertidumbre y misterio mientras nos repetimos una y otra vez con el pulso acelerado ¿y ahora qué va a pasar? </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No os preocupéis, no estoy desvelando ninguna trama de la hipnótica pieza que es La familia. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Los sentimientos de amor odio que este hombre genera en su mujer y en sus vástagos han sido y aún son muy comunes en nuestro mapa.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En las páginas hay metáforas y símiles, al menos así me lo parecen, atinadísimos y muy bellos que no pasan inadvertidos a nuestro inconsciente y calan en él, como por ejemplo que Laura, la esposa, es más alta que Damián, su marido, de inmediato comprendes que estás viendo otra clase de estatura moral. No los enumeraré por orden de aparición aunque en el libro sí creo que tiene importancia la forma de colocarlos, pienso que dichos símiles y metáforas no están puestos al azar y que se encuentran en su lugar exacto, justo en el que tienen que estár.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Por ejemplo, observaremos que el perro del vagabundo tiene los mismos tonos de color en el pelo de la cara que el cabello de un chico con el que sale Rosa a escondidas con nocturnidad y alevosía. El parecido no está escrito al azar. </span><span style="font-family: arial;">Ella compra un bocadillo al indigente y se sienta a su vera con sentimientos encontrados que se debaten entre justicia y vergüenza, al mismo tiempo, por quienes puedan verla con él. La escena dibuja la errática vida de la chica, el vagabundeo que de algún modo representa la necesidad de escapar, de buscar su lugar, ella también está marcada por aquel encierro infantil y adolescente de casa sin televisor, ni regalos de cumpleaños, ni de reyes, ni helados ni pasteles, ni alegrías o celebraciones, carencias que no se debían a la penuria económica, Damián símplemente actuaba así por principios de austeridad quizá sin saber que hasta Gandhi, su figura idolatrada, tuvo sus peculiaridades. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Las cenizas del volcán que paralizan los vuelos se vinculan con otras de réquiem, ya descubriréis a qué me refiero con ese paralelismo, y qué clase de relación tienen con el desconocido que se acerca a Rosa en el aeropuerto.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Y nos vamos a otro detalle sin importancia aparente: El ciclamen que le regala Rosa a Yolanda -la chica con la que comparte piso- se marchita enseguida al igual que su amistad. Cuando eres tú quien alquila habitación dominas al alquilado. Nás tarde vemos que en la fiesta de la terraza muestra el corazón, pero la moralina burguesa se impone y también el juicio sumarísimo en esos "abiertos", "modernos" y "glamourosos progres". De nuevo "no te fies de las apariencias Rosita porque engañan". No abundan mucho los espíritus libres que te quieran sin juzgarte y con todos tus tropiezos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Hay en la novela un equilibrio de justicia poética para cada uno de los personajes. Como reitero a menudo la vida es un boomerang y todos -tarde o temprano- experimentamos el daño que hacemos a otros, y de algún modo, al darte cuenta, quedas en paz y si puedes resarcir resarces. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Aunque pensándolo mejor en mi opinión quien más pierde es Laura, la madre. Es muy fácil decir por parte de quien no está sumida en esa situación: pues que se hubiera ido que ya había divorcio, ¿tan sometida y tan alienada? Autorescatarse no es tan sencillo cuando has vivido en el deseo del otro y ya no encuentras la frontera ni el límite y no sabes dónde empieza tu persona o dónde acaba si está abducida dentro de la vida de él. Por eso el dominio psicológico es tan complejo y difícil de definir. No basta con llamarlo tóxico.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Un llanto inesperado, purificador, o penitente -no voy a descubrir quien llora- visto en secreto desde la rendija de un armario, me alegró mucho. Me gusta redimir y pensar que la gente no es mala sino que a veces está equivocada. No sé cómo lo interpretaréis vosotros. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Como he dicho en otras ocasiones y volviendo a la admiración sin fisuras que algunas personas profesan a los idolatrados santos laicos, creo que no hay que confundir la obra con el autor, tampoco estoy de acuerdo con aquello de "por sus obras los conoceréis" ya que se pueden tener buenos actos con toda la mala leche, así que las intenciónes también cuentan. Lo bueno de Picasso era su pintura, sin embargo su vida fue otro cantar y sus principios se los saltó en multitud de ocasiones, todos dejamos mucho que desear en etapas determinadas de nuestra existencia, aunque como también he repetido hasta la saciedad en otros momentos, comprender no es justificar y de una manera u otra siempre pagamos las consecuencias, lo importante es darse cuenta para poder cambiar y Sara Mesa subraya e indica el origen del mal con nítida radiografía. Al menos así lo he sentido al transitar por su escritura, de forma subjetiva sin duda, cada lector hace su lectura. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Por suerte el concepto de familias "modélicas" está cambiando la mentalidad de el "ordeno y mando", y "en esta casa se hacen las cosas así", o "porque lo digo yo" -al menos eso espero- por espacios y hogares llenos de amor en los que se lidian los conflictos comunicándose con más o menos acierto o torpeza, pero dejando a sus miembros hablar, decidir y desarrollarse.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Dicen que en las novelas de esta autora abundan los personajes que roban sin ser cleptómanos –detalle que trata en sus libros de pasada o más a fondo, según lo necesite, pero que está presente en casi todos- y que estos delinquen en grandes almacenes para no dañar a los comercios pequeños.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No me gusta el hurto en cualquier ámbito, considero que tiene repercusiones para el trabajador que atiende al ladrón, en las que también hay que pensar, o perjuicios injustos para alguien que con su sueldo ha de cuadrar caja o perder su puesto, porque aunque el comercio de gran superficie tenga seguro que cubra las sustracciones, el empleado no se libra de la represalia. Naturalmente estoy más que de acuerdo con la lucha obrera y ciudadana que se manifiesta contra los robos que sufrimos en sueldos y en servicios. Pero en el caso de la novela comprendo el significado de revancha con la vida que el acto tiene por esa infancia usurpada, el personaje roba por compensación y reparación aunque yo no lo comparta. Perdón por el inciso.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuVHFBIFK6yOuqTCGz4LZljWn9_NCc5cfM2p7yRZArrfIM3faGC-nB5RtREmqitFfrflTNE9jmtgTtWZRTO6r4QK22erwd1EGiz0cHsZS6rKZ0gFO-yd2I8AUmSf3AuXR87Ei7lJE-Jcq0hQ74uM6n54mi3WAeQVpud-MA1AsFhsTaNyyIopzJbsKD5dM/s320/SM.jpeg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="320" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuVHFBIFK6yOuqTCGz4LZljWn9_NCc5cfM2p7yRZArrfIM3faGC-nB5RtREmqitFfrflTNE9jmtgTtWZRTO6r4QK22erwd1EGiz0cHsZS6rKZ0gFO-yd2I8AUmSf3AuXR87Ei7lJE-Jcq0hQ74uM6n54mi3WAeQVpud-MA1AsFhsTaNyyIopzJbsKD5dM/s1600/SM.jpeg" width="320" /></a></span></div><span style="font-family: arial;"><br />Todo lo reprimido estalla. Y Laura, la esposa, en un par de ocasiones revienta, no voy a justificar el modo, pero sí puedo entender la causa y la saturación.</span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En fin, estaría hablando sin parar de cada página, del tío materno Oscar y de cómo su cariño y su dignidad sencilla y la alegría de vivir son ensuciados en ese diario de Damián que en el despacho de su cuñado está a la vista como propugna el progenitor, “en esta casa no hay secretos”, diario igual que aquel de Martina al que se le prohibió el candado… </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Hablaría de la generosidad de la señora de las ojeras, de la hucha rota de Damián hijo para no decepcionar al padre por su precaria recaudación; del alcohólico menospreciado que por serlo no es bien atendido cuando sufre un desmayo grave. No os descubro el resultado final ni la causa de su desmayo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Añadiría que es mayor el miedo de que se enteren en su casa que la agresión que Rosa recibe, hasta ese punto llega el dominio psicológico que es la peor cárcel del alma.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Comentaría el dibujo de “Gambi” por el que Aquilino, el menor, recibe un bofetón, por suerte Aqui -consiguió que su anticuado nombre se convirtiera en diminutivo- es el menos influenciable, más astuto y paradójicamente más respetado. Es el ave “Félix”. Y es que siempre habrá quien sepa utilizar la estrategia impuesta para escapar del dominio sin necesidad de marcharse.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Me entretendría relatando el sentimiento de Martina hacia la maestra tan afable, tan amiga, que al final llama a sus padres, Laura y Damián son adoptivos, también en ese caso se abre un buen coloquio sobre el sentimiento de intrusismo, el de estar fuera de sitio cuando la familia está rodada y llegas tú sin ser bebé.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Reflexionaría en cuanto a la confianza traicionada, el mundo de los niños y el de los adultos invariablemente entra en conflicto hasta con las mejores intenciones. Puede que sea una preparación para la supervivencia. Pero es triste. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Y por fin estamos tras la rendijita. En ese capítulo nos asomamos -junto a dos de los protagonistas- por una ranura para ver algo que cada lector interpretará a su libre albedrío, es decir: como le dé la gana. En la escena contemplamos furtivamente ese llanto del que hablaba en renglones anteriores. ¿Por qué o por quien llora? Tendréis que leer para averiguar la identidad, pero el sollozo conmueve y nos deja cargados de conjeturas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Comentaría sin descanso hasta sobrepasar en páginas la condensación de la novela porque Sara Mesa es sucinta, pero el contenido de esta historia es inmenso dentro de la compresión, ella no usa una palabra demás y te deja con las ganas de seguir conociendo detalles, aunque de sobra los deduzcas, no hay que pecar de voyeurismo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Dicen algunas personas que sus novelas son turbias y oscuras, yo discrepo, más bien son un espejo en el que te miras zonas muy íntimas a solas, por eso gustan tanto, si metes el estetoscopio por dentro </span><span style="font-family: arial;">se nos oyen los pedruscos y también las esponjas al escurrir, luego ponemos la hormigonera y ya en la salida pública el magma surge cribado y presentable, pero nada de lo humano nos es ajeno, y ramalazos de dominio y sumisión nos salen a todos, y deseos inconfesables también. Una cosa es cómo deberíamos ser, pensar, sentir, actuar… y otra muy distinta cómo somos en realidad. La autora se asoma con el microscopio por las fisuras para comprobar y cerciorarse de cómo somos de verdad y no le da miedo el vértigo, ese es para mí su gran logro.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">***</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">P.D. La única objeción que pongo -porque por ahí nunca paso- es por el desprecio hacia las personas con “sobrepeso” que salpica la novela y he tenido la sensación –deseo estar equivocada y que sea al revés: una crítica hacia quienes señalan y se mofan de ese rasgo dentro de ésta historia- de que dicho rechazo sí lo comparte la autora. Si no es así le pido mil perdones por el mosqueo injustificado. Pero aprovecho para recordar que hay gordos y gordas guapísimos y gordos y gordas adefesios; flacos y flacas bellísimos, y delgados y delgadas horrorosos. Ser delgada o delgado no es sinónimo de estar buena o bueno, ni gorda o gordo tampoco, pero en ambas tallas hay personas muy, pero que muy seductoras. Y el atractivo nadie sabe de dónde sale o qué conjunto de componentes lo provoca. Nos gustamos y nos atraemos en todos los tamaños y en todas las edades, basta con salir a la calle para verlo. Algunos hemos estado en las dos orillas, flacos y alargados durante un tiempo y llenos y poderosos en otro y no hemos sido ni mejor ni peor por ello, a cada uno le gusta su cada una y viceversa, o a cada uno su cada uno, o a cada una su cada una. Así que vamos a ponernos de moda y a querernos como rosas reventonas porque capullos esbeltos ya hay muchos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Un abrazo y hasta el próximo encuentro con los libros o con el cine. Gracias por leer mis cosas, cuidaos mucho.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pili Zori.</span></p>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-89958651591641567032024-01-15T13:41:00.007+01:002024-01-16T01:26:20.763+01:00CUADERNO DE NOTAS: Delicias<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> -¿Y dónde quieres que vayamos? preguntó la abuela a su pequeña mientras acogía su manita en el cuenco de la suya rugosa y perfumada como un tronco de cedro.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-Pues a merendar un desayuno yaya.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-¿Sí? y ¿en qué consiste esa merienda? </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La sonrisa se deslizó burlona -desde los ojos almohadillados y chispeantes de luz contagiada- por las rectas paralelas que desembocaban en las pestañazas de su chiquilla. La niña durante unos vertiginosos instantes la miró incrédula, su yaya no sabía muchas cosas de las de salir a tomar algo, sus papás sí.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-Pues consiste -extendió los delicados y menudos dedos de la otra palma haciendo un bucle de sabiduría paciente y explicativa- en una tostadita grande de pan de molde, no del otro, con mantequilla y mermelada de melocotón, y en otra pones tomate untado y encima jamón, el tomate es rallado -dibujó el gesto vertical de arriba hacia abajo visto en casa- un zumito de naranja y para ti, además de las tostadas -aclaró para mostrar que ya no era egoista-, un vaso de leche con un sobre de descafeinado ¿ves? me lo sé.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Si no tienes dinero yaya yo llevo -expresó con orgullo despegando levemente de la falda corta su bolso cruzado y los dos euros tintinearon.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pruden tragó una saliva dulce y pletórica que deshizo el nudo de su garganta y suspiró con plenitud mientras la sonrisa jugueteaba traviesa entre sus labios.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-No mi amor, otro día me invitas tú a una tarde de chicas, hoy me toca a mí.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La nena caminó en saltitos, que de pronto detuvo, sin soltar la mano de su abuela, para seguir caminando porque tenía seis años y con su yaya era mayor. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Al abrir la puerta de la cafetería la vaharada de aire caliente se mezcló con el del corazón de la abuela y el beso de ambas brisas se fundió y supo a suave y untuosa mantequilla y a dulce de melocotón, tan afrutado como las sonrosadas mejillas de su princesa.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Por eso cuando aquel reportero local días más tarde yendo por la calle interpeló a Pruden sobre su comida favorita de las fiestas ella contestó colmada: "Pues merendar un desayuno", el chico la miró con la perplejidad de quienes contemplan el alzheimer, ella no le aclaró que estaba lúcida, más lúcida que nunca sumida en los pensamientos tan lógicos de su pequeña, como en aquella otra ocasión en la que Prudencia le preguntó por teléfono:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-"¿Qué te cuentas?" y la nieta le respondió cargada de razón:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-¡Cómo me voy a contar cosas a mí misma si ya me las sé, te las cuento a ti porque no las sabes.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">O como cuando vio por primera vez la nieve y exclamó:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-"¡La nieve cae en mis brazos!".</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Qué lástima no haber apuntado toda su poesía desde que comenzó a hablar -se reprochó- porque no hay ciencia más exacta para ordenar mi caótico mundo interior que la suya.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">P.Z.</span></p>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-67065813967471892202024-01-15T13:39:00.004+01:002024-01-15T13:39:30.000+01:00CUADERNO DE NOTAS: La depresión<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> Nunca me atrevo a dar luz y homenaje de amor y empatía a las personas que sufren depresión, por temor a no encontrar la delicadeza apropiada en este mundo torpe que a menudo confunde la locura con la sensibilidad aguda y se aparta.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Por ello y aún a riesgo de impericia hoy deseo hacer visibles a las personas abandonadas con este mal porque no tienen dinero para pagar a un psicólogo particular, así está el panorama del culto al becerro de oro y del olvido del juramento hipocrático, del de conciencia y también del vocacional.</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: arial;">***</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">BON JOUR TRISTESSE</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Cuando el dolor del miedo es crónico y constante y se traspasa hasta lo físico, el alma se contagia y los pensamientos se hacen pus.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A veces las palabras de los otros rasgan y acuchillan sin querer por impaciencia, y la indiferencia ante las tuyas -sumidas en el silencio- hunde. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Sólo la ternura es el antídoto que sin embargo no recibes porque tampoco tú la reflejas aunque tus ojos pregunten ¿por qué me asustas?, ¿por qué te atemorizas si tengo escondido el llanto que nunca muestro ante ti?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La comprensión es la extraordinaria excavadora que en ese instante nadie tiene ganas de conducir.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Alguien te devuelve una imagen distorsionada de ti mismo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">¿Por qué te ve así? y no admite que se confunde puesto que es su tormenta y no la tuya la que habla y piensa contra ti desde algún dolor antiguo que tal vez le infligiste sin pretenderlo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">¿Qué hacer?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">¿Dejar que pase, quizá, con el deseo de que un viento justo renueve la paz natural tan ansiada y casi olvidada a causa de las fulminantes adormideras de los aleatorios fármacos?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Aunque en tu interior te den ganas de gritar ¡No estoy loco! ¡No me mires con esa faz, ni con esa mueca que no sabes morderte! ¡No son imaginaciones mías! ¡Lo que ocurre es que tú no sabes contemplar lo que yo sí veo dentro de ese mar de fondo en el que tú flotas y yo me ahogo! </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pero amigo mío nunca olvides que bajo la superficie hay mucho más caudal y ya he estado en ambas partes y al fin he aprendido a bucear.</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: arial;">***</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">P.D. Envío todo mi cariño a las personas aquejadas de melancolía y a sus familias, con el deseo de que sean felices dentro de las nubes grises y también bajo el sol que siempre sale para todos, y TODOS -no lo olviden- somos sociedad.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">P. Z.</span></p>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-75750683346083705572024-01-15T13:36:00.002+01:002024-01-15T13:36:43.009+01:00CUADERNO DE NOTAS: La carne<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> No pensaba decir nada, porque en términos políticos siento que gano escuchando ya que lo mío es más sentimiento que argumento, o quizá no, visto lo visto, y no tenga por qué avergonzarme de si mis opiniones subjetivas son o no relevantes.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Suelo ver primero por dentro a la gente, pertenezca o no a lo que a mí me adscribe, creo que es un buen método que garantiza mi independencia de pensamiento, y para mi desgracia y también mi suerte esos rayos x a menudo me hacen sufrir cuando contemplo manipulaciones injustas vengan de donde vengan. "No sufras por lo que otro deba" me recomendaba mi madre a menudo cuando yo era niña, pero se ve que mi ADN incluye la tendencia.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Que yo sepa, todos estamos a favor de que se trate bien a los animales, deseamos que pasten de la forma más libre que se les pueda ofrecer, que no se les hormone si no es necesario -lo digo yo que tengo hipotiroidismo- y que durante su vida no padezcan tortura y tampoco en su muerte. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En resumen: que se recupere la misma forma de criar y cuidar sana y libre que han tenido los ganaderos de siempre, especialmente en nuestra tierra de provincias grandes y zonas hermosas de campo, rurales... Creo que este trato es una mejora y una aspiración lógica y legítima que se sostiene, vamos a decir que es buen karma para que se entienda mejor. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No soy vegetariana, respeto que cada cual se nutra como le parezca, como al Presidente también me gustan los chuletones, pero me quedo más tranquila si sé que para llegar a mi plato no han sido inflamados, ni hacinados en vida y me parece que mi opinión está a favor de los buenos ganaderos y sus ganaderías, y por supuesto de nuestra salud, y pensaba que en esa línea nos encontrábamos todos, aunque soy urbanita y a lo peor me faltan explicaciones. Pero lo que me duele es el verdadero motivo encubierto que intuyo, y lo feo que queda usar como arma arrojadiza a un sector: </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Vuelvo a recordar de nuevo que me gustan los gobiernos de coalición, y la unidad de la izquierda con la que he soñado desde joven, es mi derecho y siempre he respetado los de los demás, y he considerado "mi gente" a personas con ideas distintas a las mías y mi cariño -me relaciono en términos afectivos, no sé hacerlo de otro modo- encuentra el puente para llegar al otro y ser bien acogida al igual que acojo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Considero -como he dicho otras veces- que no somos enemigos, en todo caso adversarios que buscan soluciones distintas para un mismo problema, nada más. Pero reitero que me gusta la unidad real de la izquierda no el "Apóyame ahora que te necesito, pero después te apedreo porque mi animadversión es visceral e irracional y me da por saco de antemano escuchar tus propuestas y ojalá pudiera estar sin ti." Es decepcionante, al menos para un electorado que sí piensa, y quiere ser representado en todas sus variantes y se lleva el chasco del siglo con los golpes bajos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No se trata de ser fagocitado por el grande, tampoco de convertirse en satélite del astro. Bien es cierto que ambas partes se benefician y que la una sin la otra no habrían podido gobernar, pero la humildad es una conquista y comienza por saber que nos necesitamos y que no hay que menospreciar, sino defender -si son defendibles- a los miembros de tu equipo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Se ve que para que un grupo funcione -incluso en política- hay que buscar el desagüe en el que volcar las inquinas dado que no hay cosa que una más que el enemigo común al que se le aplican abstracciones porque sí, para que pague el pato, para que canalice la mala leche y el afán de hegemonía o preponderancia, y es que los contrafuertes, como he comentado otras veces, sujetan al edificio, y si los horadas y derribas cae el monumento entero por muy bonito y grande que sea, por mucho pecho de fachada que saque, y nos lleva por delante bajo cascotes y escombros. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Sé que estos arranques míos me perjudican en un mundo que siempre va en comandita, y que el árbol solitario es sospechoso, pero sólo siendo así puedo dormir por la noche viendo muy bien el bosque. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La única certeza que tengo clara en esta vida es el amor, y no hablo sólo del amor de pareja, porque una si sabe a quien quiere y a quien no, y por qué le quiere o por por qué no, todo lo demás es variable, cajones de sastre con envoltorios que a menudo confunden el bienestar, la diversión o la alegría con la felicidad, y no hay rosas sin espinas, y ese es nuestro verdadero motor social, sin trampas, ni oropeles, ni cartones, detesto el subterfugio.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Me gusta admirar a quienes dirigen, incluso si no son de mi cuerda, aunque cada día es más difícil. Sin embargo en una ciudad pequeña resulta más sencillo, todo está más claro, pones rostros con los que te cruzas por la calle y les miras a los ojos y enseguida sabes. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Lo que no soporto es la injusticia, la tergiversación, el voy a esperar a que hable alguien para llevarle la contraria porque no le aguanto, porque ahora molesta a mis intereses, en lugar de contraponer criterio propio. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Lo único que quiero recalcar es que sería preferible escuchar algo como: "Ahora no se puede hacer tal o cual proyecto con los ganaderos porque hay dificultades" -de la índole que sean-, "pero la idea sigue en pie para el futuro y no es mala". </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Se trata de ir con la verdad limpia y diáfana por delante sin más, y no de estas dreas que tanto defraudan, contra el ministro Alberto Garzón en este caso, o contra todo el que se cruce en el camino. Qué aburrimiento con los pruritos de los Reinos de Taifas, y con comer tantos ajos que pican. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A ver si algún día se puede votar a cada persona y unimos así a todos los magníficos versos sueltos. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Tengo todo el derecho del mundo a echar reprimendas igual que se las puedo empaquetar a un amigo o a un familiar, lo mismo que a mí me las sueltan y no le hago la cruz a nadie, no ofenden si hay madurez, en todo caso escuecen, te rascas, te dura más o menos tiempo el dolor, piensas en ello y después sigues o no en tus trece.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No hay más que mirar mi facebook y mi vida cotidiana para comprender la diversidad de los contactos. Faltaría más.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Un abrazo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pili Zori</span></p>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-87702495444355734162023-09-01T14:02:00.007+02:002023-09-01T15:12:49.834+02:00"UNO PARA TODOS", película de David Ilundain<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> Perfecta, bonita, necesaria... </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Cuando el cine además de arte en sí mismo, es un arte aplicado. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Un maestro cae temporalmente en un ámbito rural para sustituir a otra colega en un pequeño pueblo de Aragón, él también carga con su trastienda, y aunque es tangencial el guiño, y sólo resulta relevante para el personaje, si estamos atentos a la sutileza de ver el título del libro que lee dentro de su coche y sabemos de qué trata, hallaremos algunas claves del conflicto familiar que arrastra el protagonista, y por ello muchos fotogramas después comprenderemos que todos somos maestros y alumnos a la par: una conversación con una alumna dará como resultado la llamada de teléfono que cerrará y resolverá el bucle.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La integración del nuevo maestro no es fácil, sabe que su paso por la pequeña localidad será temporal y sin arraigo, o eso cree, tendemos a pensar que echar raices proviene de la permanencia en un lugar, pero en realidad anidan en ti, tu interior es la tierra de cultivo y te acompaña a lo largo de la vida donde quiera que vas, el fruto es la experiencia y cuando Alex, el profesor, es consciente de que los compañeros han mirado para otro lado caminando sobre la superficie sin ver, o sin querer ver, nosotros también calibramos el tamaño del marrón que le cae a un docente cuando se produce el acoso, y sin justificarlo entendemos que algunos se pongan de perfil y minimicen con la expresión "cosas de críos", pero el abuso de unos niños contra otros destruye infancias desprotegidas bajo una apariencia de normalidad, casi siempre en la sombra, a hurtadillas, escondido...</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHjiqUM8bzczmM4g960uGtdfYgxypx3axWoczbagrKu3LrLlwKeqiZW__srQe4rcKwRQOm4R9etOqkQf-344xh_0LHp2INqC5Ph5Y-HdhC3fsUqvPClmI0sMqWjvY0wz_8ghzm0Lc98yPu5-0C705WsjtWJG_lU0NBn8umI58DYjCSX4QvyLi-kyzwsPc/s853/upt.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="853" data-original-width="600" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHjiqUM8bzczmM4g960uGtdfYgxypx3axWoczbagrKu3LrLlwKeqiZW__srQe4rcKwRQOm4R9etOqkQf-344xh_0LHp2INqC5Ph5Y-HdhC3fsUqvPClmI0sMqWjvY0wz_8ghzm0Lc98yPu5-0C705WsjtWJG_lU0NBn8umI58DYjCSX4QvyLi-kyzwsPc/s320/upt.jpg" width="225" /></a></span></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El espectador se adentrará como adulto en ese lugar perteneciente a sus hijos en el que él no está: la escuela, y en el interior del aula asimilará el problema tan difícil y extendido que quema y al que no parece fácil hincarle el diente: el bullyng, oculto hasta para la familia que tampoco lo ve ni sabe achacarlo a determinados comportamientos que son clave para descubrirlo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A su vez los niños que vean la película se reflejarán en ella, pero también completarán la vida que sus enseñantes tienen fuera de la clase. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El director David Ilundain nos cuenta la historia sin atenuantes, ni colorantes o edulcorantes, ni siquiera la enfermedad de uno de los críos exime o amortigua el daño que ha causado ni sus consecuencias, pero en este largometraje se trata a fondo dicho acoso y precisamente por eso tiene arreglo y es de agradecer que podamos contemplar el proceso. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La película es preciosa, realista y creíble como un nítido espejo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El educador (David Verdaguer en el papel de Aleix) es carismático, tiene conexión con los niños y verdadero respeto por ellos, y en mi opinión nos regala pautas a seguir en ese camino tan pedregoso que aún no está bien trazado, una lacra que no estamos abordando como es debido.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Con pinceladas firmes y seguras Ilundain lo cuenta absolutamente todo y a muchos metros de profundidad aparentando sencillez, como se suele decir cuando leemos una buena obra: "Es difícil de escribir pero fácil de leer". </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Trata el compromiso o la ausencia de él con un amor incipiente que podría darse -entre la profesora de refuerzo y Aleix- a mi juicio queda abierta la posibilidad si se acomodan las circunstancias de ambos, y no hay nada más hermoso, tanto en cine como en literatura, que lo sugerido, lo que se lee entre las líneas, o entre los fotogramas, palabras que no se pronuncian con la boca pero sí con los gestos, con la fuerza de los ojos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Todos los puntos de vista están servidos, con las versiones de cada alumno dibujamos el poliedro, la película no es maniquea, y en la vida cualquiera puede ser el acosador o el acosado, no lo olvidemos, y la mirada del autor además de comprensiva es compasiva.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Hay una chica en la clase de familia musulmana que tiene una picardía que también da la medida de hasta qué punto los niños son el puente entre dos culturas y nos llevan ventaja. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Hasta ahora parecía que en temas de educación llevados al cine ganaba la palma Francia, pero esta pieza es una joya.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrH_YtM4OejGkGYJK7iUn2xSR5Vx73HGbPxGEpPw7JeCSOUIRBquE7KcK6N8ItEtobsmK3Pp6Atxl1_CQOHbIPamJnzstECuinjReYYojX0hfLXV33zOFfnpLZYQ-F3HBZj9igvaeKWGYJyNxPVckdQgAUy5fUIOFHk1_DpnyHynK6PVc8HDg2pdtti08/s880/di.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="495" data-original-width="880" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrH_YtM4OejGkGYJK7iUn2xSR5Vx73HGbPxGEpPw7JeCSOUIRBquE7KcK6N8ItEtobsmK3Pp6Atxl1_CQOHbIPamJnzstECuinjReYYojX0hfLXV33zOFfnpLZYQ-F3HBZj9igvaeKWGYJyNxPVckdQgAUy5fUIOFHk1_DpnyHynK6PVc8HDg2pdtti08/s320/di.jpg" width="320" /></a></span></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El casting, un gran acierto, y el elenco con adultos profesionales y niños que no son actores es para descubrirse, y todo el equipo, fotografía, música, composición, montaje... le otorga al filme un toque de veracidad que sin rayar en el documental te hace creer que te has colado de rondona en una realidad hasta ahora velada para ti, porque a lo largo de la historia del cine se han realizado multitud de películas sobre escuelas, pero todas ellas, aún siendo magníficas, tienen un polvillo de ensoñación irreal, de deseo idealizado, esta no, ésta termina bien porque así tiene que ser.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Me habría gustado compartir el vídeo de la entrevista completa que le hicieron a su director David Ilundain en Días de Cine, pero no he hallado el modo. De manera que os invito a que lo busquéis, es fácil.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Podéis ver la película en Rtve play. Yo la uno a la novela de Toni Hill que tanto me impresionó Tigres de cristal.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Que la disfrutéis, un abrazo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pili Zori</span></p>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-60282236342189260562023-08-19T18:15:00.005+02:002023-09-02T20:28:21.670+02:00"FATUM", película de Juan Galilñanes<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Magnífica película, con todos los detalles muy bien elegidos, empezando por el título, cuyo significado no puede ser más preciso, la idea, el ritmo, la evolución, los debates que suscita, las emociones que provoca... perfectos. Si la ves frente a la pantalla de tu televisor participas en voz alta como una posesa, trepida, te lleva. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La dirección de <b>Juan Galiñanes</b> está realizada para aplaudirle hasta con las orejas, cuánto me gustaría ver cómo da las pautas. </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAPM2fl-gxSinIdfSSS1qbsAiPM5kJo_ESJWXtPevcMKGMnoXug98QPzTHVUw9zTimb32MRUl5yPigAZDTZV0Wzc3o_ODWLIqPP1YtnhYtZ_zw8k2s30jVmvj0iQJSdG8GqBNrM3Rz8lg3R-kPxEtsUtqqHeHomZxJ54mUweGEgDABhN5UZQxem0tmOuQ/s560/F.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="350" data-original-width="560" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAPM2fl-gxSinIdfSSS1qbsAiPM5kJo_ESJWXtPevcMKGMnoXug98QPzTHVUw9zTimb32MRUl5yPigAZDTZV0Wzc3o_ODWLIqPP1YtnhYtZ_zw8k2s30jVmvj0iQJSdG8GqBNrM3Rz8lg3R-kPxEtsUtqqHeHomZxJ54mUweGEgDABhN5UZQxem0tmOuQ/s320/F.jpg" width="320" /></a></span></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El director de fotografía siempre es importantísimo por la elección de interiores, exteriores, picados, contrapicados, por los primeros planos que apabullan, y por todos los encuadres, por comprender muy a fondo los deseos del director... y en este caso Alejandro de Pablo está para descubrirse. Buscadle por internet. Y la música, que apela directa a nuestra emotividad, en Fatum con el latir del corazón siempre de fondo marcando el ritmo -enseguida entenderéis por qué es fundamental ese palpitar-, pues qué queréis que os diga: Manuel Riveiro ha creado una banda sonora sublime. Da gusto ver comó trabajan los compositores con la orquesta, como he dicho en otras ocasiones a veces crean a priori, otras lo hacen mirando las escenas en la pantalla muda, o durante el montaje... </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En fin, pido disculpas por mi falta de pericia ya que hablo como simple espectadora, pero con razón dicen "¡Qué grande es el cine!" cuando tantos artistas enormes se ponen a su servicio y emsamblan y conjugan en favor de toda la maquinaria.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Nuestros actores españoles no sólo tienen un nivelazo en su profesión, también la riqueza cultural que aportan para defender sus trabajos y la hondura de sus reflexiones nos indican la profundidad del magma y sedimento de todas las vidas que interpretan y atesoran con cada filme, serie u obra de teatro. Verlos y escucharlos en las entrevistas es un privilegio y una enorme transmisión de conocimiento.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Fatum es un largometraje de acción, un thriller que trata la culpa, la inmadurez de un padre que busca atajos económicos a la desesperada sin tener consciencia de su adicción al juego, la película explica la tentación del dinero, ese becerro de oro, dios tirano ávido de sacrificios humanos, va sobre cómo asumir la responsabilidad, las consecuencias, nos dice que la venganza no devuelve vidas, nos habla del modo de ver tan diferente de mujeres y hombres -de madres y padres- el tema que esta historia desgarradora plantea, muestra el abismo al que te asomas cuando hay que tomar decisiones de encrucijada, expresa nuestra fragilidad ante las torceduras del destino..., pero aunque no soy partidaria de etiquetar por géneros, diré, para que se comprenda mejor que como en todo hay calidades, y sin ser una pieza pretenciosa, o quizá por ello, Fatum es enorme.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pili Zori</span></p>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-40931178017415852542023-08-05T20:45:00.008+02:002023-08-14T00:34:11.270+02:00DÍAS MEJORES, serie de TV<div style="text-align: left;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Serie creada por: </span></div><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;">Cristóbal Garrido, Adolfo Valor, Daniel Martín Serrano, Sara Alquézar y Alba Carballal. </div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;">Dirigida por: </div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;">Alejo Flah, Arantxa Echevarría y J. Linares.</div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;">Personajes principales: </div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;">Blanca Portillo como Doctora Laforet. Alba Planas interpretando a Graci. Marta Hazas encarna a Sara. Erick Elías en el papel de Pardo. Y Francesc Orella representando a Luis.</div><div style="text-align: center;">***</div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;">Cinco protagonistas para quitarse el sombrero, acompañados de un extraordinario y largo elenco de actrices y actores por el que hay que felicitar a los responsables del casting, un lujazo. Veréis como ningún papel es secundario, tan sólo las apariciones son más cortas, pero necesarias como contrafuertes para sujetar y también para sostenerse en sí mismas. Os invito a que busquéis en internet la larga e importante lista. </div><div style="text-align: center;">***</div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;">DÍAS MEJORES es una magnífica serie en todos los sentidos: buen engranaje, reparto extraordinario, interpretaciones de matrícula de honor, como era de esperar con ese equipazo, muy bien escrita, giros sorprendentes justo cuando el espectador –pasándose de listo- cree que serán predecibles, y nada más lejos porque las vueltas de tuerca y los golpes de efecto aparecen en los momentos adecuados, y de forma inesperada. </div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Las imágenes, evolucionan desde la sombra y la noche hacia la luz del sol con pocas herramientas, las precisas, como firmes trazos de acuarela, sin retoques, sin trampa ni cartón; los actores y actrices se dejan la piel, y a ti con la boca abierta. </div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Casi todos los escenarios son de interiores sin que por ello deje de ser cine lo que vemos. Sí, no es un error, como ya he comentado otras veces, las buenas series son largometrajes con más capítulos -aclaro mi afirmación-: soy consciente de que el lenguaje cinematográfico, el televisivo y el de teatro son diferentes, la construcción, estructura, composición, arranque, desarrollo nudo y desenlace e incluso el ritmo son distintos en cada caso, pero hoy, por fortuna, las tres disciplinas se nutren entre sí, hacen fusión y la libertad es mayor y por tanto más grande su riqueza. </div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En Días mejores contemplamos un tema delicado con abordaje y tratamiento perfectos: el duelo. Cuatro pacientes y su terapeuta se dan cita para poder manejarlo sin ahogarse. Son padres o madres que han perdido a su pareja y han de cuidar solos a los hijos, ese es el factor común que unifica al grupo tan dispar en apariencia. </div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La orfandad siempre es delicada y compleja y no resulta fácil distinguir quienes están más desamparados, si los adultos, los niños, los adolescentes o los jóvenes, porque hasta que se aprende a vivir de nuevo, la incertidumbre, el miedo y la tristeza van y vienen de unos a otros con sus silencios o explosiones -en distintos tiempos- que influyen y afectan como vasos comunicantes, pero también dan apoyo y abrazan la fragilidad mutua.</div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hay una frase, para mí bellísima -entre otras muchas porque el guion es subrayable en cada línea, lamento no transcribirla literalmente, no la apunté-, se la dice Pardo a su hija Lali:</div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">"Es más fácil estar enojado que triste". </div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tal vez siempre miramos las sillas que nos sujetan por encima del asiento y no por debajo. </div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;">Cada historia está narrada y vista en su compartimento estanco privado y familiar, pero no son islas, el espectador observa las escenas y pasajes que cada paciente cuenta y comparte en la sesión de terapia, y también ve lo que omiten, e incluso la verdad de quienes mienten, la mentira siempre esconde una realidad que se delata, se transparenta, por eso hay que poner boca abajo la silla para observar y comprender bien lo invisible.</div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">¿Por qué te enfadas?, ¿Lo sabes? ¿Qué te duele? ¿Qué necesitas? ¿Qué buscas? ¿Qué anhelas? ¿Qué quieres? La dificultad está en encontrar las respuestas.</div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El grupo lo forman personas con distintos estatus, provienen de diferentes generaciones y problemáticas, y en ese círculo los componentes se van vinculando poco a poco con una clase de relación afectiva potentísima, puesto que el punto de partida es la obligatoria sinceridad con uno mismo y con los demás. </div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Arbitrados y guiados por una psicóloga que a su vez tiene trastienda de dolor, los espectadores nos uniremos a las emociones y vivencias de los protagonistas buscando pautas a seguir porque sus zozobras nos tocan muy de cerca, estamos dentro de la serie dado que todos sufrimos pérdidas y las afrontamos como buenamente podemos. Mal de muchos no es consuelo de tontos y como dijo Publio Terencio "Nada de lo humano me es ajeno". </div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los creadores de esta historia de historias que surgen y se abren como matrioskas han contado con nosotros y la contemplación del espectador no es pasiva, odiaremos a ratos algunos comportamientos de quienes están alrededor de cada miembro del grupo -hijos, familiares, amigos, amores...- por el que hemos tomado partido desde el principio, y después los amaremos de inmediato cuando comprendamos su proceso y sus razones. </div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En mi opinión, en esta serie no hay personajes secundarios, todos están sublimes en la interpretación que les toca y en el espacio que ocupan en la obra, y el dibujo de sus experiencias vitales muy bien perfilado, no hay estereotipos, aunque te puedes reflejar en cualquiera de ellos porque son como tú.</div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">He de confesar que me gusta tanto esta pieza dividida en dos partes porque lo que más valoro en literatura y en cine, es la construcción de personajes, y ahí han dado en pleno centro de mi diana con todas las flechas del carcaj, han recibido el soplo de la vida seres que antes no existían y han creado para ellos entornos creíbles de trabajo y familia para que los habiten, no hay rincón que huela a atrezo, pero sí a verdad, los protagonistas se funden con sus casas y lugares cotidianos como si fueran propios.</div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Según las palabras de sus creadores, Graci, Sara, Pardo, Luis y la doctora Laforet son buenas personas, que lo único que intentan es salir adelante para que tras sobrevivir puedan volver a vivir con todo lo que conlleva esa arriesgada aventura. Y yo agrego que las cicatrices y roturas hay que pegarlas con el polvo de oro, o el de plata o de platino del kintsugi, ese arte japonés que revitaliza los objetos rotos, las heridas también cuentan nuestras historias, Andrés Newman nos lo enseña con maestría en una singular y hermosa novela titulada Fractura de la que otro día hablaremos. </div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La serie me ha servido de mucho porque no solamente es bella, también es aplicable como todas las artes, además creo que se escribió antes de que se produjera la sensibilidad que ahora tenemos hacia las dolencias psicológicas, y en este punto sí que voy a sacarle un defectillo que tal vez no sea atribuible al libreto y que se sale de la pantalla, pero me apetece declararlo: la doctora de Días mejores ejerce de forma privada, y algunos de los protagonistas tienen la economía muy precaria y maltrecha, y al precio que están las sesiones pues me pregunto cómo han ido a parar a esa consulta. Me habría gustado saber quién o quienes les remitieron a la terapeuta y de paso aprovecho para reivindicar muchos más puestos de trabajo para psicólogos en la Seguridad Social, en colegios, empresas, instituciones… porque hacen muchísima falta y es una urgencia que debería ser prioritaria.</div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como decía anteriormente me han gustado mucho todos y cada uno de los episodios, el contenido alivia y aunque parezca una perogrullada lo que voy a exponer, no por ello carecerá de importancia: saber que todos cometemos errores y que soltamos cagadas notorias no minimiza la necesidad de reparar el daño. Mal de muchos no es consuelo de tontos.</div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;">Quizá lo más difícil sea que nos perdonemos a nosotros mismos, sobre todo si el Pepito Grillo te da la tabarra y eres sensible en exceso, y conseguir que te perdonen tampoco es sencillo ya que no basta con pedirlo, “Vas a tener que hacer senda” decía mi madre para sí, sin referirse a mí, cuando le hacían daño, yo estaba absuelta de antemano por su corazón enorme. Pero aprendí, no obstante, a trazar senderos.</div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es cierto que cuando comencé a ver la primera parte de Días mejores me dije: No sé yo si va a ser lacrimógena y con recursos facilones, exhibicionistas y morbosos, pero no. Me han encantado las dos temporadas porque enseñan a aceptar, al menos esas han sido mis conclusiones: </div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sufrirás injusticias y las cometerás; no todo tiene respuesta o arreglo; no existen los oráculos ni tablas de otros diez mandamientos; hay que saber perder y asumir que no se cumplan las expectativas; admitir que pasan los años y que vaya chapuceja corriente, moliente y pequeña que es tu balance vital lleno de torpezas, orgullos y resentimientos absurdos.</div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;">Pero el amor todo lo puede, y por muchas intelectualidades que rebusquemos, la inteligencia no va de convertirte en un cínico, estamos hechos de esa necesidad de amor, para darlo y recibirlo y lo demás tan sólo son moscas cojoneras, piedras en el camino y cuestión de temperamentos. </div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;">Sí, como veis mi recapitulación es muy simplona. </div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Vale, tampoco es que sea muy relevante mi subjetivo epílogo, nada hay nuevo bajo el sol, ni he descubierto la pólvora, pero algunos estribillos hay que cantarlos en común para reforzar con humildad las verdades del barquero porque son imprescindibles.</div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: center;">***</div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;">Tras este punto y aparte me gustaría añadir que hay una pérdida sin embargo de la que nadie habla, y no quiero ser agorera, pero como me han metido en la terapia de la serie a capón, pues ahora que se aguanten, somos cinco, con la psicóloga seis y me toca, es mi turno: hablo del miedo anticipado a la muerte de tu pareja, no sabes cómo salir de ese mal augurio, y como buena cobardica preferirías marcharte antes que él, pero el sentimiento sólo es noble por una parte: la de la profunda tristeza y desolación, pero por otra, más recóndita, también es mezquino porque hay un ingrediente que grita: ¡No me compliques la vida yéndote antes que yo porque ya no tengo tiempo ni capacidad para aprender, ni fuerza para acostumbrarme! </div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;">Que sobrevives, ya, todo el mundo lo hace, qué remedio, pero finges y a ratos te entretienes y evades, faltaría más, lo sé porque lo veo tras los ojos de algunas amigas muy queridas que se sienten obligadas a sonreír por los otros, y es cierto, es lo que hay que hacer, por generosidad, dice el mandato de la vida que no admite componendas, pero sin pasarte, no vaya a ser que te diviertas de verdad, (disculpad la ironía). Y lo que estoy diciendo no tiene que ver con la dependencia, la independencia y demás encías. </div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En una novela de David Trueba leí algo así: “Después de la muerte sólo hay papeleo”, y aunque resulte prosaico, ¡tiene narices que con la terrible carga de pena vuelvan a enterrarte en burocracias para rematarte! Pero de esas cuitas nadie habla, como si resultara fácil afrontarlas, y no me refiero a no saber hacerlo, la familia ayuda, aunque también lleve su luto en el centro del pecho sin poder respirar, y con dinero todo se resuelve. No, es que no es fácil levantarte para mejorar la vida a los burócratas, es terrible salir de la cama vacía para no verlo más en sus rutinas y bajo tu techo con su voz, con su olor, con su eco. ¿Y cómo se hace para no pensar en ello si cada día te dan el parte de las esquelas y lo ves a tu alrededor?</div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hace unas semanas, en el hipermercado escuché una conversación entre dos hombres mayores que yo, hablaban de otro “amigo” por detrás, costumbre española muy arraigada de la que nadie se avergüenza.</div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"> <span> </span>-Es que Agustín –invento el nombre- era muy dependiente de su mujer, y no sabe hacer nada, sólo la compra grande –justificó ante el gesto negativo del interlocutor- no la de cada día, la carne, el pescado, la fruta..., limpiar, cocinar, poner la lavadora, planchar, lo cotidiano de la casa… y claro por eso no lo supera.</div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;">Me dieron ganas de exclamar a voz en grito: </div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;">-¡A lo mejor es que la quería, oiga usted, y por eso no levanta cabeza, y ni puñetera gana de comer ni de seguir que tiene el hombre! Al menos durante un tiempo.</div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;">En algunas ocasiones sí que vale el refrán “dime de lo que presumes y te diré de lo que careces.” Será tío bruto, me dije. Aunque otro con más posibles habría dicho: pues que meta a una criada, o empleada doméstica, o del hogar, así muy fino él, y a eso se reduciría el duelo y el paso de su mujer por la tierra. El caso es no molestar como si esa clase de dolor contagiase. </div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;">Ya sé que estoy juzgando sin saber, y que no debo, es un desahogo, pero ilustra lo que intento decir sobre este miedo anticipado y sin nombre que bloquea la respiración. </div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;">A nadie le gusta escuchar penas, por eso esta serie tiene un mérito impagable ya que las ha contado en esencia derrochando amor contra el tabú, para sacar a la gente del túnel, con toques cómicos incluidos y muy eficaces, nos ha conectado para hacer que nos miremos en los protagonistas como en un espejo, porque lo que les pasa a los personajes nos pasa en diversas etapas de la vida y han conseguido plasmarlas todas, también la de la despedida que además es preciosa. </div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Decía David Trueba -vuelvo a mencionarle- que hay que saber perder, añado que también hay que saber marcharse, pero eso nadie te lo enseña. En cualquier caso y hasta que llegue el fin de la partida, hay que saber vivir para no suspender esa asignatura obligatoria.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;">Deseo que os guste, el lunes 31 de julio Tele 5 emitió el primer capítulo, imagino que pondrán uno cada semana, y en Amazón Prime la podéis ver entera.</div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Un abrazo lleno de vitalidad como la serie.</div></span><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;">Pili Zori</div></span></div>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-43282886948338243932023-06-24T19:51:00.006+02:002023-06-24T22:08:41.423+02:00CITAS BARCELONA, serie de TV<p style="text-align: justify;"> <span style="font-family: arial;">Aquí estoy pagando las consecuencias de mi avaricia, las cinco de la mañana me han dado enganchada a la mini serie de seis capítulos titulada "Citas Barcelona". Ya me embelesó en su día, desde la primera tanda que emitieron en 2015, creo recordar, cuyos capítulos todavía me acompañan, y ésta otra temporada no va a la zaga. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La serie cuenta con un plantel de actores y actrices que se comen el objetivo de la cámara en primeros planos inolvidables, el lucimiento es superlativo, la composición física para asomar lo anímico, cuando los has visto trabajar en registros diametralmente opuestos, es deslumbrante, se tiran sin red. Por supuesto su creador y los directores y directoras de cada capítulo merecen los mismos elogios ya que consiguen la unidad siendo muy diversos en los enfoques. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Citas Barcelona es un trabajo de introspección milimétrico en el que cuenta mucho hasta un leve pestañeo, un pliegue en la comisura de la boca, en el enarbolado de las manos o en la caída de los brazos, papeles que son auténticos bombones, supongo que habría tortas y codazos -lo digo en sentido figurado- por entrar en el casting. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Siempre se catalogan estas series con la pegatina de "románticas" para darle a menudo a la definición un velado sentido peyorativo, y a saber qué entendemos cada uno o cada una por el contenido de la etiqueta, al fin y al cabo todos los capítulos nos hablan del amor, sí, es el motor que mueve el mundo, y del desamor, el que lo para, pero en ese cofre en el que Pandora levanta la tapa, los males que salen al aire son los matices del miedo, de las inseguridades, del coraje para quedarse o marchar... En definitiva tratan de la lucha por la parte de vida que de verdad importa, y esas composiciones no son fáciles de realizar ni de llevar a la pantalla: hay que saber destilar el matraz, que de forma previa, has llenado con los ingredientes precisos y bien medidos, y como reitero en muchas ocasiones, existe una prueba del 9 infalible para saber si una comedia es buena o tan sólo un conjunto de chistes, lugares comunes o gags: si le quitas el celofán y la ternura y se convierte en un drama es que la obra está bien realizada, después los matices de melo, comedia negra y demás..., la colocarán en el anaquel que le corresponda, pero primero hay que construir el andamiaje principal para que sostenga.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Algún crítico ha subrayado que unos episodios tienen más fuerza que otros y por tanto ha concluido que la serie resulta irregular. Respeto las impresiones y experiencias de cada cual, pero en esta ocasión discrepo y me atrevo a decir que a veces es inevitable sentir una mayor empatía -de forma inconsciente- hacia unos actores y actrices y menor para otros, a todos nos ocurre, proyectamos filias y fobias sin pararnos a pensar en una evaluación justa tanto si nos caen bien como mal, hay que saber separar y no hacen falta parámetros, a simple vista se distingue lo bueno de lo óptimo, nos guste más o nos agrade menos la persona que actúa.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La ambientación es tan preciosa y el retrato favorece tanto a Barcelona con sus nocturnos diamantinos, sus collares de farola, el rubí, ámbar y esmeralda de la simetría de los semáforos, las pompas de jabón, los bares, las bicis, Gaudí, el invierno suave... que no creo que otros artistas que no fueran Pau Freixas supieran captar la personalidad de esa ciudad, de brisa suave y abierta al Mediterráneo, siempre moderna en su clasicismo contemporáneo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Es una serie muy bonita. Si os gusta bucear en el intimismo, los titubeos, las torpezas, y el difícil arte de convivir. No os la perdáis.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Debajo os dejo el enlace al trailer y en él podréis ver el elenco y la ficha técnica. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Os deseo buena tarde a todos. Un abrazo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pili Zori</span></p><p style="text-align: justify;"><a href="https://www.youtube.com/watch?v=kciBUq63hnY">https://www.youtube.com/watch?v=kciBUq63hnY</a><br /></p>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-41209694137915022662023-05-21T13:03:00.004+02:002023-05-21T13:52:00.907+02:00"Quercus", de RAFAEL CABANILLAS SALDAÑA<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> En nuestro club de literatura estamos leyendo Quercus. Impresionante y valiente novela de <b>Rafael Cabanillas Saldaña</b> que describe un tiempo silenciado que ojalá esté erradicado para siempre y no vuelva jamás.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La novela es la voz sin mordaza de nuestra tierra. Nos habla de la delicada dignidad que distingue a los protagonistas, de la pobreza impuesta, del amor sin fisuras, de los derechos pisoteados y usurpados, de la sibilina y también tosca siembra del rencor y del dolor tras las humillaciones y vejaciones públicas, de la profanación de la tierra, del respeto a la montaña y a la sierra con los animales que las habitan. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El libro es un bellísimo canto a la naturaleza, a nuestro ancestral modo de expresarnos que reconocemos en padres, abuelos... en aquella generación tan heroica y valiosa con su precioso y rico lenguaje, lleno de significado y tan reconocible, con el que el autor ha engarzado una composición lírica imponente que trepida, mantiene la tensión, anuncia, advierte... </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOi7uRbmF25wl0olBxWQZE-S9sSlm4au9luTFk5cWVdIpUu7-ElOG16WcJ9geE-zg6tdhWQaFdW38biTlTjT4GWlpVmxi_Vv0SQyOZhQDoVcAsTo-sDgrbpeXu43ViJDL8I_ZeCUg1H1PfU8oTGFYujxD-Ywom6cYf5Jy-6kczFZoOIsVbhaQYcB7G/s499/q.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="499" data-original-width="341" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOi7uRbmF25wl0olBxWQZE-S9sSlm4au9luTFk5cWVdIpUu7-ElOG16WcJ9geE-zg6tdhWQaFdW38biTlTjT4GWlpVmxi_Vv0SQyOZhQDoVcAsTo-sDgrbpeXu43ViJDL8I_ZeCUg1H1PfU8oTGFYujxD-Ywom6cYf5Jy-6kczFZoOIsVbhaQYcB7G/s320/q.jpg" width="219" /></a></span></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Quercus es visual, cinematográfica, se respira porque huele y despierta tus sentidos, los instintos bajos y también los nobles, ya que el lector sufre todo lo que los protagonistas padecen, y clama con infinita indignación por la justicia. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Es una obra literaria con mayúsculas cuya hondura resarce y sirve de guía emocional para desmenuzar muchas de las lacras que se produjeron en el tiempo de posguerra que describe, durante la dictadura, y nos cuenta por qué dieron origen al vaciado de los pueblos. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La novela detalla con precisión los mecanismos psicológicos con los que se consigue la esclavitud del alma, la posesión de las personas que para sobrevivir terminan por desarrollar un síndrome de Estocolmo. Contrasta y matiza sin maniqueísmos, al menos para mí, el bien y el mal, para que sepas distinguirlos. Y nos regala unos protagonistas -Abel y Lucía- de cuya honradez y bondad te enamoras para siempre. Y los personajes dañinos, a su vez, están retratados anímica y físicamente con nitidez.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La mirada de Rafael Cabanillas Saldaña está llena de compasión y de compromiso, pero sobre todo de bondad que es el objetivo de más alcance en la vida.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Para algunas personas las páginas de Quercus serán un espejo en el que no se quieran ver reflejadas, por la vigencia de las dos Españas que por desgracia en algún sector permanece, para mí sin embargo la novela es un legado, porque no es necesario experimentar las vivencias de el pueblo que el autor describe para sentir solidaridad, quien se quiera poner de perfil que se ponga, pero que no conozcas Venecia no significa que no exista, así que lo de ojos que no ven corazón que no siente no sirve, ni es aplicable en este caso. </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDWEcEVH7qg9XCtwilCGnC59Aco--bHZdbA-QvqmfdobSXmJEuq-J3ZXb458vHQ1hoMo0XpspFyJlRmwgag-d5Z3oQBIvM3gYG5t2O9oOI71ebjn23It4ZCvYxs6aXaby6PIqIkHcOxgfkgcbBs2K0tnVWSWPzC7RzAL0utKdI9od0x3RejwDFQrKJ/s4032/rcs.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="3024" data-original-width="4032" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDWEcEVH7qg9XCtwilCGnC59Aco--bHZdbA-QvqmfdobSXmJEuq-J3ZXb458vHQ1hoMo0XpspFyJlRmwgag-d5Z3oQBIvM3gYG5t2O9oOI71ebjn23It4ZCvYxs6aXaby6PIqIkHcOxgfkgcbBs2K0tnVWSWPzC7RzAL0utKdI9od0x3RejwDFQrKJ/s320/rcs.jpg" width="320" /></a></span></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No me gusta que le comparen con <b>Miguel Delibes</b>, en la actualidad ya no se habla de generaciones de escritores como las del 98, 27 o 50, ni se hacen estudios de literatura comparada que es la que corresponde a los autores de una misma etapa histórica. Creo que ambos -Delibes y Cabanillas Saldaña- son grandes maestros de la literatura y tan sólo coinciden en la temática pero los estilos y las rúbricas son distintos. Me gustan mucho los dos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La publicación de Cuarto Centenario es preciosa y dice mucho sobre el cariño por los libros como objetos de deseo de un editor que no puede evitar el trabajo bello y bien hecho frente a las churreras de tanto mercader avaricioso.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No sé si es renovación formal que la escritura de esta obra no tenga puntos y aparte, o si se hizo así por cuestión de tamaño, lo cierto es que yo habría preferido espacios de remanso para respirar, pero quiza fue decisión del autor por una cuestión de ritmo y de tono. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Para abrir boca y para que le conozcáis en persona os invito a que veáis la aparición que hizo ayer en el programa de Tv de Castilla la Mancha "El cuentakilómetros".</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Como su currículo es muy extenso os invito a que lo busquéis en Google.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Un abrazo </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pili Zori</span></p>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-37019786921235659012023-05-08T18:55:00.009+02:002023-05-21T12:58:41.730+02:00"ROMAN J. ISRAEL, ESQ", película de Dan Gilroy<p><span style="font-family: arial;"> </span><span style="font-family: arial; text-align: justify;">Es la segunda vez que veo este largometraje que tanto me entrega. Con él reflexioné en profundidad para llegar a la conclusión de que no existen personas impecables, cabales siempre, ni completamente honradas a las que agarrarte.</span></p><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;">Las tentaciones existen, y el peligro de corrupción en mayor o menor medida también, por cobardía, por egoismo, por envidia... por perentoria necesidad.</div><div style="text-align: justify;">Todos vamos a traicionar en algún momento a alguien, a lanzar una maldad de mayor o menor envergadura, que para el caso es lo mismo, ya que el efecto dominó con todas sus consecuencias de derribo está servido.</div><div style="text-align: justify;">Y además tenemos un arsenal de justificaciones preparadas para eliminar la sed de justicia y calmar la de la conciencia, y paradójicamente me quedé más tranquila, enseguida explico por qué:</div><div style="text-align: justify;">Pensé, o más bien sentí -lo mío siempre es emocional y por tanto más fiable- que hay que cambiar el enfoque de la honorabilidad, y sacarlo de nuestro interior, para trasladarlo al territorio común en el que se halle el sentido de lo humano, que es el que de verdad nos vincula y no nos compartimenta a cada uno en su parcelita para cerrar los ojos y no ver lo que ocurre y trasciende al otro lado del tabique -de inmediato lo concreto:</div></span><div><span style="font-family: arial;">Era la prrimera vez que yo comprendía -al ver este largometraje- que nuestra salvación son las leyes, y también la primera vez que les daba todo el valor que tienen porque las leyes pueden protegernos de nosotros mismos. Esa es la tranquilidad, y a ellas hay que dedicarse en cuerpo y alma hasta que estemos seguros de que cubren todas y cada una de las opciones, de las necesidades... y para elaborarlas, para estudiarlas con todos sus matices e ingredientes hay que bajar y también subir a los tajos, los que se encuentran a pie de calle y también a pie de ascensor para elevarse, y para descender a los subterráneos, a los bajos fondos... sin dejarnos ninguno por analizar, ni cúpulas ni cloacas.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIg1J42jECooefJHRFWcP0EGf8nEheii_VFxpJ0ReDEY4eHL9pk0E53fdQrc4yIASV-srpZTiXHqZL2pMuhwGbI4TuE-Lkix_SipgjZqZxTdBS5FNetFeGVIigWhB8fGdxWRGGJufryeIZBR8iyiygJLnypV7XQseiCWTEWahjUUdB5MjLNnqMVphs/s1200/rji.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="809" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIg1J42jECooefJHRFWcP0EGf8nEheii_VFxpJ0ReDEY4eHL9pk0E53fdQrc4yIASV-srpZTiXHqZL2pMuhwGbI4TuE-Lkix_SipgjZqZxTdBS5FNetFeGVIigWhB8fGdxWRGGJufryeIZBR8iyiygJLnypV7XQseiCWTEWahjUUdB5MjLNnqMVphs/s320/rji.jpg" width="216" /></a></div><br /></span></div><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><b>Denzel Washington</b> está sublime, borda su papel. Sabemos que es un hombre religioso, además de espiritual y muy comprometido, y con esta maravillosa película su interpretación me ha calado a mucha hondura.</div><div style="text-align: justify;"><b>Colin Farrel</b> ejecuta una actuación increíble en el papel de abogado George Pierce. En realidad todo el elenco en su conjunto es extraordinario, y está tan bien medida cada aparición que no hay parcela pequeña ni secundaria, es lo que ocurre cuando se rema a favor de obra y sin estrellatos: que surge y brilla el equipazo como un mecanismo de precisión perfecto y en sincronía.</div><div style="text-align: justify;">El espectador recibe la reprimenda de haber juzgado a priori y equivocadamente al abogado George Pierce, siempre andamos creando arquetipos desde la superficialidad del aspecto, joven letrado actual y por tanto un tiburón sin escrúpulos suavizado por la ropa de firma.</div><div style="text-align: justify;">Por fortuna queda claro en el filme que nuestra obra permanece, y por ellas nos conocerán, y el inmenso y minucioso trabajo de Roman para crear un nuevo sistema judicial lo reciben como herencia ese joven abogado y <b>Carmen Ejogo</b> en su magnífica representación de Maya que cubre un valiosísimo y necesario trabajo social, ahí es donde Roman establece el vínculo entre dos mundos aparentemente irreconciliables hasta ese momento y los cose con pespunte irrompible.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me gusta mucho este filme y me hace un gran bien que es mejor todavía. Como es natural aunque obtuvo sendos y prestigiosos premios no es un largometraje comercial, y hasta puede resultar incómodo, pero quiero dedicarle toda mi admiración a su director y guionista -aunque prefiero nombrarlo como escritor de cine- <b>Dan Gilroy</b>, un autor con mayúsculas. Y para cerrar el broche os dejo una frase de oro que pronuncia Roman J Israel:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">"Todos valemos mucho más que lo peor que hayamos hecho"</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pili Zori</div></span>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-37333630423243316622023-03-25T12:34:00.003+01:002023-04-21T00:44:48.168+02:00"Salvo mi corazón, todo está bien", de HÉCTOR ABAD FACIOLINCE<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> ¿Tiene sentido el celibato hoy?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">¿Sería la vida familiar y la paternidad un impedimento para la entrega a la labor del sacerdocio?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Sin dejar de plasmar los abusos de poder, y ciertos comportamientos delictivos en el seno de la iglesia tales como la pederastia, <b>Héctor Abad Faciolince</b> quiso contraponer que al mismo tiempo que todo eso ocurría, curas cultos y buenos como “El gordo” hicieron un canto constante a la vida y consideraron que Dios también se expresa a través de los bienes transformadores de la cultura, porque el arte es un consuelo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Luis Alberto Álvarez, el sacerdote en el que está inspirada esta historia, generó las vocaciones de grandes cineastas colombianos a los que impartió sus apasionadas y didácticas clases y su amor por la música clásica y por la ópera. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Todos los cinéfilos esperaban con anhelo su columna como crítico de cine para acudir de inmediato a la sala y en el patio de butacas contemplar la proyección del largometraje en la pantalla si para él había sido memorable, y ese delicado y minucioso trabajo lo hizo al mismo tiempo que Medellín y Colombia entera eran un hervidero de balas en el campo de batalla dominado por el cártel de los narcotraficantes. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Tengo entendido que H. A. Faciolince anduvo dando vueltas para ver cómo construía este homenaje, pensando en si lo hacía como crónica, como documental, como biografía novelada, o directamente como ficción. En cualquier caso si ha conseguido un híbrido pues es innovador. Tampoco encontraba la herramienta del narrador ni a quien dársela. Al fin halló el modo usando como voz para contar esta historia la del amigo que más tiempo de vida compartió con Luis Alberto Álvarez, la de Aurelio Sánchez. Y así, pudo volar con la imaginación en las partes en las que ni Héctor ni Lelo estuvieron presentes dado que una vez que la puerta de la casa amarilla de los laureles se cerró, lo que allí ocurriese sólo lo supieron los interesados. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">De modo que el autor trasplantó a Luis Alberto para convertirlo en personaje y lo bautizó como Luis Córdoba, y tirando del hilo de lo que el sacerdote le refirió a su mejor amigo, y de todos los recuerdos y la documentación que fue recopilando Héctor -el autor de esta pieza- pudo completarla rellenando los espacios vacíos con su hermoso réquiem. </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2tQ_qq4vCTL-2x-N4ejuTiED6aacRclz8d9BnxQwfKNW3JAQikJKRnP1VjmUQt3cViI67pq-ZsoJi51TeAY4rMLpR-4CDsSz0hTwYKWC15-AR3GMJB1pme56XfHFiP_5P9ix9eFpunT2a_eY9tGIup5Sgpt-jZQYmYW4sOV2cWQYAVQHlIb0cXOhL/s875/smcteb.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="875" data-original-width="552" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2tQ_qq4vCTL-2x-N4ejuTiED6aacRclz8d9BnxQwfKNW3JAQikJKRnP1VjmUQt3cViI67pq-ZsoJi51TeAY4rMLpR-4CDsSz0hTwYKWC15-AR3GMJB1pme56XfHFiP_5P9ix9eFpunT2a_eY9tGIup5Sgpt-jZQYmYW4sOV2cWQYAVQHlIb0cXOhL/s320/smcteb.jpg" width="202" /></a></span></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pero este libro esconde otros escalofríos que pespuntean las realidades que se produjeron dentro y fuera de las páginas para ensamblarse. La semilla de esta obra anduvo muchos años en el pensamiento de Abad Faciolince, pero como él mismo afirma, una semilla no es una novela, ha de echar raíces, tallos, hojas, frutos… Así que estaba escribiendo sobre otro tema: la persecución que sufrían periodistas, él incluido, con amenazas de muerte y demás extorsiones y sin saber muy bien por qué de pronto abandonó dicho trabajo y en su lugar se abrió paso con fuerza esta historia ya madura para pasar al teclado -de nuevo un trasplante- y mientras la estaba construyendo él también enfermó gravemente del corazón como si éste se reflejara en un terrible espejo para duplicarse con el de su amigo Luis. Como es lógico no hablamos de una empatía extrema, ni de un aviso desde el más allá, creo que nuestro cuerpo aunque sea de forma inconsciente nos alerta de algún enigmático modo cuando algo anda mal y esa premura por escribir la historia al igual que a veces ocurre en los sueños fue una llamada de atención. Por ello "Salvo mi corazón todo está bien", para mí cobra un valor añadido de generosidad extraordinaria, dado que hubo un momento en el que el autor escribió muy deprisa para terminarla antes de entrar en quirófano por si era su última novela, como si fuese un hijo póstumo, y con ese estado de ánimo hizo la entrega, sintiendo que podría morir. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Por fortuna pudo recrearse después para pulirla a su gusto y tanto el libro como el autor gozan de buena salud y van dando vueltas por el mundo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Algunos lectores se quejan de que describe con demasiado detalle las partes médicas, pero tal vez se nos olvida que su padre fue facultativo y que los cuentos con los que les crio a él y a sus hermanas tenían que ver con las bacterias malas y con los fagos buenos, y que ese aprendizaje que tuvo que hacer sobre la enfermedad de Luis Alberto y también sobre la de sí mismo lo ha querido compartir, el problema es para los hipocondriacos como yo, aunque en esta ocasión no lo he tenido. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Héctor Abad Faciolince ha construido una obra moderna, lo digo no porque desde hace algún tiempo esté de moda escribir biografía novelada o de ficción, él simplemente coincide con dicha tendencia -si se me permite catalogarla de esa manera, casi como un género– aunque no me gusta etiquetar y menos tratándose de este autor con estilo y voz tan propios, pero lo expreso de ese modo para que se entienda mejor. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En cierto momento le escuché decir a la autora <b>Marina Mayoral</b> que la literatura se puede escribir con mayúsculas, bien tirando del carro de tus experiencias o bien del de la imaginación que construye universos y crea personajes. Héctor Abad pertenece al primer caso, yo al segundo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Luis Córdoba, como ya he dicho en renglones anteriores, está inspirado en un sacerdote colombiano que existió fuera de las páginas, llamado Luis Alberto Álvarez -insisto en recalcar su nombre real por si os apetece indagar, navegando por internet, para ver su aspecto o los artículos que escribía- fue gran amigo del autor, ambos compartieron deliciosas y largas sobremesas. Era buen comedor, y por tanto de gran tamaño físico y anímico, medía casi dos metros de estatura y muchos más de luminosa altura moral, y poseía un optimismo incombustible y transmisor de alegría. </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDL_uM0IBYc3M-iyn2f9kzhU--0z8aerpP25p8e1rTm9ArnlnXr9aauIDLpJa-cqizzFXxo2-fwZbfl2KqmCe947Sv3CgWs3768IS8VCE3frdLbnINgXQ27DgK6sVzZ9MjIh1_NQv_-gD99l-fb_lYO9XWJh7ZgDFNe3YveOA1NqiuVjYszG6fLa-B/s800/haf.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="800" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDL_uM0IBYc3M-iyn2f9kzhU--0z8aerpP25p8e1rTm9ArnlnXr9aauIDLpJa-cqizzFXxo2-fwZbfl2KqmCe947Sv3CgWs3768IS8VCE3frdLbnINgXQ27DgK6sVzZ9MjIh1_NQv_-gD99l-fb_lYO9XWJh7ZgDFNe3YveOA1NqiuVjYszG6fLa-B/s320/haf.jpg" width="320" /></a></span></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Su corazón grande enfermó hasta el extremo de necesitar un trasplante y por esa razón tuvo que irse de la casa llena de escaleras que compartía con otro sacerdote, Aurelio Sánchez, a quien para abreviar llamaban Lelo, compañero amigo durante más de dos décadas, a otra vivienda a pie de calle para así reposar y no fatigarse mientras esperaba a que llegara un corazón compatible en una ciudad en la que caían asesinados por el narco cada día varios posibles donantes.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Ese nuevo domicilio estaba habitado por dos mujeres y tres niños, Teresa, recientemente abandonada por su esposo Joaquín Restrepo, y Darlis la empleada costeña.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A partir de ese momento Héctor Abad construye y relata una historia que constantemente gira en torno al corazón en sus dos lecturas o acepciones, la física y la simbólica, sístole y diástole en la carne real, y también en los deseos no experimentados hasta ese instante: Luis Córdoba se trasplantó a su vez sin pretenderlo no sólo de una casa a otra, también a una nueva forma de vida, la familiar, que le desató una enorme revolución interior, una necesidad que no creía tener: la de la paternidad, cuya carencia le pareció de súbito, al tratar a esos críos, mucho más dura que el celibato o las exigencias de la libido. Como se suele decir, con lo que unos tiran otros viven. Joaquín huye del nido y Luis entra encantado en él.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Llegados a este punto he de hacer un aparte y advierto de antemano que no tengo derecho a juzgar a Joaquín Restrepo de forma arbitraria, subjetiva e injusta, pero que lo voy a hacer, y también anticipo que ese subrayado que trazo no es uno de los temas más relevantes de la novela, al menos a mi juicio ya que surge de forma tangencial en el escrito, pero a mí sí me hizo detenerme y considerar a ambos personajes del matrimonio roto, a Joaquín y a Teresa, como importantes contrafuertes que sujetan la narración, al fin y al cabo la casa es de los dos aunque Joaquín la haya abandonado, y en ella siguen su despacho, sus libros, sus cosas... que cuentan la historia en común. Y sin embargo la contradictoria sensación de vida usurpada –un padre sale y otro no consanguíneo entra- es comprensible aunque el ex se haya marchado de forma voluntaria. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Continuamos con el leit motiv de toda la novela: Observamos como J. Restrepo a su vez se ha trasplantado a otra nueva existencia más adinerada y confortable, al menos aparentemente, y mi impresión es que su comportamiento y actitudes responden al patrón típico y tópico: mujer más joven, rica, recauchutada estéticamente, y bien relacionada con la crème de la crème: un deslumbramiento. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El exmarido en realidad cree que se escapa de la jaula del aburguesamiento y de la falta de libertad cuando la paradoja radica en que él es quien elige ser burgués y va derechito a atraparse en la pajarera de oro a la búsqueda de mayor relumbrón entre los oropeles. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Lo cierto es que en las relaciones de pareja no se obtiene el amor por méritos o por justicia, y el desamor puede sobrevenir aunque luego se lamente. En este caso el riesgo lo corrió Teresa, la madre de sus hijos, ella fue quien vivió la verdadera aventura con todos sus inconvenientes ya que abandonó Italia por él, se arrancó las raíces para que él conservara las suyas, y se embarcó en su odisea hacia el “nuevo mundo” sin deseos o esperanzas de volver a Ítaca. ¿Quién de los dos fue el convencional? </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Teresa -al menos así nos lo muestra el autor- es la mujer que analiza y comprende la situación mejor que Joaquín, y la acepta con mayor amplitud de miras, con comprensión y sin rencores, pero a él resulta que esa mujer tan grande se le quedó pequeña, y así fue como también pasó a engrosar la larga lista de padres que abandonan el nido en un país que tiene ese defecto, según cuenta el escritor, y deja que las mujeres críen solas a sus hijos, pero bueno, si después te comportas como padre pues correcto. La gente se enamora o cree estar en ese estado y no tiene obligación de permanecer en una relación que no funciona, y Joaquín los deberes que tenía como padre los cumplió bien. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La nueva casa de los laureles está descrita como los habitáculos del corazón con sus delicados tabiques, con sus sonidos de pálpito y los murmullos sanguíneos, con sus ritmos y arritmias a distintas horas del día, además de algunas taquicardias.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Darlis, la bella y voluptuosa costeña que trabaja en la casa derrochando alegría de vivir toca al intocado, al cura virgen, porque sabe dar masajes linfáticos, y como María Magdalena unge sus pies hinchados y sus maltrechas venas, y entonces la sensualidad de estreno que se genera en ese riego sanguíneo invita a que el cura-hombre Luis Córdoba desee otra existencia distinta si tiene la suerte de sobrevivir.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Aquí y rompiendo el climax no tengo más remedio que puntualizar para decir que enternece ese descubrimiento del amor desde una pseudo adolescencia tardía, en la cincuentena, pero él está en esa casa durante unos meses, no ha pasado por la dificultad de afrontar decisiones económicas, crianza de hijos, discusiones familiares, toma de resoluciones en común… y lo que siente bien podría ser un espejismo. Además quiere ser el Pigmalión de Darlis situándose por encima, sin maldad eso sí, porque es bondadoso e ingenuo hasta decir basta, y para ejercer la bondad hay que ser valiente ya que es muy difícil ponerla en práctica, pero él lo hace siempre, por ello la condescendencia en su cao es perdonable, aunque no justificable. Dada su vasta cultura no es consciente de que es ella quien le está poniendo a los pies masajeados el conocimiento más importante de la vida: que el amor no está separado del cuerpo, que también es físico. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En realidad lo que Luis Córdoba quiere es regalarle su mundo, pero sólo sabe hacerlo de modo profesoral. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Continuaría hablando sin parar de esta novela que escrita por un ateo se ha aproximado más que los testimonios de muchos creyentes a la idea de Dios, y a algunos paganos como yo nos ha eliminado el mal rollo anticlerical.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Para finalizar transcribo o trasplanto, puesto que de trasplantes va el asunto, un precioso fragmento de la página 85, aunque habría para elegir pasajes en cada hoja.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-"Para mí la música de Bach, sus cantatas, o algunas melodías de Mozart, o la existencia de seres humanos como estos niños, o la belleza de algunos cuadros pintados por hombres, o de algunos versos escritos por místicas son la demostración de la existencia de Dios. No voy mucho más allá. El arte, la belleza son una guerra declarada a la brutalidad y al desamor, y por lo tanto son el reflejo del amor, que es la manifestación más clara y palpable de la existencia de Dios. Lo verdaderamente misterioso no es la enfermedad ni el mal, sino la salud, la bondad y la belleza".</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">P. D. </span><span style="font-family: arial;">Me alegró mucho que la familia Trueba y los Abad Faciolince se conocieran, tiene un enorme significado esa amistad, David y Fernando llevaron con honor a la pantalla "El olvido que seremos", y David y Héctor, los menores de dos familias numerosas, se entendieron como era de esperar por tanto en común como comparten. Luis Alberto Álvarez habría querido estar en el rodaje para ver desde dentro cómo se realiza el cine.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Héctor Abad Faciolince vendrá a nuestra Biblioteca Pública para hablar de "Salvo mi corazón todo está bien", y de "El olvido que seremos".</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El encuentro será en Guadalajara el día 18 de abril a las siete de la tarde. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Un abrazo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pili Zori</span></p>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-43247901107820860662023-03-13T18:03:00.000+01:002023-03-13T18:03:16.262+01:00"ÁNGELES SIN CIELO", película de Tim Hunter<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> Tal vez sólo seamos capaces de mirar de frente la pobreza a través del cine, en la vida diaria cuesta hasta hacer contacto visual cuando depositas la calderilla en una mano con aspereza de intemperie y por impotencia -si es que sirve como excusa- no nos atrevemos ni a indagar en la historia de quien extiende su palma abierta para ti.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Muchas personas de fe afirman que Dios se reparte y se expresa a través del arte, ojalá que así sea. En cualquier caso los milagros existen y algunos los propician los ateos, porque como ya he expresado en otras ocasiones hay muchos santos creyentes, y también los hay impíos además de los otros, los que se hallan en medio, me refiero a los agnósticos, que ni chicha ni limoná, entre los que me encuentro orando sin liturgia y a mi modo a un mudo ¿o no? porque si le gustan la música, la escultura, la pintura, los libros y el cine pues ya somos dos, corrijo: como en el verso de la canción de Nacha, "somos mucho más que dos", y entonces el monólogo resulta que sí es un diálogo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pero también abundan los malvados en las tres partes, no lo olvidemos.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZtjT6O2D3FJy4c23SQS6D-5kCGo1ClqJNngNJaQqomvAuf0sEwY9IjXAjt-FWOknyWY9R_LkWCLnH6z0ay8OPiqHHBZwbMcBSsJwhc7FdhLgsURC-RA-jtv-_bhxCeYKrFvMK3CkkAX7vTtqehvYnt25C4xAn1a8JDZCMxZvBNZVirHELBY7ZBFnp/s1600/asc.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZtjT6O2D3FJy4c23SQS6D-5kCGo1ClqJNngNJaQqomvAuf0sEwY9IjXAjt-FWOknyWY9R_LkWCLnH6z0ay8OPiqHHBZwbMcBSsJwhc7FdhLgsURC-RA-jtv-_bhxCeYKrFvMK3CkkAX7vTtqehvYnt25C4xAn1a8JDZCMxZvBNZVirHELBY7ZBFnp/s320/asc.jpg" width="240" /></a></span></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Siempre agradezco la belleza, porque el arte es un consuelo y saber que también se encuentra en un ser angélico al que diagnostican de esquizofrénia y en un veterano de Vietnam con metralla en las rodillas, me reconcilia con el mundo al que a menudo detesto por incomprensible en su extraño jeroglífico. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Estos preciosos personajes encarnados por dos actores enormes <b>Matt Dillon</b> y <b>Danny Glover</b> me muestran su día a día resbalando -pero sin perder el equilibrio- sobre la dignidad que ilumina y da brillo a los parabrisas de la gran manzana para convertir en feliz un tedioso atasco.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La película no hace concesiones, finaliza como era de esperar, y el viento arrastra y eleva hasta el anonimato unas fotos que atrapaban los fragmentos de vida hermosa que nadie ve, el chico también -como el cineasta que lo filma a él- mira el mundo y elige los detalles subrayables a través de una lente, igual que lo hace el director de este filme, <b>Tim Hunter</b>, que plasma al muchacho desconocido convirtiéndolo en personaje principal junto a ese padre adoptivo encontrado en un multitudinario albergue. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El juego de espejos o matrioskas sacados del bellísimo relato de su guionista <b>Lyle Kessler</b>, y la fotografía de <b>Frederick Elmes</b> no pueden ser más nítidos y transparentes y dan sentido al lenguaje del cine convirtiendo las palabras precisas en específicas imágenes. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Mientras, desde una ventana alguien mira sin hacer nada ¿nosotros quizá? </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Cuánto esplendor en el paralelo submundo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Es una película muy bonita que explica la sordidez con el valioso regalo de la comprensión por parte de quienes la padecen. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Un abrazo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pili Zori.</span></p>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-1914347046645235422023-03-12T13:08:00.004+01:002023-03-12T16:00:25.442+01:00"EL PLAN", peícula de Polo Menárguez<div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Aún sigo impresionada.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Dirigida por <b>Polo Menárguez</b> con la sobriedad de la medida exacta para que conjuguen ritmo evolutivo en progresión, junto al estado anímico individual y a la vez el de conjunto del trío de protagonistas que se va influyendo como los vasos comunicantes en el volcán contenido que busca las aberturas para estallar. El espectador intuye la tensión oculta desde el comienzo sin saber aún cuál va a ser el detonante de la erupción ni quien de los tres la va a provocar.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Defienden esta película <b>Antonio de la Torre</b>, <b>Raúl Arévalo</b>, y <b>Chema del Barco</b> con un lucimiento que alcanza las cotas más altas y no tiene parangón, los primeros planos, los cortos y los de detalle apabullan.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Los tres personajes -parados de larga duración tras haber trabajado en una empresa de "seguridad" valga la paradoja- permanecen atrapados en un pequeño salón opresivo y cerrado que nos remite a <b>Buñuel</b>, cuyas delimitaciones las marca un sofá de tres plazas oscuro, tan sólo el leve respiro -más para el espectador que para los protagonistas- de una diminuta terraza, o del ventanuco desvencijado -todo se cae- del cuarto de baño traerá aire al claustrofóbico rincón de arrinconados.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Una leve incursión al portal y un amago obligado, pero seguramente involuntario -de aparente dignidad masculina mál entendida- de ir en busca del que afrenta pero tras previo aviso telefónico para que en el fondo la amenaza quede en agua de borrajas -el alarde de quien se siente perdedor de antemano- moverá levemente en el espacio exterior la acción, aunque de immediato los tres compañeros regresarán al piso, al refugio, a la estancia de confort inamovible, hasta que la cruda y terrible realidad llame a la puerta.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh8GGw88C-m_wWfKRntfbwP-8czUUhtyCrXDdPxiLUA-_uaXWpOqQYJmUZgmzXRkuGsNmAanDzw7XCWiKDz9gz-_7OWv1Uxl2krEBxRBRHKgJHbYiBPUp-cLxNPeAtUjKLul-xhJ4UcFq08STZojcjOAYmejQT2W5_AQA876keiRsE-3hmeqYUoupC5" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img alt="" data-original-height="261" data-original-width="500" height="209" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh8GGw88C-m_wWfKRntfbwP-8czUUhtyCrXDdPxiLUA-_uaXWpOqQYJmUZgmzXRkuGsNmAanDzw7XCWiKDz9gz-_7OWv1Uxl2krEBxRBRHKgJHbYiBPUp-cLxNPeAtUjKLul-xhJ4UcFq08STZojcjOAYmejQT2W5_AQA876keiRsE-3hmeqYUoupC5=w400-h209" width="400" /></a></div><br /><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Las mujeres del trío, dos esposas y una novia, Manoli, Laura y Susi, están presentes en su poderosa ausencia y son el eje alrededor del que ellos giran con su masculinidad tóxica cuya única disculpa es la de que dicha mentalidad ha sido impuesta e inculcada durante décadas, pero entre tanto las mujeres han luchado contra ese modo de pensar -me atrevo a decir que de forma didáctica y pacífica- mientras que ellos se han quedado perplejos y paralizados, por fortuna no todos, en los fotogramas de "El Plan" quedarán para siempre el magnífico director y estos actorazos que tuvieron la generosidad de encarnar lo que ellos no son y de explicar lo que no hay que ser.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El largometraje nos avisa de en qué puede desembocar este mundo nuevo y precario en el que ya no hay seguridad laboral en las voraces empresas, trabajos en los que el ser humano vale menos que la mercancía o la labor que realiza y siempre es sustituible.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Poco a poco vamos aprendiendo -ellos y nosotras- que una mujer no está obligada a amar a su marido porque la mantenga sino porque le quiere con independencia de que trabaje o no fuera del hogar, y viceversa, la vida trae muchas circunstancias que nadie tiene derecho a juzgar.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La identidad de un hombre no es su trabajo, tampoco lo es su potencia viril, y un hombre no es dueño de su mujer, ni su motivación para serlo es la de "Yo a la Susi la dejo cuando quiera y ella lo sabe", porque "la Susi" puede dejarlo a él, y dicha posibilidad hay que incorporarla en cualquier mente.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La película es una adaptación de la obra de teatro homónima escrita y dirigida por el dramaturgo <b>Ignasi Vidal</b>, hay que agradecer que tanto en el escenario como en la sala de butacas del cine y después en la pantalla de nuestras casas, ambos: Ignasi y Polo han conseguido que vuele el mensaje hasta el espectador masivo, y <b>Cayetana Guillén Cuervo</b> y su equipo también lo han hecho posible con la difusión.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Enhorabuena a todos. Nuestro cine es un orgullo nacional y hay que defenderlo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pili Zori.</span></div>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-91009862207677491452023-03-03T11:27:00.000+01:002023-03-03T11:27:07.644+01:00"Tigres de cristal", de TONI HILL<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> Desmenuzando el bullying.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">He tenido entre mis manos una obra maestra, que me ha conmovido profundamente y que estoy segura de que se quedará en mi interior para siempre, incluso si alguna enfermedad de olvido hiciese estragos en mí, estoy convencida de que el libro seguiría en algún recóndito lugar del residuo o los rescoldos de mi lucidez porque la novela cala a mucha hondura y es imposible dejar de recordarla.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No habría podido leer “Tigres de cristal” en soledad, sin la compañía de mis amigas del club de literatura, ya que el candente tema que trata da escalofríos y nos afecta tanto a personas jóvenes con niños pequeños o con adolescentes como a abuelos con nietos para los que soñamos un futuro de bondad. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Vivimos en un ambiente de hostigamiento feroz contagioso y pandémico en todos los estamentos, familia, colegios, institutos, universidades, trabajos, prensa, política y medios… y ese es el espejo en el que se miran nuestros hijos, ¡ese es el precioso ejemplo! –va con toda la ironía- ¿de qué sirve clamar la democracia a gritos si el trato general es de odio, explotación y derribo? </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Toni Hill tiene la valentía de explorar y denunciar que hemos de ponernos manos a la obra para desgranar las causas de nuestro deterioro social, de la deshumanización creciente, porque se sabe cómo empieza esta lacra, pero no como acaba y las consecuencias de los prejuicios, de las malas palabras, de insultos, y vejaciones siempre, siempre se pagan, por malcriar, por envidiar, por disfrutar del poder impune de hacer daño con siniestras artimañas amparados en el bulto, en la cobardía de la masa, en la jauría de las redes... porque como nos dice en la página 173: “A veces en las tragedias existe más de un culpable”.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A menudo cuando consideran que soy elogiosa en exceso frente a determinadas piezas literarias me dicen: “No deberías dar el diez con tanta rotundidad por si luego lees otra novela mejor” de inmediato respondo: “ojalá, nada me complacería más que andar engarzando sobresalientes uno detrás de otro y matrículas de honor”, pero el hallazgo ocurre muy de tarde en tarde.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZhNz1hxeMrz2S_pG4IyYnV5V7xn4DgmHjviaPdKQHxMrZU6NyUWEIxKVtgyr7tmQoWLNUxgnuc_1qOXPExOfxHuFRlrPvyorVoZolnBybBxFFepSnuEq3Yb4Cw-W6lKE_gpxcn020KNNNGjY6GJuE8Sg_QvPKjn9fhd5NTNHhaO1MIcypQU12N5ne/s340/TDC.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="340" data-original-width="340" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZhNz1hxeMrz2S_pG4IyYnV5V7xn4DgmHjviaPdKQHxMrZU6NyUWEIxKVtgyr7tmQoWLNUxgnuc_1qOXPExOfxHuFRlrPvyorVoZolnBybBxFFepSnuEq3Yb4Cw-W6lKE_gpxcn020KNNNGjY6GJuE8Sg_QvPKjn9fhd5NTNHhaO1MIcypQU12N5ne/w303-h320/TDC.jpg" width="303" /></a></span></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">“Tigres de cristal” lo tiene absolutamente todo, escrita en círculos concéntricos que abrazan, rodean y aprisionan al lector para que transite por ellos como si del cono del infierno de Dante se tratara, nos hace bajar al centro de ese averno puesto que en el eje alrededor del que gira se produjo la muerte de Joaquín, el Cromañón, un chaval de catorce años que era el terror de otro crío de doce Juampe, el moco, el ¿crimen?, ¿a manos de otros dos críos de doce?, se nos desvela desde el principio, nada más abrir las páginas porque lo que importa no es el suceso sino por qué esta historia deriva hasta él. Y también se sabe desde el comienzo que unos nacen con estrella y otros estrellados, pero no me quiero adelantar porque en este entramado todos los personajes están heridos incluso los aparentemente más privilegiados. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La novela de altísimo contenido moral y ético es un aviso en el que se pormenorizan con meticulosidad todos los componentes del bullying, y las partes implicadas: adultos que manipulan, pecados de omisión… la sociedad entera puesta en cuestión con sus luces, con sus sombras, con sus grandezas y sus miserias. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Tigres de cristal cose dos tiempos de modo magistral y lo hace en forma de espejos que se miran de frente: los años setenta del siglo XX y la actualidad del XXI y en esos paralelismos y en el mismo barrio retrata y psicoanaliza con mirada exterior pero también interior a la Ciudad Satélite en un alarde neorrealista y urbano, el autor narra con un enfoque pesimista que habla en sordina con más eficacia que si lo hiciera a gritos, Toni Hill es la voz de alguien que vivió en la intersección, los novelistas que ya han cruzado el umbral de los cincuenta años de edad van dando testimonio de la transición, y ponen palabras para definir ese espacio donde antes no las había.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El propio apelativo Ciudad Satélite marcaba un estado de inferioridad con respecto al astro: Barcelona, la gran ciudad a la que había que acercarse con ropas de domingo. Esa localidad creada con premura y sin más historia que el éxodo, fue el cinturón rojo que circunvaló a la inmensa urbe en el extrarradio y alrededor del anillo de Cornellà. Allí, la clase obrera no fue al paraíso, aquella pequeña urbe dentro de la grande supuso en sí misma una ciudad concienciada sindicalmente que asentó en los años setenta del siglo XX a andaluces, extremeños y castellanos que arrancaban sus raíces con la ilusión de generar un buen futuro para sus hijos. No imagino a quienes levantaron los bloques de viviendas -a la velocidad repentina en la que nacen las setas- vaticinando que precisamente por el hecho de estar en gueto surgiría la unidad y por tanto la solidaridad, al menos la laboral, porque el autor disecciona y pasa el escáner, y no era precisamente idílica ni empática toda la vida cotidiana de aquel tiempo sumido en un machismo profundo e institucional arraigado en hombres y mujeres que iba mucho más allá del reparto de tareas. Rosi, la madre de Juampe, víctima de las agresiones de un bruto representa muchos de los infiernos domésticos consentidos e incluso aplaudidos, es de sobra conocido el desprecio del pobre hacia otros aún más desvalidos por mera y patética necesidad de destacar, de diferenciarse, la incomprensión frente a la enfermedad psíquica, y de nuevo la crueldad colectiva que permite e incorpora como costumbrismo la monstruosidad. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pero el autor no va a dejar títere con cabeza y tras la justa defensa que hace a las mujeres en todos los aspectos defendibles también nos deja el reproche, “¡vosotras callasteis!” por sumisión, por cobardía…</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Comprendería que leyendo mis palabras exclamaseis “¡Madre mía, qué dureza!, no me apetece leerla”, y sin embargo la novela contiene toda la belleza de las tragedias griegas, y también toda la esperanza. Iago y Alena son el futuro, y resultan asombrosos los puntos de partida tan difíciles y complejos que elige el autor para preguntarle al lector ¿y tú? ¿qué harías?, ¿amor imposible entre Miriam y Víctor? Colócate ahí y siente lo que ambos sienten ¿renunciarías por decencia?, ¿por justicia hacia un hermano que no fue justo?, ¿y con él se hizo justicia antes y después? </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Me ha maravillado que eligiese a un enfermo de alzheimer para el papel máximo: desvelar el desenlace y darnos un bofetón sin mano, la paradoja es hermosa, alguien ¿sin memoria? trae al presente el pasado para redimirlo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El testigo de la esperanza Toni Hill se lo concede a Miriam y a Iago, personajes secundarios –en apariencia- que sin embargo serán el detonante; Miriam es la pieza fundamental que cambiará el curso de un destino abocado a desembocar en la maldad, gracias a ella hasta Víctor retomará su vida encontrando su verdadero lugar en el mundo al recuperar su oficio en el derecho penal. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La novela nos habla de venganza, y también de culpa y de absolución ¿Se puede perdonar lo imperdonable para seguir adelante? Es que ahí está la prueba de fuego, todo lo demás es toreo de salón. </span></p><p style="text-align: justify;"><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQ8EZyIjBtz53TbXgDmy_vklyFRe0OcnECv0R4bPWqi6VXcacVAFgEkuVMFX_2DWjDkIzKEi-7FVOUOscdbSQsK882LdDnotGjpmeAuof9g0Bge3gurBcTWkCarfIsAX1MLtLawVVvv2FUohWhzuwRJeojh3ddX-HFSwcIJheN587bVV7KAZfEylxB/s990/TH.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="661" data-original-width="990" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQ8EZyIjBtz53TbXgDmy_vklyFRe0OcnECv0R4bPWqi6VXcacVAFgEkuVMFX_2DWjDkIzKEi-7FVOUOscdbSQsK882LdDnotGjpmeAuof9g0Bge3gurBcTWkCarfIsAX1MLtLawVVvv2FUohWhzuwRJeojh3ddX-HFSwcIJheN587bVV7KAZfEylxB/w320-h214/TH.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Toni Hill</td></tr></tbody></table><span style="font-family: arial;">Los detalles agravantes y eximentes son cruciales a la hora de juzgar, y sin embargo sentenciamos a la ligera sin pararnos a pensar en ellos.<br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Jamás voy a olvidar la página 420 en la que Miriam le habla a su hijo dándole las pautas que todos necesitábamos escuchar para saber qué hacer, y que a continuación os detallo:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> -“Irás porque esa chica necesita también que alguien la defienda allí. No, no vayas pegándote con todo el mundo, simplemente sé esa voz que lleva la contraria a la masa y que lo dice en voz alta, sin esconderse. La masa es cobarde, Iago. Si tú te muestras seguro de ti mismo se callarán”.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">“Dale un voto de confianza y aléjate de quienes le desean mal”.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-“¿Y si me equivoco?”.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-“No puedes equivocarte si haces lo correcto”. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">“Tigres de cristal” tiene la fuerza de un buen wéstern, la dignidad de un samurái, el honor del harakiri, y la vergüenza y el fracaso que aboca a tomar la justicia por tu mano. El lector ve un final no deseable pero sí esperable, y por ello comprende que no ha salido de las páginas con el alivio del final feliz porque el debate está servido y hay que buscar soluciones que también le implican.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Creo que esta novela deben leerla los maestros en los colegios y los adolescentes en los institutos como lectura imprescindible, y de paso las familias.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Ha sido una experiencia asombrosa ver como el escritor estudiaba a cada núcleo familiar, vinculándolos al barrio entero y poder escuchar la respiración de dicho ambiente.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Es una novela coral en la que su autor que además es psicólogo ha tocado la clave y la llave de un problema que nos devuelve la humanidad y no se ha olvidado de nadie, ahí está Marc para corroborarlo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Y sí, hay seres odiosos como Lara, como Joaquín, si no fuera así, si no hubiera personas que disfrutan haciendo daño no existirían los torturadores. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Soy partidaria de la reinserción y considero que todas las personas tienen arreglo, pero también hemos de saber que críos como Joaquín y como Lara no se reparan fácilmente ni en dos días. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No os cuento más para que la leáis con el mismo deleite y también la misma ansiedad con los que la he vivido, la he leído dos veces y creo que no me estorbaría una tercera.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Gracias señor Hill.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pili Zori</span></p>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-5742121370331304092022-12-16T14:26:00.003+01:002022-12-16T20:02:45.516+01:00 "Open - Memorias", de ANDRE AGASSI<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Escritas por <b>J. R. Moehringer</b>, Premio Pulitzer y autor de la aclamada novela autobiográfica "El bar de las grandes esperanzas".</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Hago hincapié en señalar al escritor porque ignoro la razón por la que su nombre no aparece en portada, aunque <b>Andre Agassi</b> le cita con profundo cariño en los agradecimientos y aclara que JR no quiso figurar en ella.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Intuyo que el escritor JR Moehringer tiene elegancia de corazón para la amistad y decidió que toda la gloria se la llevase el gran tenista, pero el detalle a los lectores nos hace especular y preguntarnos si hubo demasiada gente opinando sobre el manuscrito, y al estar vivos todos los personajes reales que aparecen en el libro quizá escritor y protagonista tuvieron que morderse la lengua en algún pasaje a riesgo de que lagunas y silencios fueran en detrimento de la narrativa, aunque en estas páginas no ocurre, Moehringer es un cronista y relator tan fuera de serie que nuevamente logró una pieza artística de hermosísima orfebrería por la composición, la construcción y el contenido. Y es que sin quitar mérito a André Agassi y agradeciendo su desnudo anímico tan generoso y que nos abre el desconocido mundo -fuera de lo público- de estas figuras tan heroicas, me parece justo especificar que uno puede comprar ladrillos, pintura, fontanería, muebles, adornos, decir cómo desea que vayan colocados… pero no basta con enumerarlos y extenderlos sobre una superficie, después hay que saber ordenarlos cada uno en su lugar para que sean duraderos, además de estéticos, y que funcionen. Con este símil -posiblemente innecesario- intento decir que una cosa es contarle a alguien tu vida y otra muy distinta escribirla, quien escribe ha de saber dosificar el gotero de las sorpresas, poner las piezas referidas en los lugares de las páginas más álgidos o remansados y saber dónde han de estar los golpes de efecto, los valles, los picos… </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Desconozco las directrices de las editoriales norteamericanas en estos casos de biografías, pero deseaba decir aquello de “al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Dicho lo anterior paso a hacerle las alabanzas merecidísimas a esta magnífica historia que me ha conmovido hasta mis pliegues anímicos más recónditos.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6yh-IKfHlEvjRYiw7OOLAHK3Go_KXcIkmTeNqBjUawbl3cyS3-QFw8r08IpQVHwQdbxFH0GFk__ww40cAThsMRmvq8Rn8kjXvSX0XgE44XoDbFrmmei-Lfn7daT5qXT1WSkFAciRtECAds2FDlo8tSfAjIvafW0toU-kzqCRpx8BMu29t_9PHzL_Q/s845/Open.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="845" data-original-width="552" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6yh-IKfHlEvjRYiw7OOLAHK3Go_KXcIkmTeNqBjUawbl3cyS3-QFw8r08IpQVHwQdbxFH0GFk__ww40cAThsMRmvq8Rn8kjXvSX0XgE44XoDbFrmmei-Lfn7daT5qXT1WSkFAciRtECAds2FDlo8tSfAjIvafW0toU-kzqCRpx8BMu29t_9PHzL_Q/s320/Open.jpg" width="209" /></a></span></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Open está escrita en primera persona y en presente para lograr así que el lector sienta que lo que ocurre en las páginas está sucediendo en ese instante y a su lado.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Para un público profano, "Open" –palabra con la doble lectura, la literal del tenis y la de abrirse íntimamente- es un logro ya que la autobiografía nos muestra cómo se refleja el estado de ánimo de Agassi en la pista, y cómo le afectan las vivencias personales a su juego, y por ello no hace falta ser entendido o experta en tenis para comprender, empatizar, compartir y sentir un enorme aprecio por Andre, y esa capacidad de llegada hace universal al libro.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A veces me pregunto si la competición de los deportes en equipo es un simulacro de la guerra, y las de los juegos individuales frente a un sólo contrincante sustituyen el cuerpo a cuerpo de la misma lid, y me planteo si quizá necesitamos competir para estar preparados como en el reino animal –ya que desde cachorros retozan para aprender a atacar y a defenderse- por si sufrimos una posible agresión y así sobrevivir en caso de conflictos bélicos o civiles.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">"Open" se mueve en la ambivalencia de los sentimientos encontrados, entre el amor y el odio al mismo tiempo y en la misma medida, y por un lado nos interrogamos sobre si es justo, cuando eres niño, que te obliguen a un entrenamiento no elegido para ser el número uno, y a la vez nos preguntamos por qué la aspiración ha de ser precisamente llegar a ese primer puesto, eliminar al otro cuando la vida social es suma e integración y en ello radica el beneficio, y además a qué precio: ¿al de una infancia robada?, ¿al de abortar los sueños propios del niño -antes incluso de que surjan- para inocularle los de los progenitores en su lugar?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Estamos habituados a ver como padres de famosos instrumentalizan a los hijos para forrarse a su costa y creen ser Pigmalión esculpiendo y moldeando la arcilla –tristes ídolos del barro de la tiranía- aunque en el caso de Emanoul Agassi, boxeador olímpico y padre de André finalmente no fue así dado que a partir del primer sueldo del hijo el tenista administró sus ganancias, sin olvidarse de su familia. Sin embargo Emanoul sí dopó a sus hijos con speed (metanfetamina) para que alcanzaran mayor rendimiento, y a Andre, al ver que destacaba desde pequeñito le construyó una máquina –que el niño llamaba dragón- y que lanzaba pelotas a una velocidad supersónica, endiablada y brutal, y elevaba la red para obligarle a no perder ningún tiro del rival.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Como es natural tenemos en cuenta que escuchamos el punto de vista de Andre, habrá quienes piensen legítimamente que si el hijo llegó tan lejos fue gracias a la exigencia de su padre, pero aquí el debate que el libro suscita es la motivación, los hijos han de realizar sus propias trayectorias, construir sus vidas, orientados si es necesario pero no dirigidos, y teniendo en cuenta siempre sus deseos, ya sé que es difícil y muy fácil sin embargo caer en la tentación de pronunciar la consabida frase “aún no sabe lo que quiere, porque no tiene edad, ya lo comprenderá más adelante”. Pero no es lo mismo crecer en el ambiente de un negocio familiar y decidir por ti seguirlo que obligado, después tras haber invertido el tiempo en él sin saber a qué otra cosa dedicarte es complicado elegir, de modo que no hay tantas opciones como parece, y volvemos a la ambivalencia: cuando son profesionales ganan mucho dinero y es natural que el hecho en sí mismo parezca el alcance de la propia meta, el fin conseguido. Sin ánimo de justificar, y llegando a este punto sí me parece bien hacer de abogado del diablo para no dejar nada en el tintero y que consideremos las circunstancias que envolvieron a Emanoul a quien imagino como emigrante en pos del sueño americano y en un entorno como Las Vegas, lleno de oropeles y luces hipnóticos que invitan a creer que los caminos para alcanzar el dinero son fáciles. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No obstante, "Open" nos habla de la búsqueda de tu lugar en el mundo, solemos pensar que ese sitio, tu sitio es un espacio físico, geográfico o laboral, y en realidad tu lugar en el mundo has de crearlo y tiene más que ver con el amor en todas sus vertientes. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">André Agassi si ha sabido rodearse de personas que han creado con él vínculo afectivo, porque siempre tuvo la certeza de que en realidad esa clase de relaciones son las únicas que importan. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En el caso de Agassi, vemos a Brooke Shields, su primera esposa, ambos pertenecían a mundos distintos, ella como actriz necesitaba relacionarse, acudir a eventos y fiestas nocturnas para ver y que la vieran y así recibir contratos, él en cambio para el suyo requería concentraciones y aislamientos. Si se casaron porque consideraban que estaban en la edad de dicha apuesta, o les faltó el amor suficiente para conjugarse y acomodar el respeto a sus distintas profesiones lo ignoro, lo cierto es que cuando llegas a esos pasajes en el libro te preguntas si además de enamorarse determinadas personas necesitan crear un proyecto común que Andre sí logró sin embargo posteriormente con Steffi Graf, la comprensión en toda su hondura estaba garantizada para ambos, infancias y sufrimientos musculares y emocionales semejantes, figuras paternas obsesivas -el padre de Steffi para colmo fue condenado por malversación- pero puestos a rizar el rizo, me atrevo a decir que sería triste que los deportistas de élite sólo pudieran optar por la endogamia, lo cierto es que el sol no se puede tapar con un dedo y salta a la vista lo muchísimo que ellos se aman, y cómo finalmente juntos encontraron su lugar en el mundo, cada uno ha creado su proyecto posterior al tenis, y esas obras sí las consideran verdadero logro suyo, una elección vocacional, la de Agassi es un centro educativo para niños y niñas con pocos recursos económicos, él abandonó los estudios a los catorce años y hoy su mayor deseo es que esos niños lleguen a la universidad, y en él ha empeñado su fortuna, además de conseguir donaciones que están convirtiendo dicho centro en uno de los más prestigiosos de EE. UU.</span></p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigDAaLlf7AnZUVgQibZ-nWNdwb0ZznCuAFuKTtw-ijZls9_gCMCKuiQr4aoGwFBvUMf3vcQMZPzYlCv2WDYodwWqJesU5MRYqkIO66eub_SXV9AEFuLa5m-ezqcKuh0_kN7enR_yC7cuQ4fI7VMdDwVTvBX2Bw6a0oNv5mqOZWfBSegOT6u4egFvvw/s600/JRM.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="400" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigDAaLlf7AnZUVgQibZ-nWNdwb0ZznCuAFuKTtw-ijZls9_gCMCKuiQr4aoGwFBvUMf3vcQMZPzYlCv2WDYodwWqJesU5MRYqkIO66eub_SXV9AEFuLa5m-ezqcKuh0_kN7enR_yC7cuQ4fI7VMdDwVTvBX2Bw6a0oNv5mqOZWfBSegOT6u4egFvvw/s320/JRM.jpg" width="213" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>J.R. Moehringer</i></td></tr></tbody></table><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Al final amas lo que sabes hacer y el tenis para ambos, Steffi y Andre, es una simbiosis inseparable de sus vidas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Con "Open" he comprendido que este agotador juego no es tan sólo lúdico porque es un deporte que saca el interior al exterior y en ese espejo el espectador -cómodamente sentado en su sofá- puede ver los demonios y noblezas del solitario héroe que se deja el hígado y la piel en la cancha superando -en tiempo de desarrollo porque son muy jóvenes- los juicios y prejuicios, maledicencias, difamaciones, críticas destructivas y también seguidismos feroces. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Ante tu vista como espectador está la lucha de un ser humano más expuesto que los demás, y es la primera vez que he asociado al deporte con el arte y que he visto en él, los mismos efectos, pero he necesitado el vehículo de la literatura que es mi fuente de conocimiento.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">He envidiado la importancia de un buen fisioterapeuta y el compromiso que estos profesionales sienten al contemplar un cuerpo en movimiento. Gil aparece como un eje en la mitad del libro para estar en el centro de la vida de Agassi. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Tengo la misma enfermedad o afección que André Agassi, espondilolistesis, además de una poliartrosis superlativa ella -ya que se pone pues que sea a lo grande- que ha venido a sumarse y confieso que he llorado de pura cercanía por no poder abrazarle, y sabiendo como es ese dolor me he quedado atónita ante el aguante tan tremendo que este superhombre tiene.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No deseo a Agassi que sea feliz porque ya lo es y mucho, pero sí le envío toda mi gratitud por abrir las puertas de su corazón al mundo, con el deseo de que ninguno de los mencionados en las páginas se haya sentido herido, dado que se nota el cuidadoso esmero con el que protagonista y escritor han elegido palabras y hechos, sin venganzas ni morbosidades, entre las líneas queda dicho en modo sugerido y de forma elocuente lo que falta, a buen entendedor... y en todo el libro se hace muy patente la bondad y el amor de Andre Agassi.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Un abrazo y hasta el próximo encuentro.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pili Zori</span></p>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-5088840694952569872022-11-11T19:47:00.002+01:002022-11-11T19:47:30.480+01:00"La verdad sobre el caso Harry Quebert", de JOËL DICKER<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pros y contras.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No suelo hacer reseñas negativas, considero que es innecesario teniendo tantas opciones de lectura. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Anticipo que este análisis tampoco será desfavorable pero sí va a contener algunos matices.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Antes de entrar en materia he de decir que me sumergí en esta historia viendo primero en Amazón Prime la serie homónima que se basaba en el libro del joven y exitoso autor suizo <b>Joël Dicker</b>.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Que la dirigiera el magnífico cineasta <b>Jean-Jacques Annaud</b> me pareció garantía de calidad.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Después vi que en nuestra biblioteca pública habían adquirido un lote para clubes de "La verdad sobre el caso Harry Quebert". </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">comprendo que hice mal, en este caso, al empezar por el guion adaptado y no por el libro ya que aunque me sienta capaz de separar ambos lenguajes, el cinematográfico y el literario, debido a la trama de esta obra conocer el desenlace de antemano a la hora de leer sí importa. Pero cómo iba a imaginar que la tendríamos en la biblioteca. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No quiero nombrar “La verdad sobre el caso Harry Quebert” como novela negra dado que actualmente en cuanto se produce un crimen dentro de las páginas de un libro de inmediato recibe el sello y pasa al catálogo, y a mi juicio dicho título hay que ganárselo, se trata de palabras mayores si pensamos en <b>Dashiell Hammett</b>, <b>Ross McDonald</b>, <b>Raymond Chandler</b>, <b>Patricia Highsmith</b>, <b>Juan Madrid</b>, <b>Giorgio Scerbanenco</b>… por citar a algunos de los más grandes, más de uno y más de una perseguidos por el senador Joseph McCarthy cuya sádica y paranoica caza de brujas contra intelectuales y artistas causó tanto dolor y estragos irreparables a intelectuales, cineastas, guionistas, comunicadores… en la quinta década del siglo XX. Los mencionados eran escritores llenos de lirismo que tiraban de la manta social para ver y analizar sin concesiones lo que había debajo, que se pringaban entrando a los infiernos de alcantarillas y cloacas de la corrupción en cualquier ámbito, que ahondaban en lo más recóndito del alma humana, que amaban con una dignidad fuera de códigos. Aparentes perdedores que todo lo ganaban sin embargo en decoro ético y en dignidad… por ello, en mi opinión -subjetiva naturalmente, quien lo desee que rebata- autor de novela negra es un título que hay que merecer y que requiere muchas tablas, y lo expreso con tanta contundencia porque actualmente hay un batiburrillo muy grande dentro del concepto “novela negra” en el que se mezclan suspense, misterio, investigación policial… y que nace directamente de la influencia de otras lecturas, largometrajes, series, o persigue de antemano que se conviertan en rodajes de cine o televisión sin que se produzca en muchos casos la voz propia, el estilo personal… Es como una moda invasiva que prefiero llamar Thriller. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Y me parece bien, si hay demanda… la vida es tan inconclusa que el gran público agradece que se haga justicia al menos en el cine, en la pantalla de su televisor, o entre las tapas de un libro, y que cacen a los asesinos tras una buena investigación, o un juicio sagaz con abogados defensores y fiscales eficientes porque produce una gran satisfacción. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En realidad me disgusta separar por géneros, ya que sólo me importa que las novelas sean literatura, y no trama, trama, trama y poca hondura, con muchas vueltas de tuerca, truculencias repentinas y sexo en los momentos convenientes, mirada exterior sin introspección y que narren los hechos como en una crónica dándole que te pego a la pizarrita para dibujar las sendas hipótesis, pues para ese plan leo el periódico por la sección de sucesos. </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoL4HLP08N1neOlV1vMfIuoYzV0oZvlMrqBadFvE-ZnqJfY_iAPLCfzGLWbm3MS_rSgH1fNGvC6sy96VC9e_kyoTaQZstSWrApuivGhqfitctEJOssnb1BDn0X33RF_ksMBQNmewWqfDPCNh-xe84FJkgAi2EtBaMmE9AAS3YK_L_W1Dd9smQPZIYy/s2560/lvschq.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2560" data-original-width="1684" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoL4HLP08N1neOlV1vMfIuoYzV0oZvlMrqBadFvE-ZnqJfY_iAPLCfzGLWbm3MS_rSgH1fNGvC6sy96VC9e_kyoTaQZstSWrApuivGhqfitctEJOssnb1BDn0X33RF_ksMBQNmewWqfDPCNh-xe84FJkgAi2EtBaMmE9AAS3YK_L_W1Dd9smQPZIYy/s320/lvschq.jpg" width="211" /></a></span></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Si sólo me van a dibujar personajes estereotipados sin que el lector deduzca cuáles son las causas de sus comportamientos, los motivos, el por qué… entonces no estamos hablando de literatura sino de un producto con un mecanismo muy interesante que produce mucha curiosidad y un gran interés pero que tras el entretenimiento y la evasión no deja huella, además se trata de argumentos que pueden seguir patrones fáciles de aprender. En una novela tiene que haber algo más que cale a mayor profundidad, que conmueva, que no te deje fuera como a un voyeur.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Vamos ya con las de cal, que por lo visto en el dicho "Dar una de cal y otra de arena" la cal es la buena.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Uno de los logros de Jöel Dicker es el de haber conseguido adentrarse en la mentalidad rural y más retrógrada de cierta zona de los Estados Unidos, no señalo porque no se debe generalizar ni juzgar y en todas partes hay honrosas excepciones, y el autor consigue que su mirada no resulte extranjera, y en ese sentido logra la universalidad.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La trama es perfecta, todos los cabos se atan finalmente tras haber enredado al lector en el juego de las sospechas obligándole a seguir pistas falsas y a ponerse a sí mismo en cuestión por ser mal pensado, por sacar conclusiones anticipadas sin tener toda la información que el autor dosifica con maestría si sabe utilizar el gotero. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El retrato social de apariencias, racismo y mentalidad machista y falso puritanismo es bastante corrosivo. Aunque un tufillo a misoginia también impregna las páginas ya que la madre de Marcus al igual que la de Jenny, Tamara, están caricaturizadas en exceso al ofrecer a los hijos como mercancía para buenos casamientos y perpetuar así un sistema de vida basado en el status y el oropel de la superficie.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Los dardos contra el mundo editorial dirigido por mercachifles sin escrúpulos, y sin pajolera idea de cómo se construye el esqueleto de una obra literaria, pero sí saben apoderarse del trabajo del escritor haciendo y deshaciendo, son bastante reconocibles. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Y el desenlace un magnífico cierre de justicia poética que a mi criterio está mejor logrado en la serie, pero ese detalle no le resta valor a la novela dado que la idea es del autor y no del cineasta.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Y ahora vienen las de arena:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Creo sin embargo que Jöel Dicker desaprovecha personajes muy potentes por entretenerse en demasía en colocar bien los hilos para demostrarnos que lo sabe hacer, y eso en mi opinión es el trabajo de campo que se le presupone a todo escritor que se precie, pero que ha de quedar fuera ya que al lector no le hace falta conocer los detalles del making off.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A veces he tenido la sensación de que el autor reunía y colocaba muy bien los ingredientes del manjar pero que después no sabía cocinarlo y que estaba haciendo un ejercicio de escritura repleto de hipótesis y vueltas de tuerca excesivas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Los diálogos entre Nola y Harry me parecen muy flojos y es una pena porque en esa línea fronteriza de joven con mayor, de sentimientos ambivalentes, de desasosiegos y renuncias cabe todo un mundo puesto a prueba, y un magnífico debate.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8Ex7PgHZwpogZ3pvntmTZx4pRHIptnLhpBTxtG3iueUMuMzkxpY177i0yTO5pMJzTQcTNOsDwT2X5lg-QRNTRnJVF_ygUB3XJzNWcba1iyjjzmkNpBeS7G62cVVpBKOx3tFjbGBBCOMpi6fYiM0kV1Lon6F9VEWJ_A1MezxU-qyy02xkuHTjXWZek/s375/jd.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="375" data-original-width="250" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8Ex7PgHZwpogZ3pvntmTZx4pRHIptnLhpBTxtG3iueUMuMzkxpY177i0yTO5pMJzTQcTNOsDwT2X5lg-QRNTRnJVF_ygUB3XJzNWcba1iyjjzmkNpBeS7G62cVVpBKOx3tFjbGBBCOMpi6fYiM0kV1Lon6F9VEWJ_A1MezxU-qyy02xkuHTjXWZek/s320/jd.jpg" width="213" /></a></span></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Resulta que Nola es muy virginal y de repente sí sabe hacer algo que requiere experiencia sexual, en fin… </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Los golpes de efecto llegan de súbito, sin que haya dejado rastros o huellas, sin proceso evolutivo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El comportamiento evasivo del padre de Nola, frente a un automaltrato, por mucha impotencia que genere también es incomprensible. Pero claro el secreto que padre e hija ocultan es enorme y muy difícil de manejar.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A veces confundimos la riqueza y la extraordinaria tecnología de los Estados Unidos con mentalidad avanzada y a las pruebas me remito, ahí tenemos a Trump multitudinariamente votado y la que se avecina en pérdida de derechos duramente conquistados. el racismo y la xenofobia latentes...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Durante la lectura ha habido momentos en los que he tenido la sensación de que en realidad el autor lo que quiso escribir fue la relación iniciática de escritor joven con otro artista literario ya maduro y consagrado, y hablar de la transmisión del conocimiento. Y me pareció original ver dos novelas en una, metaliteratura y sus mecanismos, y me dije que en el fondo esa clase de relación era la parte principal y protagonista de la historia, y la desaparición y muerte de Nola el ejercicio secundario, es decir: trama y subtrama invertidas, pero si Jöel Dicker se hubiese limitado a escribir dicha relación es un tema que en este momento tn mercantil ninguna editorial le habría comprado.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Puede parecer -dados mis argumentos hasta ahora- que la novela no me ha gustado, y no es así, precisamente lo que me ocurre es que me da lástima que Jöel Dicker no haya desarrollado cada planteamiento con más profundidad y sin embargo, como ya he dicho en renglones anteriores, a cambio se haya entretenido en pesquisas laterales, ya que la amistad y la lealtad son puestas a prueba, así como la ética y las tentaciones y esos sí que eran para mí los temas esenciales. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Me ha encantado como comienza Marcus siendo un niñato con talento -si se me permite tildarle así- que busca el camino corto, la ley del mínimo esfuerzo, que nadie le haga sombra, el enriquecimiento rápido y como finalmente crece en honradez, dignidad y compromiso salvando todos los escollos por defender una amistad apasionada. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Ha habido momentos en los que he creído intuir que Harry Quebert era como el amigo imaginario que Jöel Dicker habría querido tener y ese pensamiento me producía una ternura infinita, los escritores tendemos a la soledad y el ensimismamiento aunque estemos rodeados de amor y buena gente, es el precio de un tipo de sensibilidad que el oficio requiere y una manera de ser que nada tiene que ver con que seamos insociables. Símplemente nuestro lenguaje esencial es escrito y escribir requiere espacios largos de concentración absoluta frente a la pantalla o al papel. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Si me he atrevido a decir todo lo anterior es porque sé que mis opiniones no harían daño a este autor, entre otras cosas porque mi altavoz es diminuto, y porque me consta que está curado en salud de buenas y malas críticas, pero creo que en el fondo Jöel Dicker no buscaba esa clase de fama, siento que al igual que su protagonista ansiaba el prestigio, la obra maestra, y me temo que con el camino que ha elegido o le han trazado se va a forrar, y está muy bien porque podrá vivir de su escritura, pero que no era lo que quería, por suerte es muy joven y terminará pudiendo elegir, y escribir con más sosiego.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Un abrazo y hasta el próximo encuentro.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pili Zori.</span></p>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-56343744397818901142022-10-26T17:27:00.002+02:002022-10-27T16:23:27.513+02:00CUADERNO DE NOTAS: De nuevo Arturo Pérez Reverte<p style="text-align: justify;"> <span style="font-family: arial;">Sigo creyendo que en el contundente artículo que os dejo debajo de mis palabras (pulsad el enlace), de nuevo <b>Arturo Pérez Reverte</b> tuvo y tiene toda la razón. Él descendió a los infiernos de las guerras y conoce otros códigos de honor y otras éticas que se dan cuando dicha perversión se produce y que a los demás nos pondrían a prueba, seguramente con suspenso asegurado.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No obstante subrayo que igual que existe el buen uso de la palabra y un decálogo de dignidad del reportero también dichas honestidades son aplicables a quienes utilizamos redes, ese es mi deseo al menos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La parte buena de este abuso de navegación descontrolada es que los documentalistas de mañana tendrán un buen filón con tanta foto, y ese arsenal no es malo incluso con las imágenes de los brutos de corazón que hacen la V con los dedos, ponen morritos y levantan una pierna -como A. P. Reverte dijo en su escrito- ante la ignominia y el dolor de una catástrofe para dejar constancia de que han estado ahí.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No somos hombres o mujeres por el hecho de nacer, crecer y multiplicarnos como las setas tras la lluvia, tenemos un buen trecho para convertirnos en personas, y no es fácil lograrlo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Hace poco en una entrevista le escuché decir refiriéndose a la amistad:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">"...Son códigos que están fuera de las ideas".</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Es cierto, a menudo nos sentimos muy cerca de alguien antagónico y lejos de quien se supone afín.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Mis sentimientos hacia Arturo Pérez Reverte son ambivalentes y confieso que a veces le juzgo -sin duda de forma injusta- como elitista sentencioso que se sitúa por encima y presume de grueso equipaje cultural que utiliza como arma arrojadiza, un broncas que se arroga el derecho a aleccionar como si dicho bagaje fuese la única vara de medir, el aro por el que todo el mundo ha de pasar, que cree que su canon de lecturas: "el gran saber" clásico mediterráneo, es el único y que si no lo posees corres el riesgo de recibir el castigo de su menosprecio.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En esos momentos también mis elucubraciones me dicen que se le nota como a todos nosotros, los de su misma generación, que no tuvimos enseñanza mixta de chicos y chicas juntos compartiendo pupitres, ni en primaria ni en secundaria, aquel tiempo en el que las mujeres sólo eran valoradas por su belleza estética, eran las novias de los amigos o colegas -a ellos sí había que respetarles el trofeo- sin embargo a ellas no se las consideraba como amigas o compañeras. En fin, huecos y lagunas que se rellenaron con idealizaciones a cierta distancia y que sin ser misoginia creaban mundos aparte, así venía después la desmitificación. Pero tras estas miserables evaluaciones mías -especulativas y de baja estofa- me detengo y le escucho con atención en otros encuentros y coloquios, y le contemplo cuando muestra apasionado o se le escapa lo que de verdad le conmueve y entonces la tierra tiembla sonora bajo sus pies, y es precisamente ahí donde me nace el respeto por su persona discrepe o no de lo que piensa, siente o dice, le envidie o admire, porque el aprecio genuino aparece cuando se muestran por completo los claroscuros.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Atrás quedó su beligerancia en Twitter, el insultómetro masivo, él no había medido la repercusión de ese espejo cóncavo y deformante.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En esta etapa dulce de su existencia noto que ha alcanzado la serenidad, y que su balance -con la aportación que él le ha hecho a la vida y que ella le devuelve con sobresaliente- es muy bueno profuso y fructífero y me alegro. Y de nuevo llego a la conclusión de que es un artista enorme como cuando comencé a leer sus primeros libros, y un hombre honrado y transparente con muchos más aciertos que errores, y da gusto verle sonreír con la voz acelerada y los ojos repletos de entusiasmo, palabras y reflexiones que se atropellan para salir por sus labios, tal es su infinita fluidez.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Aunque seguiré sin compartir los berrinches que pilla con los nuevos intentos de lenguaje inclusivo tales como niñes, otres... porque al menos yo no le veo ninguna intención manipuladora a la ministra de igualdad, creo que ella tan sólo desea crear o encontrar un espacio visible para un sector de la población sin que nadie tenga que rasgarse las vestiduras por ello tanto si los vocablos chirrían como si no, van vestidos de academia o de calle, y el fin me parece bueno.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pili Zori</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Éste es el enlace al artículo: </span><span style="text-align: left;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://www.zendalibros.com/turistas-la-idiotez-perez-reverte/?fbclid=IwAR3Z2T0ygXhnnr7KOu_PtLA6lwG9F19KrpPdX12i9n_ik3wYJYulbILLhNU">https://www.zendalibros.com/turistas-la-idiotez-perez-reverte/?fbclid=IwAR3Z2T0ygXhnnr7KOu_PtLA6lwG9F19KrpPdX12i9n_ik3wYJYulbILLhNU</a></span></span></p>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-40197747395510617862022-10-12T11:26:00.002+02:002022-10-12T11:26:16.042+02:00CUADERNO DE NOTAS: Pobres de pedir<p style="text-align: justify;"> <span style="font-family: arial;">Continúa el síndrome del día de la marmota, la cosa no cambia, mientras haya alguien a quien echarle la culpa... pues hala, para eso están los inmigrantes. Pero si llamamos al pan pan y al vino vino en realidad lo que ocurre en los pliegues más oscuros y recónditos de los bajos instintos de quienes dicen "yo no soy racista pero..." es que desprecian al pobre, sienten una feroz fobia a la pobreza, a la penuria, a la necesidad, a la indigencia, a la carencia, a la miseria, a la estrechez... pero lo que no piensan -quienes creen ilusamente tenerlo todo resuelto- es que caer en ella es más fácil de lo que parece y entonces ¿quién te ampara si a ti te sucede?, ¿los extranjeros ricos afincados en nuestro país -también inmigrantes- a los que les haces la ola ayudando a que no paguen los impuestos correspondientes?, "pobrecitos", qué desagradecidos, qué mala educación, qué desprecio... seguro que se van a otros reinos más baratos donde no les acribillen y en los que puedan ser magnánimos? </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En fin, los derechos de la Constitución española empiezan a parecerme una novela extraordinaria de ciencia ficción peligrosa y subversiva.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En estos terrenos en los que es tan fácil que te hagan la envolvente, para orientarme y discernir bien ante cualquier conflicto social siempre me pregunto: ¿A quién le conviene? ¿Quién saca tajada? ¿A quién le interesa que continúe o que se resuelva?, el interrogante suele ser bastante clarificador y de inmediato obtienes la respuesta, otra cosa es que no la quieras ver, o saber, "Ande yo caliente..."</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Lo malo es que entramos en lo más crudo del crudo invierno, como diría Shakespeare, o si te resulta más cercano Kennet Branagh, y si en las arcas no hay remanente... pues no te salva ni la caridad.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Os doy un abrazo, al menos eso de momento no se puede confiscar.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pili Zori</span></p>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-54890430892445264432022-10-12T11:24:00.003+02:002022-10-12T11:24:43.646+02:00CUADERNO DE NOTAS: Envidia<p style="text-align: justify;"> <span style="font-family: arial;">Con independencia de que seas feliz con lo que tienes y de que sepas vivir sin crearte necesidades absurdas como la de sufrir por el bien ajeno -que siempre es relativo dependiendo del enfoque- bien por sentimientos de inferioridad o bien por los de superioridad, sí es obligatorio sin embargo intentar que la vida de todos mejore, al menos en igualdad de oportunidades, esa lucha en mayor o menor medida hay que ejercerla.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No estoy hablando de conformismo por ser dichoso con lo que has conseguido ni con lo que seguramente seguirás logrando, ni de falta de afán de superación y mucho menos de resignaciones, se sobreentiende.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A menudo aclaro que es diferente "pelear" por amor a la libertad que por odio al patrón, puede que aparentemente el resultado sea el mismo, pero la intención cuenta porque es la que de verdad transforma por dentro y por fuera.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Después siempre habrá quien comiendo un bocadillo de jamón mire con recelo al de al lado que disfruta con otro de mortadela.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Ese bajo instinto que es la envidia forma parte de todos nosotros y hace el mismo daño a quien la siente que a quienes va dirigida, y todo el que observa menos el sujeto que la padece se da cuenta de que esa animosidad, ese resquemor, esa tirria o esa rabia que está sufriendo es envidia pura y dura por mucho que la envuelva con argumentos, además de egoísmo y de falta de generosidad. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">De modo que la próxima vez que veamos que alguien ha ganado prestigio, reconocimiento, dinero, amor... si nuestra reacción es negativa y no sentimos alegría porque se nos pinza el estómago o el corazón en vez de abrir los brazos y extender una enorme y sincera sonrisa, detengámonos a discernir si el bocadillo de mortadela encima del de jamón se nos atragantaría.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Todos sumamos y somos necesarios en nuestras pequeñas o grandes exclusividades. Trataré de recordarlo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pili Zori</span></p>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-21180742838878634572022-09-22T19:10:00.003+02:002022-09-22T20:07:29.285+02:00SEVEN SECONDS, serie de TV<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> En los primeros episodios sientes que tal vez estás ante un tema muy manido: corrupción policial norteamericana, racismo, delitos de odio, narcotráfico… pero pones interés porque comprendes que continúa siendo necesario, sobre todo allí, en los Estados Unidos, desmenuzar y pormenorizar dichos problemas y no sobra ni estorba que analicemos las circunstancias agravantes y atenuantes desde distintos ángulos o enfoques. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Enseguida adviertes que la falta de luz y de color -muchas escenas son de penumbra para recalcar el estado de ánimo y la atmósfera cerrada y angustiosa- la nieve grisácea y la crudeza del despiadado invierno neoyorkino han sido elementos elegidos a propósito para subrayar la dureza. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Que veamos la estatua de la libertad dando la espalda no puede ser más significativo, y debajo la gran mancha de sangre sobre la nieve sucia. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Los escenarios cambian con una rotundidad hiriente, estamos en la otra cara de la lujosa Nueva York, en sus malas calles, en la lucha de gentes que quieren despojarse de la pobreza y defender la dignidad pero que viven atrapadas en invisibles callejones sin salida que no se sabe a quienes interesa conservar, tan sólo hay dos opciones, o alistarse en el ejército, o directos a la esquina para vender y comprar droga. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">“Si muero en otro país soy un héroe” -dice Seth- “si muero en las calles de mi ciudad soy un delincuente, y ninguna de las dos cosas es verdad. No son nuestras calles, éste no es nuestro país.”</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Hay escenas en las que sin palabras y a través de la mirada de Seth comprendemos que no existe diferencia entre la guerra de dentro y la de fuera, y el asunto no va sólo de matarte a trabajar para apartar y sacar de ese entorno a tus hijos, la lucha no consiste sólo en abandonar el gueto de forma individual o familiar, el logro es hacer que desaparezca ese disimulado apartheid. </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJFhc3cnIrPJxMsUYUveN9cMy7P3riBO6C7Fq38v9-ZStaoi_d1UWXU1g0EbC8v6P9WHlf9SKSIeGDV5MWOJt_dqXXMno5utZggePrWIvmu9x1JCKlVDxCqTk2ov7ZIjHn9xdTyrq2k2a1_x46EylN0-XWwgpd-Aw6C3VKf99T21GheEac3vNX0KI4/s1200/ss.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="809" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJFhc3cnIrPJxMsUYUveN9cMy7P3riBO6C7Fq38v9-ZStaoi_d1UWXU1g0EbC8v6P9WHlf9SKSIeGDV5MWOJt_dqXXMno5utZggePrWIvmu9x1JCKlVDxCqTk2ov7ZIjHn9xdTyrq2k2a1_x46EylN0-XWwgpd-Aw6C3VKf99T21GheEac3vNX0KI4/s320/ss.jpg" width="216" /></a></span></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El adolescente atropellado -por el conductor que no le asiste y se da a la fuga con el encubrimiento de sus compañeros policías- pasa doce horas de agonía hasta que un perro da la alarma, de nuevo el inhumano subrayado.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Ese muchacho que contemplaba los hermosos cielos desde el puente surcados por gaviotas y respiraba la libertad de su vuelo, tenía la vida por delante, qué fácil es condenar y despreciar de antemano tan sólo por ver unas botas y una bicicleta de determinadas marcas, a ese prejuicio se limita reconocer la identidad de las falsas apariencias que opacan la verdadera y singular esencia de una Persona. "Todos somos sociedad" dice una amiga mía, se ve que se nos olvida. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Qué más da si le endiñamos el muerto a un indigente, si son la escoria, y el fallecido un pandillero, ¿qué hacía si no en ese parque, con esa bici y ese calzado? Carne de cañón.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La serie está llena de equivalencias y contrastes, adicción al alcohol en un desvalido mendigo y a su vez en una chica negra de “buena familia” que no es “de barrio” como dan por supuesto algunos al mirar su piel. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">¿Quién decide qué es una buena familia? Por desgracia la droga desbarata esas fronteras y Nadine la chiquilla del mechón de pelo morado lo corrobora.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">“Saca buena fama y échate a dormir” expresa un dicho de por aquí, y eso le pasa a los Estados Unidos, no comprendo cómo se les sigue viendo ejemplares y mira que sus artistas, en especial los cineastas señalan a grito pelado dónde están las heridas por las que supura ese país, y que conste que no me ensaño, al contrario, lo digo con mucha pena por toda la gente admirable que ha dado y sigue dando a pesar de los pesares, como decía la canción “cuando Dios hizo el edén pensó en América.” Pero para nada esa nación es tierra de oportunidades, para que el sueño americano suceda ha de haber igualdad y en una tierra en la que se paga por la salud, la educación… por todo en definitiva, pues las oportunidades son para los de siempre, y no es “victimeo” sino realidad pura y dura.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Quizá me he convertido en una vieja anticuada, pero recuerdo a mi madre cuando, preocupada, decía mirando la pantalla del televisor -ante escenas en las que alguien abría las puertas con ganzúas para robar por ejemplo-: “Hay que ver cuánto malo enseñan las películas”, ahora pienso que en Hollywood a lo largo de décadas se han hecho tantas de acción o patrón tipo con mamporros que en la vida real serían mortales, tiros, sangres… que o bien reflejan un modo social de ser o han normalizado una violencia ficticia que de tanto verla termina por convertirse en real. Pero ahí siguen con su chauvinismo y sin pizca de autocrítica. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A mi madre le encantaban las películas de juicios, al menos en la pantalla se hacía justicia, y en Seven Seconds también se produce un litigio magnífico con posturas perfectamente contrastadas, aunque el desenlace de esta serie no es el deseable y mi madre se habría llevado un disgusto, pero en su trascurso dicha insatisfacción fílmica nos invita a tomar conciencia, a pensar en qué habríamos hecho nosotros en las mismas circunstancias, a discernir que si quieres matar a alguien lo hagas tú, y no lo delegues ni se lo endilgues a otro, nos enseña a no ser cómplices ni encubridores ya que si amas, amas bien y apencas con las consecuencias y acompañas y esperas al cumplimiento de la condena, hay cosas que no se le pueden pedir a la pareja por mucho bebé que hayas tenido con ella o con él, no se chantajea a través de los hijos, ni los hijos son excusas que hagan que todo valga. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">De algún modo la serie deja resquicios por los que se podría salvar lo insalvable, admitiendo el daño y reparándolo ya que cada personaje acarrea sus demonios y errores, pero ese dolor no los justifica. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Joe Fish Rinaldi es el claro ejemplo de cómo hay que ser, él también podría tener dichos fantasmas, pero los encara, y nos muestra en qué consiste exactamente la valentía, que nada tiene que ver con la chulería ni con los testículos, y rige su vida a través del sentido de la justicia, mientras palía la ansiedad masticando chicle. Por suerte hay personas así en el mundo, muchas, y es extraordinario cuando se cruzan en tu camino. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La mancha de sangre sobre la nieve me pareció el dibujo protector de una gaviota.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A veces pienso que si Dios existe en cualquiera de sus formas estará hasta las narices de nosotros.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Un abrazo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pili Zori</span></p>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-48913301228408556342022-09-22T19:07:00.002+02:002022-09-22T19:07:27.207+02:00BORGEN, serie de TV<p style="text-align: justify;"> <span style="font-family: arial;">He terminado de ver la serie danesa Borgen. Antes de entrar en materia confesaré que comencé a mirarla con mucha prevención, se centra, nunca mejor dicho, en la primera ministra de Dinamarca, ficticia naturalmente, que dirige un gobierno de coalición, y cuenta el día a día de la trastienda política, el espectador contempla las negociaciones y entresijos de partidos, es decir lo que los ciudadanos no vemos, y ese detalle es en sí mismo parte del atractivo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Desde el principio sabemos que la primera ministra pertenece a "Los Moderados", formación centrista, y de entrada nos encontramos con la presentación del líder -en ese momento- de otro de los partidos, el que denominan Obrero, que curiosamente es xenófobo, carente de ética y sin demasiados escrúpulos, entre otras lindezas que se ponen de manifiesto cuando más adelante pasa a formar parte del cuarto poder, la prensa, en su caso amarilla. Y llegados a ese punto me dije: ¡Ya estamos!, ¡la primera en la frente!, serie tendenciosa ¿y qué necesidad tengo de ver el culto a la personalidad de esta mandataria creada a propósito tan atrayente para que te identifiques y desees ser como ella en todos los sentidos, cuyos preceptos sin duda no voy a compartir?, pero en ese instante me detuve e hice mi primera reflexión: han realizado la serie bajo este enfoque que no ocultan, me dije, quienes quieran filmar otra con distinta adscripción pues que la hagan, en cualquier caso no tengo por qué identificarme y tampoco he de ponerme a la defensiva, y una vez vistas las posiciones de todos los personajes me relajé. Hay que escuchar y observar para comprender, ¿acaso no es eso lo que me exijo siempre? Y después sacar mis propias conclusiones. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Dentro de mis reticencias pensé también que tal vez fuera demasiado simple y didáctico el discurso de Borgen y que en la vida real las reuniones que desarrollan los políticos en despachos y salas serán más complejas, pero de inmediato recordé el nivel de zoquetismo y también de zoqueterismo –salvando enormes distancias, por supuesto- que a menudo vemos en las pantallas de los televisores de nuestro país y me alegré de que aunque el guión de Borgen fuera de trazo grueso para definir la alta política los espectadores de a pie lo agradecíamos. Y lo cierto es que la serie nos recuerda -tal vez a toda Europa- aquel tiempo en el que como sociedad tuvimos ideales, sentido ético y moral, aquella época en la que nos definíamos -cada uno en su espacio electoral- de forma diáfana, en la que la corrupción era vergonzosa e impensable en cualquier sede, la militancia algo de lo que sentirse orgulloso, y supimos convivir con todas esas cartas boca arriba y buscar y propiciar encuentros. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Sí, existió esa época sin puertas giratorias, que ahora parece increíble. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Mientras miraba las escenas, casi todas en interiores -Adam Price el creador es dramaturgo además de escritor y guionista- tuve que recordarme que en cada país los conceptos aunque lleven el mismo nombre cambian, hay derechas menos y más recalcitrantes, más o menos democráticas, izquierdas con mayor o menor dilema sobre si prefieren ser cabeza de ratón o cola de león, escisiones a la carta o uniones irrompibles, traiciones, lealtades, tránsfugas, cambios de nombre pero no de contenido y viceversa… y es importante conocer las diferencias. Además Dinamarca, ese país de tan sólo cinco millones de habitantes, tiene fama de ser una de las naciones más avanzadas, justas e igualitarias del mundo, y bien merecía la pena echarle un ojo a todo lo que mostrase cada capítulo en sus fondos y trasfondos sobre la forma de vivir y de afrontar las alegrías, amores, pesares y conflictos de sus gentes.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La estructura de Borgen, el ritmo, la composición y los hilos conductores son magníficos, está extraordinariamente cosida tanto en la parte pública como en la privada y en como ambas inciden entre sí. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">He estado todo el tiempo como una orate hablándole a la pantalla, debatiendo y discutiendo con los personajes sin ser consciente de la evolución o involución que cada uno de ellos junto a mí iba experimentando, en absoluto maniquea, ni estereotipada sino muy humana en sus aciertos y también en sus errores. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Me parecía paradójico que unos políticos que luchan por la conciliación familiar no la practicasen, es ya casi un tópico aplicable al mundo entero que determinados trabajos requieran dedicación absoluta y disponibilidad las 24 horas del día, pero en mi opinión en el caso de los dirigentes es un mal ejemplo que se contrapone a la lucha de tantos años por conseguir jornadas razonables que permitan dar empleo a más gente, y a su vez acabar con las horas extras que indican dicha necesidad de aumentar plantilla, se supone que la eficacia es saber delegar y confiar en el equipo. No obstante, en algún momento la serie toca el tema de la adicción al trabajo que por muy vocacional que éste sea no está justificada. El precio no debería ser perder a la pareja, o deteriorar a la familia, ni que para las mujeres suponga una sobrecarga de culpa. </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYhRtHB8RKdFfJh9o7bvVr2E0PDb9-RHGy1-qwXRX0I4CUp3smG7hIqC4wjaAiSqMQQhmOZUugT5jbUIzlfgSlXkZIheUCAKFEKSmSUMNWQ_dDNVzKovh5P1kjSf9293RsFhFDOYAVSOaOe4VdF45mhPfmiR8Z4quj_9CQtUxj4BxTRf48gamZwmgW/s1920/B.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYhRtHB8RKdFfJh9o7bvVr2E0PDb9-RHGy1-qwXRX0I4CUp3smG7hIqC4wjaAiSqMQQhmOZUugT5jbUIzlfgSlXkZIheUCAKFEKSmSUMNWQ_dDNVzKovh5P1kjSf9293RsFhFDOYAVSOaOe4VdF45mhPfmiR8Z4quj_9CQtUxj4BxTRf48gamZwmgW/s320/B.jpg" width="320" /></a></span></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Al parecer en Dinamarca hay tantos casamientos como divorcios, casi parece un pacto o acuerdo tácito, y tampoco termino de creerme que sea tan idílica la comodidad de que tras la separación la relación se convierta invariablemente en amistad y se ocupen, de mil amores, de los hijos –sin abogados por medio- tanto el padre como la madre y así gocen de tiempo libre una u otro, ambos con casa propia o alquilada… no sé si habrá que verlo así, el mensaje consciente o inconsciente de la serie es muy positivo y viene a decir que de todo se sale muy civilizadamente y al final se encuentra a otra pareja más apropiada, en fin, que en Copenhague no parece tan dramática la ruptura, aunque cuesta un poco creerlo, pero si es así me alegro infinitamente, comparado con el dolor de ver cada día en nuestras noticias asesinatos de mujeres pues si mirar a Dinamarca hace que cunda la emulación, bendita sea la envidia por los nórdicos… Justo es decir que también hay parejas duraderas y Borgen las señala.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Las ayudas sociales son muy dignas allí, pagan a los estudiantes una cantidad que les permite vivir con independencia, pero vuelvo a insistir en que es una población de cinco millones de habitantes, no sé si por esa causa el reparto es más fácil. Todo apunta a que se trata de una sociedad en vanguardia, aunque en todas partes cuecen habas, deseo que no se estropee.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Lo cierto es que en la serie se tocan y debaten los temas cruciales de la sociedad danesa, económicos, de integración, educación, sanidad… pero he echado de menos el Ministerio de Cultura, la cultura siempre es la gran olvidada, cuando está demostrado que el acceso a ella es precisamente lo que más transforma en justicia y equidad.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Borgen toca muy bien los medios de comunicación y avisa del peligro de convertirlos en aquella locución latina “pan y circo” tan alienante, aquí esa plaga panadera y circense desgraciadamente la tenemos desde hace mucho tiempo, y no me excluyo porque soy teleadicta, vulgar y morbosa como todo el mundo, quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Hablaría sin parar de Borgen, y de ese país tan interesante, que tanta innovación ha generado: el creador de Lego, ha aportado a sendos premios nobel, al Grupo Dogma… Al ver la serie he comprendido que cada oficio requiere su talento y Birgitte Nyborg lo tiene, y aunque ahora la política está muy denostada debemos recordar que también es una ciencia importante y un don de enorme responsabilidad.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La interpretación de actores y actrices es insuperable, tan creíbles en su naturalidad, tan conmovedores al aguantar esos primeros planos invasivos, al objetivo de la cámara no se le puede engañar. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Borgen merece muchísimo la pena. Y a su modo es auocrítica.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">una década más tarde se hizo una precuela titulada Borgen, reino, poder y gloria. No os confundáis, comenzad por Borgen a secas, son tres temporadas de 10 capítulos cada una. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Un abrazo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pili Zori</span></p>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6894569972757224060.post-12405102147337217142022-08-24T12:28:00.015+02:002022-08-28T17:32:34.512+02:00"Un millón de gotas", de VÍCTOR DEL ÁRBOL<p style="text-align: justify;"> <span style="font-family: arial;">Tiempo en paño. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Sí, no es la primera vez que digo que en el cajón de sastre de mi memoria sucede que a veces se abre paso una imagen con mucha más nitidez y brillo que las demás, y casi siempre que ocurre el hallazgo suelo quedarme perpleja preguntándome ¿por qué guardé esa nadería sin sentido aparente entre mis recuerdos?, y sin embargo se me olvida el nombre de alguien que de verdad me importa porque aunque no sea de los más cercanos, en algún momento de mi vida se ha cruzado, en mi infancia, o en mi aula, pupitre arriba… </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Un momentito, permitidme el inciso: </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Iba a decir también pupitre abajo, pero aparte de sentarme bajo él durante la clase cuando me hartaba el mundo, después de mí estaba la pared y no había más mesas puesto que por el apellido siempre ocupaba la última, cosa de monjas, ahora los críos trabajan y se ven en círculo sin tanta verticalidad ni jerarquía de primeros o de últimos, así que me saturé de ver espaldas y melenas recogidas o sueltas durante años, parece una tontería pero mirar a la gente por detrás también forma parte de las razones de por qué hoy soy tan mala fisonomista y por qué me atuso el pelo por la coronilla si alguien me sigue. Eso sí, las voces de las personas y su modo de hablar no se me despintan. </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_eBRX_CzGmEkMXf6q3c8XJAmKUYSqlkKNVzde-vlgQ_m2DehCEgZpQUOYInmgFLwg3vKdF6_OexkYpNhPh3kocOL7p3icQhw8PNsrPJZLWfNhSqv4q6HAgowL-oNCnvdp-Pdu9EAFnJocOvC65Dl2H8iLx-fRWp2tStyIccWNSQgNv6pVRbw1mrvr/s500/UMDG.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="291" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_eBRX_CzGmEkMXf6q3c8XJAmKUYSqlkKNVzde-vlgQ_m2DehCEgZpQUOYInmgFLwg3vKdF6_OexkYpNhPh3kocOL7p3icQhw8PNsrPJZLWfNhSqv4q6HAgowL-oNCnvdp-Pdu9EAFnJocOvC65Dl2H8iLx-fRWp2tStyIccWNSQgNv6pVRbw1mrvr/s320/UMDG.jpg" width="186" /></a></span></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Vale, tras la acotación retomo porque me disperso con una facilidad pasmosa, y recalco que dichas personas -de cuyo nombre no me acuerdo, aunque quiera- son importantes porque forman parte de mí paisaje o lo que es mejor: de mi alma en algún periodo corto pero arraigado de mi despistada existencia, y sin embargo recuerdo con todo detalle conversaciones y experiencias comunes. En fin, con lo mal que les sienta que se te haya volado su nombre, lo cierto es que no sé por qué reviste tanta gravedad dicho olvido, el nombre es una abstracción cómoda y de rápido vistazo, pero para nada resume o contiene la identidad, aunque creamos que sí. Parece una excusa tonta con la que intento justificarme, pero la realidad es que no hay escapatoria cuando se produce el lapsus, ni manera de repararlo, qué se le va a hacer, y pasas un rato amargo en una firma de libros, por ejemplo, en la que sería perfecto que te dijeran: </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-Hola Pili, soy Crescencia, me recuerdas ¿verdad? y entonces yo respondería feliz y sin mentir: </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-Claro, cómo no te voy a recordar -y omitiría- con nitidez fotográfica a excepción de tu nombre. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> Os preguntaréis y ¿qué tiene que ver este enredoso preámbulo con Tiempo en paño, subtítulo que no parece estar relacionado con el libro del que voy a hablar?, pues mucho -respondo- porque la imagen pertinaz que se me presentó cuando leí “Un millón de gotas” de <b>Víctor del Árbol</b> se refiere a la estructura, a la composición… fue una en la que yo –siendo adolescente, anda que no ha llovido desde entonces- me encontraba en la joyería, no sé para qué había ido, si para comprar o para arreglar algo roto, el caso es que el dueño estaba atendiendo a otro señor –creo que se les llamaba representantes, o viajantes de comercio, en aquel entonces- de pronto el hombre sacó del maletín un paño que llevaba enrollado como un cilindro y lo desplegó en el mostrador despejado, la tela estaba dividida en tres partes por unos pespuntes, y una vez abierta allí aparecieron las delicadas y refulgentes cadenitas que escondía, magias cotidianas de esas que fijan y dan esplendor como la Real Academia, por ello dicen que algo está más limpio que los chorros del oro, ya que no hay nada tan puro y brillante como ese metal noble y precioso antes de fundirse… ya voy al tronco, que ando por las ramas otra vez, será por el apellido del autor. De inmediato pensé al ver el rectángulo en estas tres palabras: ¡Presente! -destacando en primer lugar el trozo del centro-. ¡Pasado! -me dije, al mover la vista hacia la pieza de la izquierda-. Y ¡Futuro! -con los ojos puestos en el lado derecho. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El destino es así, y cuando almacena en su cuaderno de notas como buen escribiente del guion que lleva entre manos, es para algo, el azar no cabe en su literatura, y al igual que si un revolver aparece en un filme el espectador sabe que tarde o temprano alguien lo va a disparar, pues queda claro que aquel oro en paño de entonces estaba reservado en mi memoria para este momento y se dispara hoy y me contesta que para Víctor del Árbol, como para mí, el hilo conductor de la vida es como el papel continuo desplegándose como un pergamino, y por eso la imagen de aquel tríptico es tan poderosa: el pasado al doblar la tela besa al presente, y el futuro se superpone encima del pasado. El tiempo es oro, y el paño la delicada caricia que lo atesora. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Que en esa potente imagen de mi memoria el pasado estuviera a la izquierda del presente y el futuro a la derecha, rizando el rizo bien podría parecer un guiño risible si no fuera por la tristeza de “la que se nos avecina”, pero eso ya es harina de otro costal que podemos tratar otro día. Mientras tanto seguiré devanándome los sesos para comprender las causas de los giros y bandazos que en estos momentos está dando la sociedad entera alrededor del globo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No es una moda que escribamos en Flashback, es que el tiempo emocional en nuestro interior es de oleaje, los recuerdos, las obsesiones, los fantasmas… van y vienen, y las expresiones de la naturaleza son simétricas y sobre todo espirales.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Y bueno pues, como dice Serrat, tras este enorme circunloquio creo que ya va siendo hora de que sí me meta en la harina de este costal, porque al menos en la literatura hallo respuestas, os pido perdón por el extenso preámbulo, pero es que en mi pequeño mundo todo se relaciona, se ve que en alguna vida anterior fui ardilla o chimpancé e iba saltando de rama en rama por los árboles de las letras y las palabras. </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaMBcILPu0vsWfr6TRYbE7u_EzJQe3VtaAzy08s1X8yBo48ASlnHcHBxsHKDhjAsHL3N5W_OFrUwUgHCySRaaOKaoB2OynBfEeN6LCBiRwKg-fpEzRv-un-O7ZPmr6xBwsesCZ6eF5zYOoiJIOUNADokZbJbUYSmiMEyNZVF8GOxqk1eONyy0uQTLm/s225/VDA.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="225" data-original-width="225" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaMBcILPu0vsWfr6TRYbE7u_EzJQe3VtaAzy08s1X8yBo48ASlnHcHBxsHKDhjAsHL3N5W_OFrUwUgHCySRaaOKaoB2OynBfEeN6LCBiRwKg-fpEzRv-un-O7ZPmr6xBwsesCZ6eF5zYOoiJIOUNADokZbJbUYSmiMEyNZVF8GOxqk1eONyy0uQTLm/s1600/VDA.jpg" width="225" /></a></span></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Hace meses que leímos “Un millón de gotas” en el club de lectura al que pertenezco, y esta extraordinaria novela permanece a mi lado de forma inquietante, fue una experiencia fuerte recorrer sus renglones ya que el autor da voz a la generación callada de los hijos de aquellos hombres de izquierdas que pasaron la guerra civil española o sufrieron las consecuencias de la posguerra, aquellas personas, muchas consideradas públicamente heroicas, a veces en la privacidad doméstica no lo eran tanto -vuelvo a subrayar que ni el autor ni yo estamos generalizando, que cada cual salve sus distancias- y es precisamente en ese territorio de arenas movedizas en el que se desarrolla la valentía de Víctor del Árbol cuya constante vital es defender por encima de ideas y circunstancias a los niños, a las infancias robadas –uso sus palabras- y a todas las personas indefensas que sufren abusos y maltrato, y nos hace comprender que desde la perversión de las guerras, o de los campos o gulags de Siberia nadie vuelve limpio de conciencia, y es ahí, levantando y tirando de esa manta para ver lo que hay debajo donde en mi opinión este escritor hurga para encontrar la comprensión, para redimir, para perdonar y así poder amar, porque si no hacemos esa sanación la vida se vuelve un tormento, pero la catarsis ha de realizarse sin omitir, sin encubrir, sin endulzar, con todas las cartas boca arriba, incluidas las de los remordimientos y la vergüenza y las del delito cometido en tierra de nadie. No hablo del concepto ñoño que tenemos desde este lado de paz aparente y que creemos el correcto en el que jugamos a escandalizarnos con hipocresía, habría que vernos en determinadas circunstancias, y vuelvo a repetir el mantra de que comprender no es justificar, aunque en el pecado ya vaya la penitencia como se decía antiguamente, y que quien la hace tarde o temprano la paga. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Por otra parte, sería injusto no señalar que en las mismas condiciones hay personas que antes de dañar prefieren dejarse matar o deciden tener una conducta intachable que pone a prueba su ética o moral hasta el último extremo, pero no sucumben.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Tal vez la madurez social sólo se alcance así, con la confesión y el arrepentimiento, y el debate interior que de momento sólo libros como éste recogen. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Víctor del Árbol avisa de que en tiempo de “paz” existen los mismos canallas sin escrúpulos con iguales características y nos enseña a reconocerlos para que no seamos víctimas en sus garras puesto que en ambas fronteras se les suele hacer la ola, pertenecen al poder y lo saben usar y lo ostentan. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Le he escuchado afirmar que el siglo XX fue el de las utopías, y no es que V. del Árbol vaya a machete para desmitificarlas todas, pero sí descubrí en mí que aunque me creía razonable y nada sectaria, mi cabeza y mi evolución caminaban por un sendero y mi corazón por otro, aquellos recuerdos de las noches junto a mi padre escuchando La Pirenaica, o Radio Moscú eran valiosos en el contexto afectivo y van asociados al desgarro de la idealización que hoy no se sostiene, nada es perfecto, pero constatarlo no impide que sigamos con la búsqueda y la obligación de crear un mundo mejor aunque sólo sea -como he dicho otras veces- intentando dejar limpito tu trozo de acera.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Este autor enorme ha sido un descubrimiento para mí. Y sin caer en el riesgo de sobrevalorarle porque después puede venir el porrazo, de momento, tanto lo que voy conociendo de su vida como de su obra me parece deslumbrante y admirable: Víctor del Árbol es un hombre de extracción social muy humilde que se ha hecho a sí mismo a pesar de tener todas las papeletas y escollos en contra para no conseguirlo, sus poderosos nutrientes le avalan: fue policía durante veinte años, profesor de historia en la universidad y tiene un baúl de lecturas inmenso gracias a la Bibliotecaria que le cobijaba hasta que llegaba la madre de trabajar cuidando a los hijos de otros. La responsable de la Biblioteca tras reñirle por haber escrito sus opiniones en el libro de la Odisea adaptada para niños, le dio un cuaderno y un lápiz y le dijo que redactara en él todo lo que pensase sobre cada novela leída, pido disculpas por si acaso no hablo con precisión, son detalles que he tomado de aquí y de allá basándome en sus entrevistas, pero si no a la letra sí creo que soy fiel al espíritu de ella.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No sé cuántos préstamos personales les hace a sus personajes que a menudo se debaten entre la reivindicación de haberse ganado con creces el espacio que ocupan sin renegar por ello de su origen, pero a su vez sienten que tienen todo el derecho de no querer volver a él, y esa disyuntiva dolorosa que parece desclasarlos es una pugna ambivalente difícil de dirimir. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En su literatura no hay clichés, las madres también pueden ser desalmadas, y la culpa no es sólo patrimonio de los males establecidos que hoy hemos convertido en estereotipos simplones, hay otros que también pueden anidar dentro de la virtud y de las víctimas. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La dignidad puede ser arrebatada, y ese daño es en sí mismo un asesinato vil, y entonces ¿quién se hace cargo de las consecuencias que convierten en un “monstruo” a un muchacho que fue becado para ejercer la ingeniería en Rusia y terminó en Siberia por describir ingenuamente en unas cartas algunas discrepancias sobre lo que veía?, ¿en qué se transforma alguien que ha de elegir que otro muera para poder sobrevivir, que ha de comer carne humana, que ha perdido un ojo porque el psicópata de turno necesitaba doblegarle frente al grupo sin ley?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El retrato no es un ajuste de cuentas, ni siquiera una denuncia, el autor se limita a poner palabras en donde antes no las había, y da voz al hijo del padre –novela posterior cuyo germen ya se veía en ésta. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">“Un millón de gotas” es un exorcismo y una reivindicación que abre la tapa de los sesos a la caja de Pandora, para que todos los fantasmas y los males de presente, pasado y futuro se fulminen al tomar contacto con el espacio exterior, bajo ellos, como en el mito, está la rosa de la esperanza</span><span style="font-family: arial;"> </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Un abrazo y hasta el próximo encuentro.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pili Zori </span></p>Pili Zorihttp://www.blogger.com/profile/02796395761064575208noreply@blogger.com0